AMLO prefirió irse a “La Chingada”, su rancho en Palenque, Chiapas, con el pretexto de su cumpleaños en tanto en la capital del país unas 200 mil personas marchaban y otras decenas de miles lo hacían en varios Estados contra la reforma electoral que afectará al INE.
Nunca pensó el presidente de México que la movilización en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) fuera a ser ruidosa y que sentara un precedente en la lucha de quienes no están de acuerdo con todas sus reformas.
En la calurosa Palenque, a 896 kilómetros de distancia de la Ciudad de México, López Obrador festejaba con sus nietos, algunos amigos y familiares su onomástico número 69 y lo hacía con gran algarabía mientras en la capital mexicana retumbaba la protesta.
En el fondo, lo que busca AMLO con su iniciativa es echar abajo al INE, aunque el gobierno insiste que es parte del proceso de transformación profunda en que está inmersa la actual administración.
Medio centenar de organizaciones alzaron la voz de protesta en defensa del INE y, para ello, hicieron una marcha desde el emblemático Ángel de la Independencia hacia Monumento a la Revolución.
Para los seguidores de AMLO, los marchistas no sumaban ni 20 mil, la décima parte de una cuantificación conservadora. Sin embargo, se estima que habían más de 200 mil, aunque los organizadores apunten que llegaban al millón de personas marchando y arengando contra el gobierno de López Obrador.
José Woldenberg, expresidente del desaparecido Instituto Federal Electoral convocó a defender el sistema electoral mexicano y evitar que la administración de López Obrador se constituya en una dictadura.
"No a la pretensión de alinear a los órganos electorales a la voluntad del Gobierno, no al autoritarismo. Sí a la democracia; sí a un México democrático", dijo Woldenberg.
Allá en Palenque al presidente mexicano le informaban que un grupito de manifestantes protestaban contra el recorte presupuestal y rechazaban que los consejeros y magistrados electorales sean elegidos mediante el voto popular y no por designación de los legisladores.
Recientemente los legisladores recortaron en cuatro mil 475 millones de pesos el presupuesto al INE con lo cual pierden mucho margen de maniobra.
El jefe del Ejecutivo ha prestado oídos sordos a todo lo que diga la oposición y esa cerrazón podrá pasarle la factura a corto plazo con pérdida de credibilidad y popularidad.
Y mientras el presidente de la República festejaba su cumpleaños en una ranchería del municipio de Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas, grupos delincuenciales arremetían a plomo contra la policía dejando varios heridos y fallecidos.