Dentro de la historia de las transformaciones en México, se fueron generando diversos hechos que movilizaron a muchos ciudadanos que decidieron dedicarse al servicio de las armas. Así, en cada promulgación de los diferentes planes, se iniciaban rebeliones con ejércitos de militares –en muchos casos– sin formación académica.
Las dificultades económicas y políticas impidieron en aquellos días que existieran las condiciones necesarias para llevar a cabo su profesionalización. Una vez consolidada la revolución mexicana, es cuando se comienza la desmovilización de aquel ejército revolucionario y la institucionalización del actual ejército mexicano. Es importante señalar que muchos hechos de armas han sucedido desde aquellos días hasta nuestra actualidad, donde el militar mexicano de tierra, aire y mar, ha demostrado sus valores, ofrendando muchas veces su vida por la Patria.
Durante esta desmovilización, se crearon –precisamente– las condiciones necesarias para que aquellos militares no tuvieran que mendigar, convertirse en forajidos o crear nuevas rebeliones en pro de sus derechos. Pero los tiempos han ido mutando junto con las necesidades actuales.
Por tal situación, hoy existe la problemática de nuestros militares mexicanos que ingresaron a partir de la década de los años 70, 80 y 90. Cuando cambió su situación de estar en el servicio activo a la situación de retiro de clase de Tropa y Oficiales. Su percepción económica, en la mayoría de los casos ha sido insuficiente para brindarles estabilidad.
Cuando estas generaciones de militares dejaron la situación en activo, les sucedió lo siguiente:
1. Dejaron de percibir la cantidad que venían recibiendo de forma periódica en su salario.
2. Dejaron de tener acceso a las becas del 100% para sus hijos, que solo se otorga a los que se encuentran en servicio activo.
3. En caso de solicitar un préstamo hipotecario no les alcanza con los precios actuales del mercado (principalmente los que tienen que cubrir una pensión alimenticia).
4. En muchos casos, la mayoría no cuenta con un grado académico u oficio que pueda ayudarlos a desenvolverse en una nueva atmósfera de la vida civil, ya que no pueden cubrir un perfil para un cargo público.
5. En recientes fechas se había creado una bolsa de trabajo, pero todo está enfocado a la seguridad privada para ser escoltas. Muchas veces no todos cuentan con la debida capacitación para la protección ejecutiva, la cual no tiene que ver nada con las operaciones que se realizan de manera común en el servicio activo.
6. No existe una solución tangible para todos los militares que han desarrollado trastorno de estrés postraumático, que data desde los inicios del conflicto en el estado de Chiapas, la guerra de Calderón y las operaciones de alto impacto.
7. El personal del área de seguridad social es una alta burocracia que solo labora de las ocho de la mañana a las dos de la tarde de lunes a viernes con cinco personas para atender un mundo de gente que requiere cambiar su hoja de trabajo, afiliar o actualizar a sus derechohabientes, entre otros asuntos. En las delegaciones foráneas tardan hasta seis meses para hacer un trámite, y todavía regresan el documento adjuntado para que se reponga el error. Esa es la verdadera problemática ante la ineficiencia de ese personal y la falta de tecnología en sus sistemas tradicionales.
8. Por desgracia en la problemática del servicio médico prevalece aún la falta de medicamento para los derechohabientes.
Qué es lo que se propone
a) Se mejore el haber de retiro del personal de tropa y oficiales que brindaron sus servicios en activo.
b) Que se celebren acuerdos con la UNAM, el IPN o diversas universidades autónomas de los estados, para aquellos elementos que deseen cursar una licenciatura o posgrado para mejorar su calidad de vida y la de sus hijos.
c) Que se mejore el proceso de la Bolsa de Trabajo para los que buscan empleo puedan ser enlazados con instituciones que requieran personal militar retirado debidamente acreditado.
d) Que se puedan crear sitios de convivencia familiar para que se desarrollen eventos, expos, ceremonias, etc., para aquellos militares retirados, (por ejemplo el salón República, Campo Marte, etc.).
El verdadero militar, es un hombre de letras y de armas, con el idealismo de vocación al servicio de la Patria, donde el honor, el valor, la disciplina y la lealtad se demuestran con hechos (sólo los pigmeos deshonran el uniforme); porque la nobleza no se hereda, sino más bien se cultiva con la conducta. No adorna el vestido al pecho, sino el pecho es el que adorna al vestido… La principal hazaña es obedecer.
Por último, se escucha en radio pasillo que en recientes pláticas, presididas por el General Secretario, se tiene contemplado un aumento del haber de retiro, así como una oficina de gestión para atención al personal en esta situación. Esperemos que no solo sea llamarada de petate o que solo se trate de lavar el casco al personal.