Despedimos el 2022 hace exactamente una semana, y no se ustedes, pero fue el primer año de los últimos tres que sentí más normal, festejando, agradeciendo, disfrutando rodeada de mi familia. Y como cada inicio de año, vienen muchos cambios, renovaciones, innovaciones y tendencias que dictan cómo se vivirán los siguientes 12 meses.
El ámbito profesional no es la excepción. Muchos nos planteamos como propósito el encontrar chamba, si es que no tenemos, o encontrar un mejor puesto con mejor sueldo y prestaciones, si ya estamos trabajando. Algunos se decidirán por fin a emprender, otros se retirarán, y llegarán nuevos proyectos, nuevas empresas y nuevas posiciones.
Así que vamos a echar un vistazo sobre lo que los expertos dicen que traerá el 2023 para nuestros amados Godínez y sus aldeas, y sí, muchas tendencias fueron sembradas por la pandemia, y es ahora cuando ya podremos cosechar frutos, algunos planeados, otros que serán sorpresa.
Para empezar, se espera que las oficinas y los lugares de trabajo continúen diversificándose, no sólo en temas de la gente, sino en cuanto a geografía y digitalización. Tanto las grandes corporaciones como las PyMES necesitarán adaptarse continuamente para poder empatar con las expectativas de las nuevas generaciones laborales, en vista de la “nueva normalidad” que nos trajeron los años de encierro. Seguiremos viendo cómo se calma la ola de la Gran Renuncia y cómo gana fuerza el Quiet Quitting, y estaremos atentos a cómo reaccionan las empresas a estos fenómenos.
Por otro lado, tenemos generaciones jóvenes que se integran a las filas del empleo. Ya no son los millenials los que quieren cambiar al mundo siendo becarios, porque ahora somos gerentes, tenemos equipos a nuestro cargo y nuestro sueño ha evolucionado. Ahora quienes traerán nuevos valores serán los centennials (generación Z) y en algunos años, los pandemials (sí, los que nacieron durante la pandemia). La experiencia que nos han dejado años anteriores de observar a los millenials es que estas generaciones serán todavía más abiertas para aceptar la diversidad y entender las diferentes expectativas que tiene la gente sobre su vida laboral.
Al mismo tiempo, tenemos tecnología que empieza a consolidarse para continuar monitoreando y supervisando a la fuerza laboral mientras realizan sus actividades diarias, no importa si trabajan de manera remota o presencial. Y es esta mezcla, el tratar de encontrar el balance entre las expectativas y la necesidad de rendir cuentas, lo que representará uno de los retos más grandes a los que se enfrentarán las compañías y sus gerentes durante este año. Porque ya no se trata de asegurar que los colaboradores sí estén trabajando, se trata también de asegurar que siguen ciertas prácticas saludables, como tomar descansos, pausas activas, y que puedan desconectarse del trabajo a su hora.
Nosotros, como colaboradores, haremos sudar a las empresas, pues vienen retos importantes al contratar y retener talento dentro de las compañías, y sí, pensaron bien, se debe a los fenómenos de la Gran Renuncia y el Quiet Quitting. Si bien, el pico de la Gran Renuncia quedó en el 2022, la brecha entre el número de personas buscando trabajo, y el número de vacantes sigue siendo incompatible. Lo que nos dice que las contrataciones y la retención siguen jugando un papel importante y deben mantenerse afiladas para entender las expectativas del mercado laboral, y poder cumplirlas buscando el beneficio tanto de los colaboradores como de la empresa.
También nos deja ver que la motivación detrás de los candidatos y detrás de los colaboradores va más allá del sueldo, de la industria o de la satisfacción. Ahora va hacia el acceso a condiciones dignas de trabajo, el poder marcar un cambio en nuestro mundo, y el poder dar la misma prioridad a lo laboral y a lo personal. Así que veremos mucho más sobre el bienestar de los colaboradores y cómo las empresas lo van a priorizar.
Como estas, hay muchas, muuuuchas más tendencias que podemos esperar en el 2023 que nos impactan como Godínez, y que impactarán a nuestras empresas. El estatus del trabajo moderno sigue cambiando, sigue adaptándose y todos vamos a tener que mantener el ritmo si queremos seguir trabajando, creciendo y desarrollándonos. Tal vez en un año que veamos hacia atrás nos demos cuenta que las tendencias fueron otras totalmente diferentes, o que la predicción acertó en todas, pero lo que sí es cierto, es que todos estos cambios son fruto de la pandemia y de la rápida transformación del ámbito laboral.