La población mundial alcanzará los 8000 millones el 15 de noviembre de 2022, según el informe “Perspectivas de la Población Mundial”, que también prevé que India superará a China como el país más poblado del mundo en 2023, de acuerdo con la vigésima séptima edición de “World Population Prospects 2022” de las Naciones Unidas que presenta las estimaciones y proyecciones de población oficiales.
En este informe nos explica cómo la fecundidad ha disminuido notablemente en las últimas décadas, hoy en día, dos tercios de la población mundial vive en un país o área donde la fecundidad es inferior a 2.1 nacimientos por mujer, nivel aproximado para mantener el nivel de población en lugares con mortalidad baja. Se proyecta que la población de 61 países o áreas disminuirá en un 1% o más entre 2022 y 2050, debido a sus niveles persistentemente bajos de fecundidad y, en algunos casos, a sus altas tasas de emigración.
En 2021, la fecundidad media de la población mundial se situó en 2.3 nacimientos por mujer a lo largo de su vida, habiendo caído de alrededor de 5 nacimientos por mujer en 1950. Se prevé que la fecundidad mundial disminuya aún más a 2.1 nacimientos por mujer en 2050. También explica el reporte que el crecimiento de la población se debe en parte a la disminución de los niveles de mortalidad, que se refleja en el aumento de los niveles de vida. A nivel mundial, la esperanza de vida alcanzó los 72.8 años en 2019, un aumento de casi 9 años desde 1990.
El reporte señala que las mujeres vivimos más. En 2019 la esperanza de vida al nacer para las mujeres superó por 5.4 años a la de los hombres, a nivel mundial las expectativas de vida fueron de 73.8 para mujeres, y 68.4 para hombres. Se observa una ventaja de supervivencia femenina en todas las regiones y países, que van desde 7 años en América Latina y el Caribe hasta 2.9 años en Australia y Nueva Zelanda.
El reporte dice que más de la mitad del aumento de la población mundial previsto hasta 2050 se concentrará en ocho países: Egipto, Etiopía, India, Filipinas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Tanzania. Países que se caracterizan por carecer de políticas sanitarias en favor de los derechos reproductivos de las mujeres. El reporte señala que las acciones adicionales gubernamentales destinadas a reducir la fecundidad haría poco para frenar el ritmo de crecimiento entre ahora y mediados de siglo, más allá de la desaceleración gradual indicada por las proyecciones presentadas aquí. Sin embargo, el acumulado impacto de tales cambios podría contribuir a una reducción más sustancial del crecimiento de la población mundial en la segunda mitad del siglo.
La alta fecundidad sostenida y el rápido crecimiento de la población presentan desafíos para el logro de un desarrollo sostenible. La necesidad de educar a un número creciente de niños y jóvenes, por ejemplo, atrae recursos de los esfuerzos para mejorar la calidad de la educación.
El control demográfico pasa necesariamente por garantizar el acceso universal a los servicios de atención de la salud sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar, la información y la educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y programas nacionales.
Se requiere garantizar el acceso universal a la salud reproductiva y sexual y otorgar a la mujer derechos igualitarios en el acceso a recursos económicos, como tierras y propiedades, para decidir libre y autónomamente sobre su cuerpo y sus derechos reproductivos.
El crecimiento de la población estresa la demanda de recursos para sostenerla y alimentarla con sus efectos en el medio ambiente, la relación entre población y desarrollo sostenible debe considerarse en el contexto del cambio climático y otros desafíos ambientales globales que tienen un impacto directo en la sostenibilidad ambiental. Donde el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento y el desarrollo sostenible a nivel mundial. Solo con el ejercicio de su derecho a la salud reproductiva y sexual de las mujeres podremos tener un crecimiento de la población sostenible.