Berenice le mandó a su mamá un mensaje de WhatsApp para pedir ayuda de emergencia. Le pedía que fuera por ella a su domicilio porque acababa de tener una riña con Uriel, su novio, quien la ahorcó en la cocina de su casa hasta que ella pudo quitárselo de encima. Eran los últimos días de enero de 2022, la discusión se originó cuando él revisó el celular de Berenice y encontró unas fotos que no consideró adecuadas. A pesar de que ella le explicó que no malentendiera lo que estaba viendo, los reclamos fueron inminentes.
Después de los reclamos, Berenice, de 26 años, le pidió a Uriel que se terminará la relación y que dejará el espacio en el que ella vivía en San Juan del Río, Querétaro. Ante la petición, él le aventó un casco que había a la mano, pegándole cerca de la cabeza. Después del golpe, ella le insistió en que se fuera de su casa porque era muy celoso y no era la primera vez que la violentaba. Él se le acercó y allí comenzaron los ataques físicos hasta que inició el intento de asfixia.
La única reacción que tuvo Berenice fue la de agarrar un cuchillo y picar a Uriel en el abdomen para que la soltara. Una vez que la soltó, y ella, al ver la gravedad de la lesión, acudió a buscar un servicio de apoyo médico, pero no lo podían ayudar, después de visitar dos nosocomios, llegó a un tercer hospital, el Centro de Salud Coscami, donde su mamá la encontró. Allí le brindaron la atención a Uriel, pero falleció horas más tarde. Ella pagó todos los gastos generados por la situación, incluido el transporte, la consulta médica, la transfusión realizada y el internamiento. Pues, como aseguró en su primera audiencia, “sólo se defendía de la violencia que estaba sufriendo en ese momento”.
Por los hechos, a ella la detienen como la presunta culpable de homicidio y se le vincula por este delito con atenuante de riña. Como consecuencia, lleva un año tras las rejas en espera de que los jueces decidan si actuó o no con dolo; si en verdad “agredió” a Uriel en defensa propia o hubo otros motivos, o investigan si, es realidad, que Berenice sufría constantemente actos de violencia por parte de su novio.
Por ejemplo, en julio de 2021, Berenice abrió una carpeta de investigación después de haber sido golpeada por Uriel. Las consecuencias fueron desprendimiento de retina y múltiples rasguños. Ella no dio seguimiento a la investigación debido a que el padre y la madre de Uriel le indicaron que estaban “mal de salud” y sería muy lastimoso para ellos vivir un proceso legal.
La medida tomada por los jueces ha provocado que abogados, familiares y activistas exijan a las autoridades que Berenice sea juzgada con perspectiva de género, es decir, que el suceso no sea visto como un hecho aislado, sino como producto de un determinado contexto y de constante violencia ejercida en contra de ella.
Vianey Ríos y Giovani Limón, abogados de Berenice, consideran que los jueces no tomaron en cuenta algunas cuestiones como que en su noviazgo había sido violentada de diversas maneras, física, psicológica y sexual. Incluso, ha explicado en diversas ocasiones, que ella sufrió primero violencia psicológica, a través de insultos, pero después fue escalando la violencia, al grado que también sus amistades y personas cercanas la padecieron, incluidas sus mascotas, algunas de las cuales fueron lastimadas o asesinadas por él.
Este pasado viernes, sus familiares se apostaron a las puertas de la Fiscalía General de Justicia de Querétaro, en su sede de San Juan del Río, para exigir su libertad, el reconocimiento de su legítima defensa como producto de una constante violencia ejercida en su contra, exigiendo su libertad al considerar que actúo en legítima defensa, pues ella respondió a una serie de agresiones.
Los próximos 13, 14 y 15 de febrero se llevará a cabo la audiencia final sobre el caso, y la familia de Uriel está pidiendo más de un millón de pesos como parte de la reparación del daño y para otorgar el perdón a Berenice. En contraparte, quienes la acompañan demandan que se protejan sus derechos humanos y no sea víctima de una injusticia.
Este caso es el último de varios, o más bien de bastantes, en los que las mujeres son inculpadas por defenderse de sus agresores. El año pasado, el Senado de la República aprobó reformas al Código Penal Federal a fin de que las mujeres víctimas de violencia, que en defensa propia maten a su agresor, se les juzgue con perspectiva de género y no sean encarceladas.
Como parte de la reforma, también se modificó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para precisar en su artículo 6 que el “Ministerio Público actúe con criterio amplio, para determinar la procedencia o improcedencia de la legítima defensa cuando la agresión tenga lugar en un contexto de razón de género, abarcando la violencia física, sicológica, sexual, feminicida, las cuales ya se encuentran reguladas en este artículo. Además, establece que el daño deberá ser proporcional a las circunstancias de la agresión que motive la legítima defensa”.
Una vez más, el tema está en la agenda pública. En otras ocasiones, como en el caso de Yakiri Rubio, finalmente se obtuvo justicia y ella pudo salir de la cárcel después de determinarse que el homicidio que se le imputaba ocurrió porque se había defendido de sus violadores, matando a uno de ellos. Por lo que, es de esperarse, que en los próximos días, sea reconocido el derecho de Berenice a su defensa propia y se reconozca su calidad de víctima de violencias machistas.