La marcha del pasado 13 de noviembre en el que varios miles de personas, hombres, mujeres, familias completas e inclusive varias personas con sus mascotas, concurrimos a manifestarnos del monumento del ángel de la Independencia al monumento a la Revolución Mexicana, teniendo como marco la emblemática avenida Reforma de la Ciudad de México, en favor de nuestra democracia y de la institución encargada de organizar los procesos electorales en México y del cual se desprenden varios significados.
En principio es importante decir que estos dos pilares de nuestra historia de México se incrustan como dos referentes nacionales; el monumento popularmente conocido como “El Ángel”, es el símbolo de nuestra independencia que se ha consolidado como punto de encuentro de manifestaciones y reclamos por nuestros derechos humanos, en una palabra: un sitial de libertad. El monumento a la Revolución, por su parte, es un referente de los ideales que le dieron vida a nuestra independencia y cuyas tesis se consagran en novelas, libros de texto y, por supuesto, en nuestra Constitución Política.
Por ello, manifestarnos públicamente no solamente significó un derecho ciudadano para que de forma pacífica pudiéramos llamar la atención sobre aspectos que consideramos nos atañen y, eventualmente, nos perjudican como sociedad. Para el caso, la manifestación del domingo bajo las consignas de #¥oDefinedoAlINE y #ElINENoSeToca constituyeron referentes ciudadanos para alzar la voz en contra el poder público sobre una pretendida reforma electoral que consideramos atenta contra nuestros valores e instituciones democráticas al pretender, entre otras cosas, la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE),de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) y los tribunales electorales locales de las entidades federativas que conforman nuestra nación.
La manifestación significó y sigue representando nuestra oposición a una reforma que, entre varios rubros, pretende la sustitución de una Institución como el INE que ha demostrado ser una de las instituciones fundamentales de nuestro sistema democrático y que, de acuerdo con varias mediciones hechas públicas, guarda una importante confianza ciudadana que oscila entre el 60 y 70%.
Además, el INE desde su nacimiento y gracias a las múltiples facultades que le dio el Legislativo en 2014, ha organizado alrededor de 330 elecciones tanto federales como locales; estas últimas en coordinación con los Organismos Públicos Locales Electorales y en los que ha demostrado un gran profesionalismo, certeza y confiabilidad y, en los casos de alguna controversia han existido siempre los canales institucionales correspondientes para la interposición de los juicios electorales respectivos.
En el mismo sentido, la Comisión Europea para la Democracia por el Derecho, conocida como la Comisión de Venecia, que se conforma por expertos de 61 países en diversos temas como democracia, elecciones, participación ciudadana, entre otras especialidades, determinó enfáticamente que pretender cambiar un sistema que “funciona bien en general y que goza de la confianza” podría significar un riesgo importante, considerando, además, que las modificaciones propuestas no generan garantías e imparcialidad para el organismo electoral o el Tribunal Electoral, entre otras consideraciones.
La propuesta de reforma contiene diversos aspectos que generarían inequidad en las contiendas electorales como la elección de las consejerías electorales al colocar a dichas figuras en un escaparate público en el que posiblemente el que tenga mayor carisma pueda suplir a las y los candidatos a consejerías de mayores capacidades y experiencia en el ramo, o bien, ampliar la propaganda electoral gubernamental permitida durante los procesos electorales, que podría beneficiar a los gobiernos en turno, entre otras.
Larga es la lista de propuestas que pondrían en riesgo el valor fundamental de nuestro sistema democrático: elecciones libres para que cada ciudadano y ciudadana nos manifestemos en las urnas conforme a nuestras convicciones e ideales; justas, equitativas, transparentes y confiables. No lo permitamos. #ElINENoSeToca.