Algunos dicen que el infierno no existe, pero estar 900 días en una huelga que sigue sin parar, lo confirma. El presidente te da la espalda, la autoridad laboral ya no responde, se autoriza la contratación de esquiroles, se paga sueldo íntegro a la directora de Notimex como si nada ocurriera y la ley federal del trabajo se manda a la basura.
Este 8 de agosto se cumplieron 900 días de una huelga que nunca debió estallar, pero Sanjuana Martinez apenas a unos días de ocupar la dirección de la agencia Notimex se dedicó a incumplir el contrato colectivo de trabajo y a despedir trabajadores como si fueran objetos tirados por la ventana.
Adriana Urrea, secretaria general de Sutnotimex, denunció en el día 900 de la huelga, durante el programa de Julio Astillero que la directora de la fallida agencia de noticias lleva erogados 500 millones de pesos a pesar de la existencia de la huelga, y que al final del sexenio esta cifra se elevaría a mil millones de pesos.
En tiempos recientes no se había visto que un gobierno autorizara contratar esquiroles para desconocer una huelga legalmente existente, que se usara el presupuesto público como si fuera propiedad de una persona y disponer de él para burlarse de una huelga, o que se agredieran, acosaran y desconocieran los derechos laborales de trabajadores periodistas de un organismo público.
¿Se pueden imaginar los funcionarios públicos que deciden atacar una huelga legal lo que significa estar 900 días metidos en tiendas de campaña en plena calle sin salario defendiendo un derecho colectivo reconocido en la Constitución?
A pesar de que 80 trabajadores tienen laudos favorables para ser reincorporados a sus puestos de trabajo, esos fallos han sido ignorados por el gobierno federal.
¿Conocen los funcionarios que atacan la huelga lo que significa la dignidad de trabajadores periodistas sorprendidos por lo que hace este gobierno?
La dignidad es una palabra que debe escribirse con mayúscula porque representa lo más valioso del ser humano. Es defender no solo la vida, la integridad o una fuente de trabajo, sino también un contrato, un salario, prestaciones y a su organización sindical. Todo lo necesario para lograr el sustento de la familia.
Dignidad es la que tienen los y las trabajadoras de Notimex que cuando llegan a su casa miran de frente y con orgullo a sus hijos, a su familia, a sus amigos, a sus compañeros, a otros trabajadores.
La dignidad es una palabra que no conocen los funcionarios de gobierno que atacan una huelga reconocida por nuestras leyes. Porque no tienen idea del daño que le hacen a este régimen que encabeza el presidente López Obrador, que quedará como un gobierno que pisoteó el derecho de huelga de sus propios trabajadores.
Los asesores del presidente y el propio secretario de gobernación deben aconsejar que esta huelga del infierno se levante para rescatar la posición de un gobierno que debe ser congruente entre el decir y el hacer.
Debe abrirse la fuente de trabajo y hacer una gran fiesta en la que se reinstale a los huelguistas despedidos y se comprometa la autoridad a cumplir el contrato colectivo de trabajo y a respetar la organización sindical.
Levantar la huelga para rescatar una verdadera agencia de noticias que dignifique al gobierno.
Es inadmisible que se pregone por la libertad sindical y el respeto por los derechos obreros, mientras que en la propia casa se les pisoteen y se les burlen.
Es inconcebible que se diga que no se levanta la huelga porque la señora Sanjuana Martínez, directora designada de Notimex no lo acepta.
¿Quién gobierna entonces? Una sola persona no puede manchar a un gobierno, cualquiera que sea.
Desde este espacio le decimos a quien deba resolver la huelga de Notimex: son tiempos de enmendar y corregir errores.
A los y las trabajadoras de Notimex, un reconocimiento por enaltecer la defensa de sus derechos y su dignidad, y ser un ejemplo para los trabajadores de este país.
A los funcionarios mata huelgas, que cuando lleguen al infierno no les preguntarán lo que significa la palabra dignidad, no se apuren.
De otros avatares
En estas horas tan difíciles que viven las familias de los mineros atrapados en la mina de Sabinas en el estado de Coahuila, expresamos nuestra mayor solidaridad.