La cumbre migratoria celebrada en Palenque, Chiapas, reunió a líderes de 11 naciones latinoamericanas que rechazaron enérgicamente las "medidas coercitivas" en ese ámbito y se comprometieron a respetar el derecho humano a migrar y a impulsar la creación de alternativas legales para la migración.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, al leer el comunicado conjunto, destacó la necesidad de que los países de origen, tránsito y destino implementen políticas migratorias integrales.
Estas políticas deben respetar el derecho humano a migrar, protegiendo la vida y la dignidad de las personas migrantes y sus familias. Además, se enfatizó la importancia de promover opciones de regularización permanente para los migrantes.
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La declaración conjunta, que consta de 13 puntos de acuerdo, fue firmada por los jefes de Estado de Colombia, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela. También se sumaron el vicepresidente de El Salvador y el viceprimer ministro de Belice, junto con ministros de Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Panamá. Estos líderes se congregaron en Palenque, en el estado de Chiapas, México, junto al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
El compromiso de estos países en la cumbre migratoria es un paso significativo hacia la promoción de políticas migratorias más humanitarias y respetuosas con los derechos fundamentales de los migrantes.
Además, se reconoció la importancia de abordar de manera integral el fenómeno de la migración en la región.
En el contexto específico del sur de México, se ha observado un creciente movimiento migratorio que involucra a ciudadanos de Sudáfrica, el Caribe, América Central y América del Sur. Estos migrantes llegan a la región en busca de mejores oportunidades y, en muchos casos, con la esperanza de llegar a los Estados Unidos.
Una imagen común es la de grupos de migrantes caminando por las carreteras del sur de México en su camino hacia la frontera con los Estados Unidos. Esta travesía es larga y desafiante, con obstáculos que van desde condiciones climáticas adversas hasta riesgos de seguridad.
La cumbre migratoria subraya la importancia de abordar esta realidad con políticas que respeten la dignidad y los derechos humanos de estos migrantes.
El cónclave de México y los países latinoamericanos es un llamado unificado para abordar los desafíos de la migración en la región con una perspectiva más humanitaria y respetuosa de los derechos de los migrantes.
Este compromiso es especialmente relevante en el sur de México, donde el movimiento migratorio es una realidad palpable que afecta a personas de diversas nacionalidades en su búsqueda de un futuro mejor.