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OPINIÓN

Se rentan vientres, se venden vidas: la gestación subrogada en México y el mundo

¿Cuánto cuesta tener un bebé? ¿Cuánto pagan por ser madre subrogada? Mejor dicho… ¿cuánto vale la vida de un ser humano?. | Paola Becerra

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Basta con tener una cuenta de Facebook y teclear en el buscador: “vientres en renta”, y dar enter…

Al principio creí que se trataba de alguna broma o grupos de discusión al respecto, pero no; así como puedes adquirir un sofá-cama en venta a través de redes sociales, puedes postularte como persona gestante o bien, lograr cumplir tu anhelado sueño de convertirte en padre… suponiendo que todos aquellos que adquieren estos servicios, estén motivados por un genuino deseo de convertirse en padres.

Sin duda existen temas muy particulares en donde se acaloran las sobremesas y las amistades se tornar ríspidas, aborto, regulación de drogas, uso de armas, etcétera, etcétera; pero genuinamente creo que no hay tema más complejo y profundo que el de la maternidad o gestación subrogada; ¿por qué? Porque involucra a muchas, muchas personas… Vamos a detenernos en algunos puntos.

La evaluación de la idoneidad o no de una pareja heterosexual, homosexual, casados, en unión libre, una mujer soltera, un hombre soltero, una pareja joven, una pareja de más de cincuenta años; las variantes podrían continuar y continuar, no la podemos resumir a exámenes psicológicos, entrevistas con trabajadores sociales y controles de calidad para determinar si alguien es apto para ser padre o no, en realidad nadie nacemos con ese expertise.

Ahora, cómo no saber si esa pareja profundamente enamorada, comprometida con la crianza y el reto que implica ser padres, no se trata de un par de pervertidos líderes de una célula de tráfico de menores, pornografía infantil o rituales de santería. 

No son ideas descabelladas, en absouluto podemos dejar de observar que México ocupa el primer lugar en contenidos y distribución de pornografía infantil de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, y por si fuera poco la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito reportó que la proporción de menores víctimas de trata se ha triplicado en los últimos quince años.

Los anuncios que se publican en “Maternidad subrogada-CDMX-Realizando el sueño de ser padres” tienen requisitos relativamente sencillos de cumplir; ser mexicana, en un rango de edad de entre veinte a treinta y cinco años, haber tenido máximo dos cesáreas, no tener vicios o enfermedades crónicas y el más curioso… ser madre.

Las posturas de los grupos feministas se contraponen en el debate de este tema, por un lado los feminismos más radicales buscan prohibir esta práctica ya que de acuerdo con su opinión, cosifica a las mujeres y vulnera a quienes rentan sus vientres, ya que suelen ser mujeres con desigualdades estructurales provenientes de nichos con mayor vulnerabilidad.

Por otro lado, el feminismo más liberal busca regularla y claro, no criminalizar a las mujeres subrogantes; al menos me parece que ese punto debería de ser incuestionable.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, la CEDAW, el Comité de los Derechos del Niño y la Relatoría Especial Sobre la Venta y la Explotación Sexual de Niños son algunos de los organismos internacionales que se han pronunciado al respecto. Hablan de que se garantice el consentimiento voluntario e informado de ambas partes, la necesidad de que este asunto sea regulado por las autoridades de salubridad, códigos civiles y familiares pero lo más importante… salvaguardar a toda costa el interés superior de la niñez.

Y es que, es de pequeños bebés sin capacidad aún de decisión de los que estamos hablando, es de niños que son tratados como inmuebles que mediante contratos notariales son negociados.

Y yo me pregunto ¿cuánto cuesta tener un bebé? ¿cuánto pagan por ser madre subrogada? Mejor dicho…¿cuánto vale la vida de un ser humano? 

La mayoría de publicaciones ofrecen entre doscientos y doscientos cincuenta mil pesos por hacer estos sueños realidad… lo que más debería de horrorizarnos, es que hemos sido capaces de ponerle precio a la vida de un ser humano.