Una de las principales demandas de la población ha sido durante mucho tiempo su seguridad, es decir, de acuerdo con diversas mediciones la preocupación de las personas que habitan las distintas sociedades y comunidades del país, en mayor o menor medida, la inseguridad es el indicador general que más preocupación guarda en la sociedad.
Ante esto, en todo sistema democrático como el nuestro y de acuerdo con diversas disposiciones tanto constitucionales como legales, el Estado mexicano tiene la obligación de preservar la seguridad de todas las personas. Este ejercicio constituye un derecho humano, una garantía individual que todo régimen democrático debe preservar.
No obstante, los resultados mostrados por el INEGI en su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), correspondientes al cuarto trimestre de 2022, publicados el pasado 19 de enero de este año son, por decir lo menos, por demás preocupantes por los resultados ahí mostrados.
Este ejercicio levantado entre el 28 de noviembre al 15 de diciembre del año pasado tiene el objetivo de poder estimar la percepción de la población a nivel nacional, sobre la seguridad pública en el lugar donde reside, aunque está enfocado al ámbito urbano. Bajo este contexto, los principales resultados obtenidos, entre otros, destacan los siguientes:
- El 64.2% de la población de 18 años y más, residentes en 75 ciudades considero que es inseguro vivir en su ciudad, es decir, casi 7 de cada 10 personas, registro por demás demoledor. De este dato resalta que el 69.9% corresponden a las mujeres por un 57.4% de los hombres.
- Destaca con preocupación registros muy elevados de la percepción de la ciudadanía por sentirse insegura, así tenemos a las ciudades como Fresnillo, Zacatecas; Zacatecas, Zacatecas; Irapuato, Guanajuato; Naucalpan de Juárez, Estado de México; Ecatepec, Estado de México; Ciudad Obregón, Sonora; Uruapan, Michoacán, entre otras más, con porcentajes altísimos de 97.7%, 93.3%, 92.6%, 89.7%, 89.6%, 89.2% y 86.5%, respectivamente.
- En el otro extremo, las ciudades donde la percepción de inseguridad fue menor se encuentran: San Pedro Garza García, Nuevo León; Los Mochis, Sinaloa; Benito Juárez, Ciudad de México; Los Cabos, Baja California Sur, entre otros, con registros de 8.1%, 15%, 19.4% y 20.9%, respectivamente.
- Los principales datos de la percepción de la inseguridad en espacios físicos se registran, entre otros, en los cajeros automáticos ubicados en la vía pública (74.3%); en el transporte público (67.1%); en los bancos (58.9%); en las calles usadas por las personas habitualmente (57%); en carreteras ((51.2%); en los mercados (47.3%); en los parques recreativos o centros de recreación (46.4%), etcétera.
- Sobre la expectativa de la población sobre la seguridad pública, el 34% (de 18 años y más) consideró que en los próximos 12 meses la situación de inseguridad continuará igual; un 25.9% manifestó que empeorará en los próximos 12 meses. Solo un 22.7% de la población indicó que mejoraría.
- Otros datos importantes son los registros sobre las conductas “delictivas o antisociales” observadas por la población tales como el consumo de alcohol en las calles, robos o asaltos, vandalismo en viviendas o negocios, venta o consumo de drogas, disparos con armas, entre otros.
- Es de destacar también la necesidad que ha tenido la población de cambiar diversos hábitos en virtud de la inseguridad prevaleciente, tales como omitir llevar “cosas de valor, como joyas, dinero o tarjetas de créditos”. El 46% adecuó rutinas respecto a evitar a menores salir de su vivienda; el 45.8% evitó caminar en su entorno después de las ocho de la noche y el 28.1% han cambiado rutinas para visitar a familiares y amigos.
Como podemos observar, estos datos presentados por el INEGI permiten ver claramente que las cosas no están bien, más tratándose de la principal preocupación y demanda ciudadana. El poder público, debe considerar este tipo de ejercicios para realizar los diagnósticos, generar los planes y las políticas públicas que vayan de la mano con las necesidades de los habitantes de las 74 ciudades de interés, más la Ciudad de México medidas en la ENSU.
Entre otras acciones deben considerarse el desempeño de las autoridades que, en algunos casos, no están haciendo bien su chamba, de lo contrario no se registrarían en la ENSU necesidades tales como la reparación de baches, de alumbrado público, atención a fallas y fugas de agua, a los robos, fraudes, extorciones, entre otros, así como parques descuidados, servicio de transporte deficiente y varios más.
En un régimen democrático su principal ingrediente es la atención de la población, de no atenderla la sociedad se quiebra, pierde confianza en sus autoridades y se erosiona el propio sistema y su Estado de Derecho, no lo permitamos.