CORRUPCIÓN Y ARTE

El carro de heno y la corrupción

La corrupción se ha hecho presente desde tiempos inmemoriales de la humanidad y ha ido aparejada a una gran cantidad de actividades como el arte. | Arístides Guerrero

Escrito en OPINIÓN el

Recientemente me surgió la inquietud de reflexionar en torno a las maneras en que la corrupción se ve reflejada en el arte y en la que ambos aspectos pueden ser rastreados en antecedentes muy remotos de la humanidad en experiencias como el relato bíblico, el Código de Hammurabi o las civilizaciones griega y romana.

Una de las explicaciones más lúcidas sobre el tema que he tenido oportunidad de analizar es la de la historiadora española Sara Rubayo, quien a la luz de diversas obras artísticas pone de relieve las implicaciones de la corrupción en el arte. En ese sentido, señala como una de las obras más representativas el tríptico “El carro de heno”, autoría de El Bosco en el año 1515, en el que se refleja que más allá de la clase social u origen de las personas, están poseídas por el deseo de gozar riquezas materiales, y que en caso de incurrir en conductas avariciosas y corruptas, estaríamos “condenados” eternamente. (1)

Este tríptico, que se encuentra expuesto en el Museo del Prado en Madrid, España, muestra en el panel izquierdo a la humanidad desnuda, “pura”, alejada de las tentaciones y vicios de la vida material en el Paraíso Terrenal. 

En el panel central del tríptico podemos apreciar una gran montaña de heno en la cual está montada un carro, que representa los bienes, riquezas y placeres del mundo, para reflejar su naturaleza efímera y la lucha de los seres humanos peleando por un poco de ese heno. Además, retrata la posición de actores como el papa o los emperadores que, dada su posición encumbrada, no tienen necesidad alguna de enfrascarse en dicha lucha.

Finalmente, en el tercer panel del tríptico se refleja el destino de quienes se involucran en la búsqueda encarnizada de dichos placeres: el infierno, el cual está representado como un paisaje en llamas en el que se dará castigo a la humanidad.

Desafortunadamente, la corrupción se ha hecho presente desde tiempos inmemoriales de la humanidad y ha ido aparejada a una gran cantidad de actividades como el arte. Asimismo, es importante señalar que el arte y fenómenos como la política o el derecho, tienen muy importantes y estrechos vínculos a partir del rol performativo del arte, pues históricamente ha servido como un medio de denuncia y cuestionamiento de regímenes corruptos.

Por ello, es importante y valioso reivindicar el carácter disruptivo del arte en contextos de corrupción, pues las emociones, el humor o la ironía derivadas del ejercicio artístico son un poderoso motor de transformación social y de superación de condiciones adversas como la opacidad gubernamental, el debilitamiento institucional o el autoritarismo.

Sobre estas interesantes cuestiones tuvimos la oportunidad de disertar en el Quinto Congreso Internacional de Filosofía, Arte y Derecho, el cual fue una iniciativa conjunta de diversas entidades académicas de la UNAM, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y el INFO CDMX, en el que se expusieron una gran cantidad de comunicaciones relacionadas con las intersecciones entre dichas áreas del conocimiento.

1.  Martínez, Samuel, “Un duque, un hipopótamo y tres ejemplos más sobre la corrupción en el arte”, El País, 29 de junio de 2022. Disponible en: <https://elpais.com/videos/la-galeria/2022-06-30/un-duque-senalado-un-hipopotamo-gigante-y-tres-perspectivas-mas-sobre-la-corrupcion-en-la-historia-del-arte.html>. La versión en video de estas reflexiones puede ser encontrada en: El País, “Un hipopótamo gigante y otras perspectivas sobre la corrupción en el Arte”. Disponible en: <https://www.youtube.com/watch?v=IxnbtjYC0nM>.