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OPINIÓN

Remesas que duelen

¿Por qué cada vez son más las remesas? | Joel Hernández Santiago

Escrito en OPINIÓN el

De tiempo en tiempo el gobierno mexicano canta canciones felices. Con orgullo triunfal dice que las remesas provenientes de Estados Unidos de América, enviadas por mexicanos que trabajan allá, crecen y crecen cada vez más. Son millones de dólares que caen como lluvia en tierra infértil.

Sobre todo porque estas remesas llegan casi siempre a familias que viven en condiciones precarias; familias que tuvieron que amputarse con la salida de un hijo –y ahora cada vez más- también hijas, o esposo, que se van a buscar mejores condiciones de ingreso para satisfacer las necesidades del hogar, para rescatarse de la pobreza y hacerse de un poco de aire fresco en el entorno.

Ya se ha dicho hasta el cansancio que muchos de los mexicanos que migran lo hacen porque en su lugar de origen no tienen condiciones de desarrollo, de progreso, de seguridad social formal; con falta de apoyos de gobierno y casi siempre abandonados a su suerte. La salida es huir, para cambiar…

Otras razones son la de la propia voluntad de los muchachos que quieren cambiar de aire, ir a probar suerte y vivir la aventura del exterior; un modo hedonista de migrar. También lo hay.

Pero hoy también hay miles-miles de mexicanos que huyen de las condiciones de inseguridad en sus pueblos, en sus municipios, en sus villas, en sus colonias urbanas… La amenaza de la muerte ronda estos lugares y la gente se desplaza ya para vivir en lugar seguro o por lo menos a salvo, mientras que otros se van y dejan vida y recuerdos atrás.

Lo tienen hacen porque no tienen el aliciente de la seguridad pública o, en algunos casos, son víctimas de complicidades entre autoridades y crimen organizado.

Salir del hogar y la tierra que se quiere es decisión difícil. Pero es. Y cada día hay más y más mexicanos que salen del México. Preferentemente a los Estados Unidos. Y arriesgan la vida para llegar al “Mundo de Oz” en donde, como trabajadores indocumentados, con frecuencia, son maltratados, perseguidos, amenazados y al mismo tiempo útiles.

De tal forma llegan allá y trabajan-trabajan-trabajan y obtienen sus ingresos ganados con enorme esfuerzo y dignidad. Y son esos ingresos, obtenidos fuera, los que llegan en forma de remesas al país, para sustituir obras e infraestructura, salud y educación que en México el gobierno-los gobiernos no aportan y no planean solucionar en tanto esas remesas les solucionen el problema.

Así que, lo dicho, de tiempo en tiempo por ese gobierno, vanagloriándose de la llegada cada vez mayor de remesas debiera entenderlo como un llamado de atención a sus responsabilidades, o mejor dicho, a sus irresponsabilidades porque la gente que se va debería estar aquí, bajo resguardo, con apoyos, con facilidades para su trabajo, para su productividad agrícola o industrial o de servicios; bajo resguardo –también- de la inseguridad pública cada vez más agria y criminal.

Y lo dicho, si las condiciones de vida para todos nuestros migrantes fueran mejores en México no habría  necesidad de que migraran y, por lo tanto, no la habría de recibir un porcentaje mínimo de la riqueza enorme que aportan los mexicanos a la economía estadounidense.

Así, el suspiro de alivio del gobierno federal, estatales y municipales, tendrían otro sentido, el del trabajo cumplido y la protección del mexicano en su propia tierra.

A la letra se sabe que las remesas en abril de este año ascendieron a 4 mil 718 millones de dólares, lo que es el monto mensual más alto en el primer cuatrimestre del año, y que representa un aumento de 16.5 por ciento respecto al mismo mes del año pasado.

Según cifras del Banco de México (Banxico) el acumulado de enero a abril fue de 17 mil 240 millones de dólares, o sea, un incremento de 17.5 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.

El 99 por ciento de los ingresos por remesas en el primer cuatrimestre de 2022 fue realizado mediante transferencias electrónicas; el 0.7 por ciento en efectivo, y el 0.3 por ciento de los envíos fue mediante money orders.

En los últimos doce meses (de mayo 2021 a abril 2022), las remesas sumaron un monto récord de 54,162 millones de dólares.

¿Por qué cada vez son más las remesas? Son muchas las razones. Y lo dicho: Una de ellas, sobre todo dolorosa y terrible: la de que cada vez más mexicanos huyen del país, al norte, por causa de la inseguridad, por el crimen organizado, por la violencia imparable, porque nada ni nadie la contiene y porque se sienten inseguros en su propia tierra.

Nadie los protege y nadie hace algo por evitar la causa de origen. ¿Era esto lo que se tenía prometido? ¿Y entonces? Por lo pronto sí, que sigan llegando las remesas cada vez mayores. Que se siga festejando esta recepción desde el gobierno-los gobiernos.

Mientras allá, en tierra ajena, muchos mexicanos mueren en el camino, o son vejados, humillados, ofendidos, degradados… O si consiguen insertarse de forma progresiva ya no miran hacia el sur, no quieren volver la vista atrás. De otro modo es un cambio de vida.