Entre los pendientes y enormes retos que todos vivimos durante la Pandemia, hace unos días los compañeros de la Fundación Poniatowska, me avisaron que tenía un libro en la caseta de vigilancia, pasé a saludar a Felipe Haro, su director y ahí me lo entregaron. Se trata del libro de fotografía que León Chiprout me envió en mayo de 2021 con una amable dedicatoria para que conociera su trabajo. Año y medio después de aquella entrega, aquí les cuento sobre su obra.
Chiprout arrancó muy joven en el mundo de la música, cuando rondaba los 17 años él ya era un profesional en esa materia y tocaba con otros artistas. Fue parte del grupo Alex Syntek y la ‘gente normal’. Y fue justo en esa época -así lo cuenta en entrevista- que comenzó a estudiar fotografía, así pues, de alguna manera se hizo fotógrafo y músico al mismo tiempo.
Bienvenido a la vida es el nombre del tercer álbum de la banda mexicana “Aleks Syntek y la Gente Normal” y fue lanzado al mercado en 1995, el mismo año en que León Chiprout deja la banda para dedicarse por completo a la fotografía. El álbum es considerado de corte experimental y sin duda su pasado musical influye enormemente en su estilo visual.
El libro es una joya editorial que incluye alrededor de 90 imágenes en color y blanco y negro, con estilos variados, desde lo más íntimo tomado en los noventa con película Kodak monocromática, hasta la experimentación digital de sus últimos trabajos hechos apenas hace unos años. El libro contiene tres décadas de su obra.
El libro “PROFOUNDLY SUPERFICIAL” está editado en inglés y se terminó de imprimir en España en 2020, justo cuando arrancó la Pandemia, hace casi tres años. Esta editado por Mariana Musi y diseñado por Rigoberto de la Rocha; además durante el proceso de edición contó con la asesoría del querido Gerardo Montiel Klint y se nota.
La obra fotográfica de Chiprout contenida en esta edición es muy creativa, tiene propuesta visual y es profundamente disruptiva. Pasa del retrato íntimo al paisaje neoyorquino sin torres gemelas que nos recuerda el desastre de aquel ataque en 2001. León lo combina todo, la textura, el color, los grises, el contraste, el ritmo y la geometría. Incluso juega con los soportes técnicos, incluso seguro hasta combinó cámaras y equipos de todo tipo.
Pero esta obra, también evoca sentimientos, momentos de intimidad que se cruzan con paisajes japoneses o el horizonte californiano. De pronto incluso refleja estados de ánimo, amor, desamor, soledad, alegría, nostalgia. Ciudades y paisajes que nada tienen que ver entre sí.
León Chiprout maneja un estilo sin fronteras, pasa del detalle a la visión panorámica, igual retrata gente desconocida que actores o modelos de renombre. Es un cruce de estilos que parecen danzar a lo largo de las páginas de su libro, en total armonía.
El libro y su obra son una explosión sensorial de percepción y expresión, absolutamente libres y sin prejuicios. Así las cosas, ando feliz de recuperarlo en casa después de sobrevivir a la Pandemia y hoy por fin, pude contarles de esta pieza editorial de lujo. Felices Fiestas y lo mejor para todas y todos en el próximo año nuevo de 2023.