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UNAM, el relevo

¿AMLO querrá meter las manos en la sucesión en la UNAM? Enrique Graue termina su rectorado y hay dos perfilados. | Jorge Ramos

Escrito en OPINIÓN el

La UNAM es la máxima casa de estudios del país. Más allá de los vaivenes políticos y de la mano que meten los políticos en ella se trata del espacio público más importante con el que cuenta México, con casi 100 años de historia, aunque sus antecedentes se remontan varios siglos atrás. Hoy, sin embargo, puede encontrarse en riesgo de cara al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Enrique Graue concluye en noviembre de 2023 su segundo periodo como rector de la UNAM. Se trata del tercer rector que ha dirigido los destinos de la Universidad por un periodo de ocho años. Ya antes lo hicieron José Narro y Juan Ramón de la Fuente. Es interesante porque los tres pertenecen al gremio de los médicos, han sido directores de la Facultad de Medicina, cantera de muchos rectores a lo largo del tiempo.

¿Los presidentes meten mano en la sucesión de la rectoría? Si bien Juan Ramón de la Fuente había sido director de la Facultad de Medicina, salió del gabinete del presidente Ernesto Zedillo en 1999 para reencauzar a la Universidad Nacional, sometida a una crisis de casi un año tras la inopinada decisión del entonces rector Francisco Barnés de Castro de aumentar las cuotas en la UNAM.

En el ciclo escolar 2021-2022 la UNAM tenía 369 mil 607 alumnos, de los cuales 33 mil 76 lo eran de posgrado; 229 mil 268 de licenciatura; 106 mil 574 de bachillerato, y 689 de nivel técnico y propedéutico de la Facultad de Música. Contaba con 42 mil 535 académicos y de ellos 12 mil 525 son de tiempo completo. Cuenta con 42 programas de posgrado con 95 planes de estudio de maestría y doctorado. Imparte 133 carreras con 241 opciones educativas para cursarlas.

La UNAM es enorme, si bien lo es por estos números, lo es por su propia grandeza: los tres premios nobel que puede presumir México pasaron por las aulas de la máxima casa de estudios, Mario Molina, Octavio Paz y Alfonso García Robles.

Guillermo Soberón Acevedo “El médico, el rector”, editado por El Colegio Nacional que en 1977 al concluir un primer periodo de cuatro años por el que fue elegido por la Junta de Gobierno de la UNAM tenía la determinación de no buscar la reelección.

El entonces priísta y secretario de Educación del gobierno de José López Portillo, Porfirio Muñoz Ledo, le planteó la reelección. Ante su negativa acudieron con el mismo fin el entonces subsecretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, y el regente de la ciudad de México, Carlos Hank González.

El presidente José López Portillo lo llamó a la residencia oficial de Los Pinos, hoy convertida en museo por la autodenominada 4T, y le pidió reelegirse. “Mira, si a uno le piden algo y al mismo tiempo le tocan el himno nacional, pues ni modo de negarse”, relató Soberón.

En Recovecos de septiembre de 2019 se recordó que desde 1919 a la fecha la UNAM registra 33 rectores y que 26 han sido secretarios de Estado u ocupados cargos relevantes en distintos gobiernos del PRI, PAN y ahora con Morena.

La Universidad Nacional cumplió 471 años de existencia y un poco más de 100 años como la conocemos hoy. Tuvo momentos oprobiosos como cuando las mujeres estaban fuera de la posibilidad de ser universitarias.

Joaquín Eguía, primer rector de la UNAM en 1910, fue director del Registro Público de la Propiedad en 1874. El último rector con puestos relevantes en el gobierno fue José Narro Robles, secretario de Salud, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, incluso compitió por la dirigencia nacional del PRI, cuya militancia dejó en 2019.

Guillermo Soberón, fue secretario de Salud; Jorge Carpizo fue titular de Gobernación y de la Procuraduría General de la República; Juan Ramón de la Fuente fue secretario de Salud y hoy es representante de México ante la ONU; Manuel Gómez Morín fundó el Partido Acción Nacional y logró la autonomía de la UNAM; José Sarukhán, fue comisionado de Desarrollo Social; José Vasconcelos, ministro de Educación.

El rector Enrique Graue Wiechers no es funcionario gubernamental y toda su actividad se ha desarrollado en el sector privado y en la academia de la misma UNAM.

Para una serie de reportajes que coordiné sobre los 50 años de la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco, la periodista Teresa Moreno reveló en El Universal que Graue protestó en contra de Gustavo Díaz Ordaz, en el movimiento estudiantil de 1968. “Estuve en numerosas marchas y protestas (en contra de Díaz Ordaz) como uno más de muchos”, reveló Graue a Moreno. Cuando protestó era alumno de la Escuela Nacional Preparatoria 4.

En el 450 aniversario de la UNAM entrevisté al entonces rector Juan Ramón de la Fuente, así como a los exrectores Guillermo Soberón, Octavio Rivero, Jorge Carpizo, José Sarukhán y Francisco Barnés de Castro. El único que no aceptó entonces fue Pablo González Casanova. Con autocrítica reconocieron fallas en la Universidad y la imperiosa necesidad de actualizarla. De la Fuente pugnaba por un Congreso Universitario, a lo que se oponía Soberón.

Rivero, además de reclamar por el respeto a la autonomía universitaria, dijo que “hay quienes creen que convertir a la Universidad en una institución populista va a ser útil, pero quienes piensan eso son los verdaderos enemigos de la Universidad. La Universidad debe servir para formar cuadros de excelencia, aunque a algunos no les guste”.

Sarukhán y Barnés reconocieron que, desde el poder, en particular desde la Presidencia y secretarías de Estado, hubo presiones, intromisiones... o una “buena relación”.

Patricia Dávila, secretaria de Desarrollo Institucional, y Luis Álvarez-Icaza, secretario Administrativo, en la actual gestión de Graue son algunos de los nombres que se mencionan para el relevo en el 2023. 

Hay dos circunstancias a considerar: Andrés Manuel López Obrador odia a la UNAM. No pienso repetir los adjetivos que ha dicho el presidente desde su conferencia mañanera en Palacio Nacional en contra de la Universidad, pero a eso hay que agregar la embestida judicial que lanzó contra 31 miembros de la comunidad científica, uno de ellos nombrado miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM.

La segunda circunstancia es que AMLO no conoce a la UNAM, que tristemente es su alma mater.

¿Va a querer meter mano en la elección? Quizá. Pero también es cierto que se ha ganado la animadversión de buena parte de la comunidad científica y académica. Tampoco es que les cause mucha emoción dentro de la Junta de Gobierno.

Este 2023 habrá que mantener la mirada en la UNAM. Y, por supuesto, defenderla.

Punto y aparte. Ciro Gómez Leyva merece la solidaridad plena. Este año han asesinado a 15 periodistas, contra el peor año que había sido el 2017 con 12. Y mientras tanto de la boca de López Obrador siguen los ataques. 

Punto final. Felices fiestas y feliz 2023. Por supuesto, no se les olvide ser felices. Nos leemos al arranque del próximo año. Gracias.