Escritor y dramaturgo -considerado toda una celebridad y un verdadero clásico-, Arthur Miller (1915-2005) quien nació en Nueva York, Estados Unidos, hilvanó una obra total en torno a la decadencia de la sociedad norteamericana, teniendo en él al más severo y audaz crítico de la pujante economía estadounidense.
Su obra no da lugar a la duda, ya que demuestra ser franca, sin cortapisas, y poseedora de una voz viril que desnuda los sentimientos más oscuros de la hipocresía; que avasalla y carcome la moral implícita en la naturaleza humana.
A través de personajes atormentados, ya sea por su entorno o el exceso de la vida capitalista, Miller ahonda en los problemas arrastran al hombre obligándolo a infringir las leyes de la moral, y que podrían terminar en algunos casos arrojando a la humanidad al abismo de la soledad.
“El descenso del Monte Morgan” (Tusquets Editores) es una pieza teatral sobre la mentira y la doble moral que un hombre se ha empeñado en sostener por casi una década, y que al verse postrado en una cama de hospital imposibilitado para seguir con su juego de espejos, deberá enfrentar a dos mujeres engañadas por quien consideraban era "el hombre de sus vidas".
Miller publicó “El descenso del Monte Morgan” (1991) tras un largo periodo de oscuridad artística, durante el cual las pocas obras que redactó no alcanzaron los reconocimientos de sus antecesoras. Sin embargo, aunque en un principio no le fue fácil estrenar la pieza, una vez que el publico la conoció obtuvo una excelente acogida y múltiples puestas en escena, además de una versión para la pantalla grande, reafirmando la calidad de análisis y crítica de este escritor de origen judío.
De forma avasallante, Arthur Miller nos describe un cuadro de engaño maquinado por un hombre que aparentemente tiene todo lo que una sociedad materialista podría exigir, y de manera audaz desgrana el deseo de la necesidad y la autocomplacencia que en el mundo occidental ?primordialmente? permea.
“El descenso del Monte Morgan”, retrato fidedigno sobre un individuo que siente la urgente necesidad de llenar un vacío dejado por la ausencia de felicidad, y es a través de la búsqueda para obtenerla que topa de lleno con el egoísmo que su propio ser es capaz de generar... mismo que a la postre desquiciará su existencia.