“No creo poder escribir jamás sobre un tema que no me apasione”, así lo sentencia Augusto Cruz García-Mora, quien publica su primera obra literaria titulada “Londres después de medianoche” (Océano, 2012), un libro que alimenta la imaginación en torno al enigma que se cierne sobre un filme de culto perteneciente a la época del cine mudo de finales de la década de 1920 que ha permanecido perdido durante años, y que el coleccionista de 91 años de edad, Forrest Ackerman, está decidido a encontrar antes de morir.
Cruz García-Mora se declara amante de escritores como J. D. Salinger, Sir Arthur Conan Doyle, Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Juan Villoro, Martín Solares, Mario Bellatin, por mencionar algunos, y reconoce que su gusto por estos autores y series de televisión como “Dallas” o "Dinastía”, le permitieron definir sus gustos e ir gestando –sin saberlo– a dos personajes fundamentales en lo que sería “Londres después de medianoche”: el famoso coleccionista Forrest Ackerman y el detective Mc Kenzie.
Su biblioteca variada le ha permitido acercarse a través del tiempo a historias bellas y dramáticas que le brindan la posibilidad de narrar literariamente una trama con aristas inquietantes, que permiten al lector sumergirse en un ambiente detectivesco en busca de un filme perdido que es rodeado por un halo de misterio trágico, que desde el primer momento nos hace sentir que somos parte de esta búsqueda contra el tiempo en esta obra que tiene fundada sus bases en la realidad, pero a la vez está contada con una suerte de imaginación literaria de forma verosímil.
“Londres después de medianoche” en la realidad, es un filme de culto del cine mudo que se encuentra perdido desde 1928, mismo que tiene la particularidad de que no se tiene ni un minuto de grabación –más que unas cuantas fotografías–; el aura de misterio que lo encierra abarca por ejemplo: que en ese año fue acusada de incitar un asesinato que alguien cometió y quien alegó que lo realizó luego de ver esta película; la mayoría de los actores que participaron en la filmación tuvieron un desenlace trágico; las salas donde se exhibió, en su mayoría se incendiaron; y aquellos que la buscan… desaparecen inexplicablemente. Todo esto le confiere a este libro una energía detectivesca que sin duda se mantiene de principio a fin.
Tras cinco años de trabajar en “Londres después de medianoche”, y una vez que el autor puso punto final al escrito, tuvo que transcurrir únicamente mes y medio para que un editor… en Francia, se interesara en ella, por lo que ya se encuentra en proceso de traducción para ese país, y a través de Océano será distribuida en Alemania, Holanda, España y todo Latinoamérica. Una garantía más de la calidad del libro.
El autor tamaulipeco, quien además es contador de profesión, comparte el gusto como coleccionista de Ackerman: guarda pinturas, pero sobretodo juguetes tradicionales, poseyendo entre sus piezas más destacadas un trapecista de madera que es impulsado por arena para efectuar sus acrobacias aéreas, asimismo cuenta con un negativo de la película ”Londres después de medianoche” que le fue obsequiado por un personaje que, a propósito, aparece en su novela.
“Londres después de medianoche”, una obra que te adentra al mundo del filme con el rigor y cuidado que Augusto Cruz García-Mora puso para brindar una obra llena de suspenso, conocimiento, astucia e imaginación que desdibuja la línea entre la realidad con un toque de ficción.