Recientemente la Secretaría de Movilidad de la CDMX comenzó un embate contra los motociclistas tratando de prohibir su circulación por varias zonas que son punto nodal para recorrer la capital en poco tiempo, esto para las motocicletas más pequeñas de 600 cc de cilindraje. Es decir, si no tienes una moto de un costo aproximado de $200,000 en la capital de “la honestidad que da resultados”, ya no podrás circular por el Viaducto, el Circuito, ni Periférico, te querrán bloquear y eso solo entorpecería la vida de más de 50 mil repartidores (cifra calculada en algunos medios) que laboran o se autoemplean en la CDMX, y de todos aquellos que hoy han decidido que la movilidad se vive más y mejor en 2 ruedas, un casco y un motor.
Y si bien, yo sé que este tema es controvertido y que mucha gente se te viene encima cuando hablas de las motos y nuestros derechos, nadie puede negar que no solo es una manera de sobrevivir de mucha gente, sino que siempre quedan en medio de automovilistas y ciclistas. De manera muy respetuosa lo digo, no porque no se trate de tu transporte favorito (las bicis) querido Andrés Lajous, es justo que hagas algo contra este sector.
El gobierno asegura que esta medida de restringir la circulación de las motos en vías de uso controlado es para salvar vidas. Ante ese argumento nadie diría nada en contra, evitar la muerte y accidentes es responsabilidad de todos. Pero en las dos juntas que han tenido con el gremio de motociclistas, por lo menos en la segunda, mostraron cifras de un incremento de accidentes con motos, pero no tienen cómo comprobar que limitando el uso de las vías controladas disminuiría dicha cifra porque no tienen el factor de origen del incidente de tránsito.
Tampoco cuentan con cifras reales de la cantidad de motociclistas en las causas, ni de la naturaleza de los viajes, y mucho menos cuentan con un censo que dé certeza del por qué mucha gente optamos por este medio de transporte por encima de los demás y la necesidad de usar TODAS las vías posibles con las que cuenta esta ciudad.
Cada conductor debe ser responsable de sus decisiones, su manera de conducir y de la corresponsabilidad que esto conlleva, cualquiera que sea su vehículo. Y así como la SEMOVI ha optado por defender y hasta llegar a imponer a las bicis a cualquier costo (y yo he defendido las ciclovías y el uso también de este transporte), no es válido tomar decisiones sin sentido y basadas en suposiciones y estigmas.
Las cifras que muestran son un ejercicio bien construido de justificación de una medida tomada al vapor y que no obedece a una política seria de gobierno, sino a un cúmulo de suposiciones bien acomodadas para justificar que hagan algo en contra de los motociclistas, pero no pueden asegurar lo que señalan.
Las terribles y lamentables muertes señaladas de esos motociclistas pueden obedecer a mil factores más donde muchos automóviles pudieron estar involucrados; tal vez alterando el estado del conductor, tal como ocurre con los coches a exceso de velocidad o el estado actual de muchas calles que ponen en riesgo la vida de motociclistas y ciclistas. Pero nada de esto se acabará limitando nuestro derecho de movilidad.
Un vocero del sector vulnerado exigió que primero hagan el censo de propiedad de las motos, que estudien las rutas, horarios, necesidades y que empiecen a analizar nuestras necesidades antes que intentar prohibir nuestro paso, ¿o es que acaso planean que todos rompamos las leyes para poder cobrarnos multas, generar más dinero y esta sea una medida más precautoria que de “salvaguarda de vidas”? ¿Por qué siempre nos hacen pensar lo peor?
Acá muchas cosas que SEMOVI ignora y ataca con esta posible medida (hoy suspendida hasta nuevo aviso gracias a los valientes motociclistas que nos defendieron a todos):
- Los repartidores y sus necesidades.
- Los que andan en motonetas.
- Los que usamos la moto para transporte individual.
- El aspecto de género y posibilidades de desarrollo económico de las mujeres.
- La posibilidad de existencia de mototaxis individuales.
- La libertad de movilidad asegurada en nuestras leyes.
- Controlar que 9 de cada 10 conductores de automóviles vayan distraídos en el celular.
- La pasión de un sector que por años ha sido discriminado, poco respaldado y que nuestras avenidas no están construidas ni para protegernos ni para salvaguardar nuestra integridad porque para motociclistas no hay carriles confinados.
- Los motociclistas no son salvajes, obedecen a la naturaleza y la posibilidad de su vehículo.
- Y si bien si muchas motos son usadas para robar, los coches también son usados para secuestrar, violar e invadir; los camiones también son usados para asaltar; el metro es usado para narcomenudeo, trata y venta de productos ilegales; y no por todo lo anterior la Secretaria de Movilidad busca limitarlos, atajarlos o inhibir su uso y posibilidad de expansión así que ¡sean justos y no ataquen a los que nos movemos en 2 ruedas!
No todo son bicicletas, los coches y las bicicletas no son el centro exclusivo de movilidad. ¿Cómo se les ocurre prohibir, coaccionar o hacer cualquier cosa contra una forma de transporte como las motos, cuando no han sido capaces de solucionar el problema del metro y cuando el cablebús y trolebús elevado aún no tienen solución… además que ni de broma ofrecen ni la velocidad, comodidad y facilidad que una moto da?
Le guste o no el tema a Lajous y a todos los funcionarios de esta ciudad, el uso de la motocicleta con todo y sus retos es una realidad, una necesidad para algunos, muchas posibilidades para otros. En esta legisladora de la ciudad tienen una voz que los entiende, con todos sus claroscuros, y que buscará que no se aplique ninguna medida que los limite, perjudique, amenace o discrimine.