Primero la hipótesis obligada.
Imaginen, por un momento, que los gobiernos emanados del Partido Morena son los mejor calificados de la historia.
Imaginen que López Obrador resulta, según todas las mediciones de resultados, el mejor presidente de la historia.
Imaginen que Claudia Sheinbaum resulta, según todas las evaluaciones de su gestión, la mejor gobernante que haya tenido la capital del país.
Frente a las hipótesis planteadas arriba, no hay duda que la mayoría de las elecciones municipales, estatales y federales del país serían ganadas por los candidatos propuestos por el Partido Morena.
Según las mismas hipótesis, no habría duda de que los políticos de Morena serían aplaudidos y reconocidos por sus capacidades y habilidades para el ejercicio del poder y, por tanto, nadie pensaría el modificar las reglas electorales y en la destrucción del INE.
Y no sería necesario porque el sistema electoral mexicano, el mismo que legitimó la victoria de López Obrador y de Claudia Sheinbaum legitimaría a todos los triunfos de Morena en los tres ordenes de gobierno y en el Congreso de la Unión.
Y hora las preguntas obligadas.
¿Por qué razón, si López Obrador dice ser el mejor presidente mexicano y uno de los mejores del mundo, todos los días atenta contra el INE, contra la democracia y contra el sistema electoral todo?
¿Por qué razón, si es el artífice de un cambio histórico que aplauden todos los mexicanos, López Obrador hace todo lo necesario para destruir el sistema electoral y por qué obliga a sus legisladores hacen trampa, a violar la Constitución y a modificar, por ejemplo, las reglas para que los servidores públicos y el presidente, puedan realizar propaganda a favor de Morena y puedan difamar a los opositores?
¿Por qué razón, si los candidatos de Morena son los mejores políticos, los más honestos y los más eficientes, hacen trampa y, por ejemplo, en los comicios mexiquenses y coahuilenses por venir preparan una elección de Estado y tienen listo el montaje para llamar fraude a la derrota anunciada?
¿Por qué razón, si Morena es el mejor partido, si esos políticos son los mejores, desde Palacio López Obrador insiste en destruir al INE y en violar la Constitución mediante el llamado “Plan B” que no es más que una tramposa intromisión oficial en las elecciones estatales del 2023 y federales del 2024?
La respuesta a las interrogantes anteriores la conocen todos los mexicanos que están atentos a los fallidos gobiernos de Morena en todo el país y, sobre todo, la conocen quienes están atentos al fracaso de escándalo en los gobiernos federal de López Obrador y de Claudia en la capital del país.
¡Y cuál es la respuesta?
Que López Obrador, Claudia Sheinbaum y todos los morenistas saben que en el 2023 y el 2024 serán derrotados en las urnas a causa de su corrupción de escándalo, de su insuperable ineficacia y de los gobiernos fallidos en todo el país.
Por tanto, frente a la derrota anunciada, en Palacio, en Morena y en todos los gobiernos de ese partido preparan un monstruoso fraude de Estado, ordenado por el presidente y promovido con el dinero público que se desvía de sus objetivos en todo el país.
Y el mejor ejemplo está a la vista de todos: la tragedia que hemos visto y que padecen millones a diario en el Metro.
Y es que no es ninguna novedad que el presupuesto del Metro ha sido utilizado para la campaña adelantada y tramposa de Claudia Sheinbaum.
Y por eso las fallas cotidianas en el Sistema de Transporte Colectivo y por eso las tragedias con un elevado costo de vidas humanas.
¿Quién va a ganar una elección presidencial, si en su campaña derrochó el presupuesto del Metro, causando un grave daños a cinco millones de usuarios? Sólo podrán ganar mediante trampas; a través de una elección de Estado y violando la Constitución.
Tampoco es novedad, por ejemplo, que en el Estado de México el partido Morena ha postulado como candidata al gobierno estatal, a una delincuente electoral confesa, como Delfina Gómez.
¿Quién va a ganar una elección, con una candidata delincuente como Delfina Gómez? En los estados de México y en Coahuila Morena sólo podrá ganar mediante trampas, usando dinero ilegal y violando la Constitución.
Y aquí es donde viene lo más delicado de asunto.
¿Saben para qué es la militarización del país?
En efecto, para reprimir las protestas los reclamos y las movilizaciones sociales contra el fraude electoral.
Y es que López Obrador sabe que su partido será derrotado en todas las elecciones por venir, en 2023 y 2024, salvo que haga trampa.
Y una vez que sea derrotado, lanzará el golpe de Estado contra las instituciones y contra los ciudadanos para aferrarse al poder.
Al tiempo.