El sistema penal acusatorio es eficiente siempre y cuando los operadores jurídicos realicen bien su trabajo. Hoy ha quedado demostrado que cuando el trabajo es en equipo y coordinado (Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX y la Fiscalía General de Justicia de la CDMX), los resultados en la impartición de justicia son en tiempo y espacio, evitando que el delincuente pueda obtener impunidad ante el despliegue de una conducta ilícita. Hoy queda demostrado ante la sociedad mexicana que el buen trabajo, puede revelar –incluso– la alta corrupción e ineptitud de otros funcionarios, quienes sólo simulan el ejercicio de la Justicia y permiten que el delincuente aplique la puerta giratoria debido a la ejecución de malas prácticas por aquellos operadores jurídicos.
Recordemos que una vez que se inicia la investigación inicial por medio de la denuncia ciudadana, se activa de inmediato la policía de investigación. Los peritos quedan bajo la supervisión y conducción del Ministerio Público, por eso es tan importante obtener todos los elementos materiales probatorios, los datos de prueba, las entrevistas y las declaraciones de los testigos, así como toda aquella información adicional que establezca el esclarecimiento de los hechos. Todas estas referencias integran el contenido de un determinado medio de convicción aún no desahogado ante el órgano jurisdiccional, por eso deben ser de carácter idóneo y pertinente para que el ministerio público ejercite la acción penal de manera razonable ante la existencia de un hecho delictivo, y se establezca la probable participación de un ciudadano señalado como imputado.
Por esta cuestión, es muy importante darles la validez necesaria para que sean certificados o dictaminados por Peritos Oficiales Certificados. Esto con el fin de que todos los elementos materiales probatorios puedan ser incorporados en la Carpeta de investigación y en su momento procesal, puedan ser ofrecidos y aceptados en la etapa intermedia y ser desahogados en el Juicio Oral.
Asimismo, en estos tiempos modernos, el uso de las redes sociales puede salvarle la vida a una persona (utilizándolas con responsabilidad y hechos ciertos), ya que de otra manera se puede provocar y justificar que el Ministerio Público no pueda cumplir de manera cabal los asuntos, y se viole el debido proceso.
Por consiguiente, es necesario denunciar a todos aquellos funcionarios corruptos, que al verse expuestos ante la realidad no pueden ocultar la verdad y deben ser llamados a rendir cuentas de las omisiones en el cumplimiento de su deber.
Lamentablemente, existe en la actualidad una alta descomposición del tejido social. Se cometen muchas atrocidades que terminan como homicidios y feminicidios. Hoy nos damos cuenta que no importa el nivel socioeconómico y grado académico de quien viola la ley y busca eludir la justicia al tratar de manipularla, tergiversando la historia con mentiras y falsedades.
Hoy es importante que, dentro de cada seno familiar, se desconfíe de todas aquellas conductas que salen de la normalidad en su círculo cercano, ya que debido al exceso de confianza se han provocado muchas tragedias en estos últimos años. Por fortuna, hoy las autoridades y las instituciones bajo la conducción de la Jefa de gobierno Claudia Sheinbaum Pardo han puesto el ejemplo de la efectividad de su personal que con valentía ha denunciado las malas prácticas de la Fiscalía de Morelos. Estos funcionarios son presas de sus propias omisiones y falta de ética profesional. Una vez que se revela el video donde se muestra la frialdad y la ejecución de la conducta ilícita de los sujetos en contra de la joven mujer de nombre Ariadna, no debe permitirse que un delito de este nivel quede impune. Estos hechos arrojan una conducta típica, antijurídica, culpable y punible.
Como lo he mencionado en anteriores columnas, la mayoría de las fiscalías de las entidades federativas no cuentan con el personal profesional idóneo para que realice, con la mayor ética posible su trabajo, y en consecuencia la mayoría de los delitos quedan impunes porque la determinación del dictamen puede dejar en la impunidad a las víctimas; como en el caso de los feminicidios que han sucedido. O bien, pueden fabricarse pruebas como en el caso de la joven Ariadna.
Por último, más allá de tintes políticos y momentos electorales, es claro que algo pasa con las diferentes fiscalías. Se pensó que al hacerlas independientes se acabaría con la corrupción y malas prácticas; sin embargo, parecería que se les dio una carta de impunidad donde vemos fiscalías que se manejan de forma torpe, corrupta, manipulada e impune para desviar la atención de los hechos con apariencia de delito, y donde lamentablemente casi siempre se revictimiza a las víctimas, las cuales según su investigación fueron las culpables de lo que les sucede. Esto deja en claro que se necesitan órganos profesionales de investigación, se requieren controles no solo internos sino también externos para revisar el actuar de dichas fiscalías, ya que la impunidad con la que se manejan solo demuestra que le dimos las llaves de la iglesia a Lutero.