Las fiestas decembrinas terminaron y ya nos despedimos del 2022, con el fin de los festejos llegan también las apuraciones económicas para muchos mexicanos. La famosa “cuesta de enero” se asoma ya por las ventanas y es necesario estar preparados para hacerle frente.
Lo primero es entender ¿qué es la mentada “cuesta de enero”? sin más, es el cúmulo de malas prácticas financieras derivadas del fin del año, las copiosas fiestas, los regalos y el hecho de gastar más de lo que se gana. Se deriva también del conjunto de subidas de precios, tarifas y tasas que suceden al inicio de cada año y los numerosos pagos que de manera anual debemos cubrir los mexicanos.
Pero vamos por partes, nuestro modo de consumir cambia con las fiestas decembrinas, quienes reciben aguinaldo rápidamente lo gastan en cosas que no les son indispensables; el dispendio y el exceso nos toma como presas y rápidamente el dinero que pudo ser ahorrado se convierten en pachangas y borlote.
En nuestro México, la mayor parte del año las familias viven limitadas en sus gastos y al recibir ese “extra” se pierde fácilmente el límite, con el festejo se relaja la cartera y nos es sencillo gastar sin planear, no pensamos en el futuro inmediato, sino en la siguiente botella, la pantalla de chorrocientas mil pulgadas o el fiestón que llega hasta la mañana siguiente.
Es necesario reconocer que también los comerciantes aprovechan esta coyuntura, para elevar precios y ofrecer aparentes y navideñas ofertas, que lejos están de ser verdaderas gangas, es la época ideal para vender lo invendible con precios elevados y con envoltura de regalo.
Los primeros meses del año son también la temporada en que deben cubrirse diversos pagos anuales que impactan directamente en el bolsillo de las familias, estos varían de acuerdo a cada entidad, pero van desde reemplacamiento, tenencia vehicular, predial y un largo etcétera.
Fue apenas hace dos semanas que el presidente anunció que este año no habría “cuesta de enero”, que se está implementando un plan inflacionario que permitirá mitigar su impacto en el bolsillo de las y los mexicanos.
Todos sabemos que la economía no se controla por decreto, sin embargo, es también necesario que todos pongamos de nuestra parte para que las malas prácticas financieras no terminen por tronar nuestra economía familiar.
La crisis que se vive el inicio de cada año no solo tiene que ver con una buena o mala política económica, también tiene que ver con una buena cultura financiera y en nuestras manos está hacer mucho más llevadera esta temporada.
Quienes quieran pasar un enero más tranquilo necesitarán conocer su situación financiera, planear gastos, hacer ahorros y no comprar aquello que no sea necesario. Todos los que en diciembre ignoraron estas prácticas y apostaron todo a la pachanga la tendrán un poco más complicada.
Desde este espacio les deseo a todos un excelente año, que 2023 esté lleno de salud, armonía, paz y felicidad en sus hogares. No permitamos que el fantasma de la cuesta de enero nos arruine el buen ánimo y los buenos deseos para un año que apenas comienza.