Una de las funciones clave del gobierno central es la política interior, un instrumento de coordinación y de armonía institucional entre oficinas, niveles y órdenes de gobierno, que debe encaminarse al bienestar de la ciudadanía.
No en balde la Secretaría de Gobernación, encargada de llevar esta política, es considerada la más importante, con funciones que en otras latitudes corresponden al Ministerio del Interior.
Entre otras tareas, debe por ley armonizar la relación del Ejecutivo con los otros poderes del Estado Mexicano, con Estados y municipios, con partidos políticos y sociedad civil, definir y ejecutar la política migratoria, lograr acuerdos y consensos, mantener las condiciones de unidad nacional y cohesión.
Podría enumerar todas y cada una de sus obligaciones sus facultades, como la de fomentar la prevención social del delito, la cultura de la paz y un largo etcétera que nos hace cuestionarnos:
¿Ha cumplido la administración del presidente López Obrador con estas encomiendas?
La respuesta es un rotundo: No.
Al analizar el contenido del Cuarto Informe de Gobierno en cuanto a política interior, queda claro que hay una total omisión en áreas cruciales. Y de esa gran omisión se colige una irresponsable falta de actuación.
No hay dato alguno sobre las principales amenazas para la población y para el Estado mexicano, sobre las zonas de mayor índice delictivo y qué hizo el gobierno para salvaguardar la integridad, el patrimonio y la vida de las personas.
En política migratoria, las personas siguen escapando de sus poblaciones hacia mejores oportunidades en otros países, particularmente Estados Unidos, sin que hasta la fecha se logre incentivar esas oportunidades en nuestro país.
Y no, el aumento de remesas no es un dato para presumir. Es la evidencia de que cada vez más paisanos se van en busca de empleos y desarrollo que aquí no tienen.
Hay preguntas esenciales que no tienen respuesta en el Informe:
¿Cómo van las investigaciones por los asesinatos de las personas periodistas y defensoras de derechos humanos? ¿Cuál es la estrategia de prevención y de PROTECCIÓN para ellas?
¿Qué se hizo para atender el abuso sexual infantil y el embarazo en niñas y adolescentes?
¿Cuál es la política pública para erradicar los feminicidios?
Lo que el gobierno y el presidente han hecho es reducir el presupuesto en todos los programas de protección de las mujeres contra la violencia, y así han contribuido a que la violencia y los feminicidios vayan al alza.
El Presidente dice que las personas que se manifiestan por los derechos de las mujeres son conservadoras, y que por eso no merecen protestar. Esa AUSENCIA TOTAL DE EMPATÍA hacia las víctimas de violencia se refleja en las OMISIONES del Informe.
¿Qué van a hacer para remediar esta situación?, porque parece que no se dan cuenta, pero nos están matando.
Sobre la obligación de construir diálogo y consenso, lo único que está a la vista es que el gobierno federal impone, compra voluntades y ofrece impunidad a cambio de sumisión.
Lo que ocurre con la iniciativa de militarización de la seguridad pública, es una clara muestra.
Dinamitan puentes, cierran puertas a la ciudadanía, oscurecen datos y viven en campaña electoral permanente antes que gobernar para todas las personas. Lo de este gobierno es el sectarismo y no la democracia.
Sí, la política interior es hoy una permanente crisis institucional. Pero es generada por un gobierno que no acepta más diálogo que consigo mismo. Y eso se llama autoritarismo.