Las revoluciones tecnológicas de nuestros días han alcanzado también a la niñez, pues actualmente una gran cantidad de actividades cotidianas que realiza este sector de la población se han trasladado a la arena digital. Pensemos por ejemplo en la educación, el ocio y el entretenimiento, los cuales, el día de hoy se realizan en muy buena medida en entornos virtuales y traen consigo importantes amenazas a la privacidad y a los datos personales que no pueden ser dejadas de lado, pues pueden derivar en fenómenos muy lacerantes y peligrosos.
Al respecto, cifras arrojadas por la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2021, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) señalan que niñas y niños utilizan tecnologías como el internet en una medida muy importante, pues la pandemia por COVID-19 provocó que este grupo de edad incrementara el tiempo que pasan conectados a este entorno digital.
En dicho estudio, se contabiliza que en México el 74.9% de niñas y niños de entre 6 y 11 años de edad son usuarios activos de internet lo que implica diversos riesgos como el ciberacoso, el robo de identidad, la publicación de información privada o las estafas en línea. Por ello, resulta necesario llevar a cabo diversos esfuerzos de reflexión sobre estas problemáticas.
Y es que, como se ha señalado desde el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), algunos entornos virtuales como los videojuegos son semilleros para los atacantes que buscan víctimas inocentes. Por ello, el órgano garante nacional emitió recomendaciones para hacer frente a dichas amenazas, como evitar ingresar a enlaces enviados por desconocidos, usar pseudónimos, la utilización de contraseñas seguras, limitar la interacción a canales de comunicación confiables y oficiales, implementar el uso de antivirus y centrar la atención en los avisos de privacidad.
Lejos quedaron los juegos de maquinitas en los que la interacción se daba entre niñas y niños identificables, pues ahora dicha actividad se da con personas de cualquier parte del mundo. También, se vislumbran ya como algo del pasado los juegos de muñecas o superhéroes en el ámbito tangible, pues ahora se llevan a cabo en plataformas virtuales como Toca Boca. Por ello, debemos estar atentos a las amenazas que la mudanza al entorno digital implica, pues está comprometida la seguridad de un sector de la población que se encuentra en especial situación de vulnerabilidad.
Los avances tecnológicos difícilmente se detendrán, nuestras hijas e hijos son ya nativos digitales, y por ello, es importante orientarles y apoyarles para que aprovechen al máximo las grandes ventajas de la conectividad global y hacer de los entornos digitales espacios seguros en los cuales puedan desarrollarse de manera óptima.