En su primer año (2019) como gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, actual secretario de Gobernación, nombró sucesivamente a tres titulares estatales de Seguridad. Una presión de origen hasta ahora desconocido lo llevó a decantarse finalmente por Hernán Bermúdez Requena, identificado ahora como vínculo con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Desde la primera semana de este octubre se han difundido reportes hackeados a la Secretaría de la Defensa por el grupo ciberactivista “Guacamaya” que revelan ampliamente los nexos de Bermúdez Requena con grupos criminales. Alertas adicionales compartidas con este espacio apuntan a la cercanía del mismo personaje con políticos clave de Morena en la región, también ligados a López Hernández.
El actual titular de Gobernación, siendo gobernador de Tabasco, nombró a Bermúdez secretario de Seguridad y Protección Ciudadana el 12 de diciembre de 2019. Se trató del tercer titular en el cargo antes de que esa administración cumpliera un año de gestión, pues por el puesto habían pasado ya Jorge Alberto Aguirre Carbajal (cinco meses) y Mario Balcázar Martínez (seis meses). López Hernández dejó la gubernatura en agosto de 2021, pero el sucesor interino, Manuel Merino, uno de sus operadores más cercanos, ratificó al mismo responsable de la seguridad.
Bermúdez, de origen yucateco, habita los pasillos policiacos tabasqueños desde los años 90, y apareció en las áreas de seguridad estatales en el gabinete del gobernador sustituto Manuel Gurría Ordóñez (1992-1994), para ascender en jerarquía bajo la administración de Roberto Madrazo (1994-1999).
En octubre de 2006, bajo la gubernatura del priísta Manuel Andrade –cuya campaña, en 2022, fue coordinada por López Hernández–, se informó que Bermúdez, entonces subsecretario de Seguridad estatal, había sido detenido por agentes federales bajo acusaciones de estar relacionado con el secuestro y asesinato de varias personas originarias del sur de Veracruz ligadas con un controvertido cacique regional, Cirilo Vázquez Lagunes, entre ellas su hermano Ponciano. Cirilo señaló directamente a Bermúdez por la autoría de la matanza, que oficialmente fue atribuida a la mafia de “Los Zetas”.
No existen mayores registros de actividades públicas de Bermúdez Requena en los siguientes años, durante las administraciones locales de Marcel Granier (2009-2012) ni de Arturo Núñez (2013-2018). Su regreso a espacios visibles en este campo se produjo, de acuerdo con informes de fuentes confiables, del brazo de una de las estrellas políticas ascendentes en la entidad bajo el influjo de Morena: Jaime Lastra Bastar, abogado egresado de la UNAM, notario público, secretario de Seguridad Pública (1992), procurador de Justicia en la entidad (1994) y primer fiscal tabasqueño (2019). Intentó ser diputado local plurinominal en 2018, pero no entró al Congreso pues Morena arrasó con sus fórmulas de mayoría. En 2021 finalmente lo logró y actualmente es el líder de la Cámara estatal.
Antes de arribar a Seguridad y Protección Ciudadana, Bermúdez Requena se desempeñó como director de la Policía de Investigación de la procuraduría de Tabasco. Precisamente en ese cargo apareció en reportes del Centro Regional de Fusión e Inteligencia (Cerfise), que recopila informes de diversas instancias federales de seguridad, entre ellas la Defensa, Marina, el Centro Nacional de Inteligencia, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Fiscalía General de la República.
De acuerdo con los expedientes filtrados por “Guacamaya” publicados a partir de la primera semana de octubre por la revista “Proceso” y por “La Silla Rota”, desde 2018, en su posición de director de la Policía de Investigación de la procuraduría de Tabasco, Bermúdez Requena y un grupo de colaboradores alentaron un reacomodo de bandas criminales, con el reclutamiento inicial de Benjamín Mollinedo, “Pantera”. Tras un ciclo de ejecuciones contra integrantes de otros grupos, surgieron “Los Pantera”, que presumiblemente se hallan conectados con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
A nivel local el grupo acabó asumiendo el nombre de “La Barredora”, cuyo predominio en el estado ha evitado confrontaciones con otras mafias criminales. Ello atrajo una disminución aparente de la delincuencia común, aunque prevalecen el tráfico de drogas, la trata de personas y el huachicoleo o robo de combustible en el estado.
Reportes adicionales recibidos por este espacio dan cuenta de que un grupo de policías federales que investigaban extorsiones a migrantes informaron sobre los nexos de aquéllas con actividades de “La Barredora”, en el sur de Veracruz, Tabasco y Campeche, pero sus pesquisas fueron súbitamente frenadas por órdenes superiores desde la ciudad de México y al equipo de investigadores se le resignaron tareas en otra región del país.
En días pasados, el presidente López Obrador mostró enfado durante una de sus conferencias mañaneras y dejó sin responder preguntas de una reportera de “Proceso” sobre las imputaciones contra funcionarios de seguridad tabasqueños a los que se liga con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Este último, durante una gira por Sinaloa, dijo que se trata de “fantasías”, “chismes” y “dizque revelaciones”.