La diplomacia activa debe continuar en el diferendo entre Rusia y Ucrania cuando se observan señales inequívocas del comienzo de una reducción de la tensión; el gesto, sin embargo, no es gratuito y Vladimir Putin, uno de los actores, pide un acuerdo global.
Moscú ha dejado entrever la posibilidad de comenzar a retirar algunas unidades militares que mantiene desplegadas en las inmediaciones de la frontera ucraniana.
Un análisis de la Universidad de Colima (México) anota que en medio de ese ajedrez geopolítico, el presidente ruso Vladimir Putin no quiere una guerra en Europa y ha rescatado todas aquellas propuestas diplomáticas presentadas a Ucrania y a los líderes de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Pero, dijo que en el contexto de la diplomacia debe haber un acuerdo global que responda a los intereses de todos los involucrados.
El reclamo de Putin es en materia de seguridad en sus fronteras y áreas de influencia y exige que no se amplíe la OTAN hacia el este de Europa, lo que incluye a Ucrania, y el consecuente despliegue de sistemas de misiles a escasos kilómetros de sus límites territoriales o de sus aliados identificados como miembros de la antigua órbita soviética.
El Ministerio de Defensa de Rusia anunció, a través de su portavoz, Ígor Konashénkov, que las unidades de las circunscripciones militares oeste y sur, desplegadas cerca de la frontera con Ucrania, se replegarían a sus bases.
Son más de 130 mil soldados rusos, con todo y sus pertrechos y material de guerra, artillería, unidades aerotransportadas o buques de la Armada, que están apostados a lo largo de esos límites. No hay una cantidad exacta de militares que se movilizarán.
Pero Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores, enseguida aclaró que ese repliegue no se debe a la “histeria” de Occidente, ya que estaba programado con anterioridad.
Una respuesta inicial de los aliados vino por parte de la embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, Julianne Smith, quien enfatizó que se deberá verificar si Rusia realmente está llevando a cabo esa retirada de tropas. Washington necesita saber más al respecto.
Ucrania, en tanto, a través de su ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró que su país se creerá la retirada de algunas unidades militares rusas cuando “lo vea con sus propios ojos”.
Más cauta ha sido la OTAN, pues su secretario general, Jens Stoltenberg, reaccionó afirmando que “hay señales desde Moscú de que la diplomacia debería continuar”.
En este punto de tensión mundial, la diplomacia avanza, su fracaso o éxito dependerá de la voluntad de las partes.
Ucrania pidió el último sábado que el Consejo de Seguridad se reúna hoy, martes (27) para abordar los referendos de anexión que Rusia convocó en varias regiones del país (y que se cierran precisamente ese mismo martes), unas consultas que considera una “violación brutal” de la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional.
El gobierno ucraniano a través de sus diplomáticos ha pedido que en la reunión puedan intervenir un representante del Gobierno de Ucrania y también el secretario general de la ONU, António Guterres.
La administración de Ucrania insiste en acusar a Rusia de “seguir violando a la soberanía e integridad territorial de Ucrania al organizar un simulacro de ‘referendos’ en los territorios temporalmente ocupados” para consultar su anexión, sobre los que las autoridades prorrusas han destacado una alta participación, mientras que Ucrania denuncia coacciones.
El Gobierno de Rusia ha respondido que “respetará incontestablemente los resultados de los referendos”, aunque no quiso aclarar si procederá a la anexión inmediata tras publicarse los resultados.
El gobierno ruso se quejó el último fin de semana en el seno de la ONU que Occidente (Estados Unidos y la Unión Europea) “no es neutral, sino parte del conflicto”.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov aseguró que su país “respetará los resultados” de los referendos en las regiones de Ucrania que estos días votan su posible anexión a Rusia. Insistió, posteriormente en diálogo con periodistas, que Europa ha permitido que florezca una “rusofobia” y un “racismo” que ha desembocado en la actual guerra en Ucrania, lanzada supuestamente en auxilio de la minoría rusa.
Lavrov dijo que el Consejo de Seguridad, máximo órgano de la ONU, está dominado por los países occidentales y que es hora de que países como Brasil o India, además de alguno que represente al continente africano, tengan asiento permanente en el Consejo. Lamentó que los países occidentales estén presionando a los países de Latinoamérica, África y Asia para alinearse con ellos en el conflicto de Ucrania.
“La filosofía de ‘ellos o nosotros’ no ha desaparecido en Europa”, dijo, y consideró que eso mismo ha sucedido en Ucrania, donde se ha obligado a su pueblo a caer en brazos de Occidente y contra Rusia.
Rusia ha venido reclamando a través de sus diplomáticos una nueva arquitectura mundial que refleje el multilateralismo sobre el que supuestamente se basa Naciones Unidas.
“Se acabó el modelo unipolar del mundo”, según Rusia, pero al respecto hay mucho silencio.