Tenemos un sistema de gobierno agotado y carente de credibilidad lo que ha detonado en una crisis de gobernabilidad política que ningún gobierno ha podido resolver.
Debemos abrir paso a un nuevo pacto social que limite el presidencialismo exacerbado y que dé respuesta a los reclamos de la ciudadanía. Se necesita una actualización democrática de las reglas del ejercicio del poder ante la necesidad de establecer nuevas alternativas en la forma de organizar y ejercer las funciones de gobierno.
Es el momento de plantear una reforma al poder, pensada para el ejercicio del poder para consolidar la nueva República de la Democracia, con las exigencias ciudadanas del siglo XXI.
Esta alternativa radica en la conformación de un Gobierno de Coalición. Esta figura versa en la unión de dos o más partidos políticos con representación en el Congreso de la Unión, que sean convocados expresamente por el titular del Ejecutivo, quienes en su conjunto deberán elaborar un programa de gobierno compartido que será sometido para su aprobación por la Cámara de Senadores.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, desde 2014, contempla la figura de Gobiernos de Coalición, aunque aún no existe la ley reglamentaria para el funcionamiento de esta nueva figura del sistema de gobierno mexicano.
La semana pasada nuestro Diputado Federal y Dirigente Nacional del PRI, Alejandro Moreno, presentó una iniciativa para expedir la Ley del Gobierno de Coalición.
La Ley busca consolidar a los Gobiernos de Coalición fijando las reglas y compromisos, este modelo es la evolución y madurez de las coaliciones electorales para transitar a una nueva forma de gobierno con mecanismos para vigilar, auditar y garantizar una verdadera rendición de cuentas a la ciudadanía.
En la iniciativa que propone el Partido Revolucionario Institucional se establece la facultad al Presidente de la República de optar en cualquier momento por un Gobierno de Coalición en cumplimiento de un convenio por parte de los partidos políticos que forman una coalición electoral.
La Coalición deberá elaborar un programa de gobierno que definirá los compromisos y plan de gobierno con los partidos coaligados.
Los nombramientos de los miembros del Gabinete de Coalición deberán ser propuestos por el Presidente de la República y ratificados por el Senado, previa audiencia celebrada del Secretario de Gobernación y de cada uno de los Secretarios propuestos ante el Pleno y las comisiones respectivas. Esto significa un cambio sustancial a como es el proceso de nombramiento y ratificación en el modelo de gobierno actual establecido en la Constitución Política.
Se establecen también nuevos medios de control para garantizar una efectiva rendición de cuentas, en el que se cuestionarán las acciones o las omisiones por parte de los miembros del Gabinete de Coalición, mediante una sesión de interpelación y una sesión de control de gobierno, celebrada mensualmente de manera alterna cada periodo ordinario de sesiones de ambas Cámaras.
Con los Gobiernos de Coalición, resulta necesario involucrar la participación ciudadana en el proceso de desarrollo de las políticas públicas, fortaleciendo así al Estado mexicano y la democracia.
En ese tenor, el Partido Revolucionario Institucional propone que para la elaboración del Plan de Gobierno se llevarán a cabo foros ciudadanos que permitan la participación directa de la ciudadanía en la construcción de una agenda de gobierno que atienda todas las necesidades.
Por otro lado, también se crearán un Consejo Económico y Social Nacional integrado por los sectores empresarial, sindical, académico, de la sociedad civil organizada y de las organizaciones de profesionistas especializados del país, quienes en su conjunto podrán participar de manera activa y específica en sesiones del Gabinete en la planeación, ejecución, seguimiento y evaluación del programa de gobierno.
Este nuevo modelo de gobierno, es una ruta y una alternativa para generar un nuevo pacto ciudadano y un gobierno cercano, con una verdadera rendición de cuentas y transparencia.
Los Gobiernos de Coalición permitirán edificar un sólido régimen democrático, mediante el cual, los partidos políticos podrán ofrecer y presentar soluciones que den respuesta a la sociedad e impulsen a México a la democracia del siglo XXI.
