La sexualidad siempre ha sido un tema que ha interesado y preocupado a las diferentes sociedades a lo largo de la historia. Su ejercicio ha sido representado por diferentes culturas en esculturas, pinturas, poesía y muchos otros mecanismos para expresar sus dudas, sus inquietudes, sus anhelos y sus deseos, pero también ha provocado reflexiones en diferentes áreas del conocimiento, vinculándose con otras perspectivas como la de la política, en la que diversos pensadores han reflexionado sobre las formas en que las prácticas sexuales han sido controladas con fines de coerción social e ideológica.
Por lo tanto, es una temática que atraviesa, directa o indirectamente, muchos aspectos de la vida de las personas y de las relaciones interpersonales, así como de tasas demográficas, las políticas poblacionales, los derechos humanos, dando pie al surgimiento de los derechos sexuales y reproductivos, la composición de los cuerpos, las emociones y todo lo existente alrededor de ellas.
A lo largo de la semana se presentaron algunos estudios relevantes enfocados a algunos aspectos de la sexualidad de las personas y sus implicaciones, por ejemplo, se compartió que para las mujeres de 20 años tener niñas/os dependientes limita el acceso a la educación y al trabajo remunerado. 7.5 de cada 10 sin niñas/os dependientes son estudiantes o empleadas,en contraste, solo 4 de cada 10 con niñas/os dependientes estudian o trabajan, por lo que estas desventajas para las mujeres significan pérdidas económicas y sociales para toda la comunidad, de acuerdo con el estudio “Embarazo temprano en México. Panorama de estrategias públicas y análisis de la Enapea” de la Red de Estudios sobre Desigualdades en El Colegio de México.
Por otra parte, la Encuesta de Opinión sobre Religión, Política y Sexualidad en México 2021, elaborada por Católicas por el Derecho a Decidir revelo que “seis de cada 10 personas están a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo y prácticamente cinco de cada 10 aprueban la adopción por parte de estas parejas”, y “tres de cada cuatro personas coinciden en que la legalidad del aborto tiene impactos positivos en nuestra sociedad, y dos de cada tres se oponen a que una mujer o persona con capacidad de gestar vaya presa, por no querer continuar con su embarazo”.
Varios de estos temas se discutirán en un encuentro académico que se ha consolidado a lo largo de más de dos décadas, la Semana Cultural de la Diversidad Sexual del Instituto Nacional de Antropología e Historia, organizada por la Dra. Yesenia Peña Sánchez y la Maestra Lilia Hernández Albarrán, de la Dirección de Antropología Física, cuyo lema es “La diversidad somos todas, todos y todes”., en su vigésima edición, que tendrá lugar del 4 al 9 de septiembre, con el siguiente programa.
Reflexionar y dialogar sobre las diferentes maneras sociales y culturales de pensar los cuerpos y las identidades, desde las voces de las comunidades y las subjetividades personales es el objetivo del encuentro que conjunta siete conferencias magistrales, cinco mesas de debate, cuatro conversatorios y siete presentaciones editoriales que podrán apreciarse por el canal de la Coordinación Nacional de Antropología del INAH en YouTube, así como 13 películas y documentales que serán transmitidos por la plataforma de FilminLatino.
La Semana tendrá tres vertientes: la inclusión para superar toda forma de discriminación y exclusión que impidan o dificulten el acceso, la participación y el aprendizaje social y la generación de políticas públicas, estrategias y programas. La vida cotidiana y la interseccionalidad como herramienta que profundice en el análisis sobre las categorías de cuerpo, género y sexualidad, como también del surgimiento de desafíos de los procesos de discriminación y violencia. Y la cultura y el arte, con el fin de dialogar sobre los imaginarios de la diversidad sexual en los medios de comunicación, particularmente en la literatura y el cine.
Las temáticas serán las disidencias sexo-genéricas, la invisibilidad de algunos aspectos de la diversidad sexual (asexualidad, personas no binarias, intersexualidad, entre otros) y la presencia de lógicas particulares en poblaciones indígenas diferentes a las construcciones políticas de diversidad sexual occidental.
Por cierto, la Semana arrancara el 4 de septiembre, Día Mundial de la Salud Sexual, conmemorado desde 2010 para convocar a la comunidad global a unirse en la promoción de la salud y bienestar sexuales para crear un mundo en el cual la salud sexual sea óptima para todas las personas. Y que en este año, su lema es “¡Hablemos del placer!” Ya que el placer es una parte importante de la salud sexual la cual, a su vez, es fundamental para la salud y el bienestar en general.
Desde hace décadas, la propuesta feminista planteaba que todo lo personal es político, exigiendo que las temáticas como la sexualidad, la violencia, las relaciones entre hombres y mujeres, la planificación familiar, se discutieran en el ámbito público y no se relegara su abordaje bajo el pretexto de que eran asuntos de corte privado. De ahí la relevancia de la XXI Semana Cultural de la Diversidad, pues se ha convertido en uno de esos espacios en los que las discusiones han abonado a la construcción de una sociedad incluyente, que aún requiere de más reflexión para dejar al lado los prejuicios, la discriminación y la violencia en contra de quienes no siguen las normas establecidas, pero si representan a una de las mayores cualidades de la humanidad, la diversidad.