En Cuauhtémoc, la tierra donde todo puede ocurrir y donde uno no sabe a veces si gobierna la Jefa de Gobierno o nuestro Alcalde, quitan una estatua de un antiquísimo personaje histórico por considerarlo “un genocida, asesino y cuanto adjetivo calificativo se les ocurra”, y por ser descubridor de un nuevo continente, que ya existía antes de su accidental hallazgo (como si con esto cambiaran los hechos de 1492 y al borrar su nombre, Cristóbal Colón, hicieran justicia) para colocar en la colonia de a lado, a dos personajes de izquierda conocidos por ser homófobos, violentos, asesinos y abiertamente racistas, como lo fueron Ernesto Guevara y Fidel Castro, pero que por capricho de este gobierno hoy “decoran” la Colonia Tabacalera.
El tema del racismo, que es en parte uno de los motivos para retirar y “considerar” ya no colocar nuevamente la figura de Colón tiene que ver con un distractor que se da justo cuando el presidente tiene a su esposa negociando la devolución de piezas históricas mexicanas con presidentes de otras naciones, y cuando se le ocurre (nuevamente) exigirles nos ofrezcan perdón a las naciones de Europa.
Pareciera que la Jefa de Gobierno, la Dra. Claudia Sheinbaum ignora que hay cosas de mayor relevancia que darle gusto a su Jefe y como lo dijo el presidente del PAN en la CDMX, el Mtro. Andrés Atayde, hay que decirle que no nos quiera distraer con mensajes con supuestas reflexiones que no valen la pena. Lo que el gobierno de la Ciudad de México tiene que hacer es, en efecto, darle mantenimiento a Colón y ponerlo de vuelta porque ha estado por muchísimo tiempo ahí y forma parte de la historia de nuestra ciudad.
Lo que se tendría que debatir, discutir y reflexionar todas y todos sin importar colores ni maneras de pensar, es por qué hay una subestimación, un exceso de mortalidad en la Ciudad de México que no vemos en casi ninguna otra ciudad, puntualizó Atayde. Mientras el Gobierno de la ciudad dice que solamente hay 14 mil personas fallecidas aquí en la capital de nuestro país y la revista Nexos ha documentado que son más de 34 mil, reconociendo el GOBCDMX apenas 25 mil.
Con cifras del Gobierno Federal se puede observar cómo los más afectados por el covid-19 fueron los indígenas, esos que pretenden vengar y reivindicar en la historia quitando la estatua de Colón, de los cuales se enfermaron 4,140 de covid y hubo 719 defunciones con cifras oficiales hasta el 27 de junio. Entonces ¿resulta o no ridículo que crean que les cumplen a los pueblos originarios quitando una estatua emblemática que data de 1877, y es parte de la historia cultural de Cuauhtémoc? ¡Claro que sí! Porque este gobierno cree que les está cumpliendo, haciendo que se les pida perdón por deudas históricas, que la que escribe no niega que tengamos como nación, pero no les están mejorando las condiciones de vida.
3 de cada 10 indígenas hoy no tienen acceso a agua, y quitar o no la estatua de Colón, o cambiar el nombre de las calles de la Ciudad de México, porque la Dra. Claudia Sheinbaum quiere quedar bien con el presidente, no cambia la realidad de los indígenas del país, ni desaparece su hambre, las injusticias que sufren, o que hoy sean uno de los grupos vulnerables más afectados por el covid.
Por ello resulta aún más irrisorio, por decir lo menos, que apenas unos días después de esta acción, en la cual la Alcaldía Cuauhtémoc se ha quedado callada y cruzada de brazos, que aparezcan nuevamente dos estatuas que ya fueron instaladas y retiradas en 2017, entre las calles de Manuel Ramos Arizpe e Ignacio Mariscal, detrás del Museo Nacional de San Carlos por el entonces Jefe Delegacional y actualmente Senador por Morena, Ricardo Monreal, sin que se sepa aun si ya cuentan con la documentación del Comité de Monumentos Históricos del Gobierno de la CDMX, tal como lo señaló el Diputado panista Jorge Triana.
En un punto de acuerdo que presentó hace unos días, Triana puntualizó que “el mensaje es muy claro, el Gobierno de la Ciudad de México quita la estatua de Cristóbal Colón del Paseo de la Reforma por ser un asesino y saqueador, y ahora instalan otra de dos violadores de derechos humanos”
Señala que tanto Guevara como Castro “consideraban la homosexualidad como una decadencia burguesa”. En una entrevista en 1965, Castro explicó que "una desviación de esa naturaleza choca con el concepto que tenemos de lo que un militante comunista debe ser". Dato histórico terrible que choca por completo con la naturaleza de tolerancia y respeto por la comunidad LGTTTIBQ que tantos años ha tardado en construirse como concepto toral de la Alcaldía Cuauhtémoc.
Información histórica que los líderes de Morena que hoy se empecinan en colocar estas dos estatuas quieren que sean ignorados para así poder seguir adoctrinando a la población que gobiernan, dejando de lado también que como recuerda Triana, el Che Guevara mostró también posiciones racistas. En el artículo "Mi primo, El Che", del economista Alberto Benegas, Lynch describe cómo este “héroes latinoamericano” disfrutaba torturar animales (punto que me obliga a levantar más la voz para su retiro), porque es reconocido en la historia como homofóbico, racista, asesino en masa con la intención de utilizar cualquier medio para lograr su auto declarada sociedad superior, remató el legislador en su intervención en la sesión en el Congreso de la Ciudad.
Dos figuras así no tienen cabida en ningún lugar de Cuauhtémoc. Por lo que si sus motivos para retirar a Colón van más allá de consecuentar el discurso ideológico de su jefe, el presidente, que sean estos motivos históricos los que los lleven a retirar a estos dos personajes que más que salvar a sus pueblos los llevaron por caminos de tragedias históricas como los buenos populistas que fueron y que ustedes tanto gozan solapar.
Que regresen a Colón, porque es parte ya de la historia cultural de nuestra demarcación, y su retiro obedece solamente a ser un distractor más de la 4T. Que se lleven a sus casas a estos dos violadores de derechos humanos que tanto disfrutan usar como bandera ideológica. Cuauhtémoc no tiene espacio para homófobos y maltratadores de animales. Espero que nuestro Alcalde reflexione y actúe.