La farmacéutica Eli Lilly invertirá 5,000 millones de dólares en la construcción de una nueva planta en el condado de Goochland, en Virginia, como parte de su estrategia para ampliar la producción nacional de medicamentos y protegerse de posibles aranceles a la importación de fármacos, de acuerdo con información de Reuters.
El proyecto se enmarca en un plan más amplio de 27,000 millones de dólares que contempla la construcción de cuatro nuevas plantas en Estados Unidos en los próximos cinco años.
La medida, según Reuters, responde al contexto político y comercial que atraviesa el país, luego de que el presidente Donald Trump, instó a la industria a producir más medicamentos en lugar de importar ingredientes activos o medicamentos terminados.
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Incluso, el mandatario advirtió que podría imponer aranceles a los productos farmacéuticos y elevarlos hasta el 250% para impulsar la elaboración en el país y reducir la dependencia de las importaciones.
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¿Qué producirá la planta de Virgina?
La planta de Virginia producirá ingredientes farmacéuticos activos y terapias avanzadas contra el cáncer y enfermedades autoinmunes y otras terapias avanzadas. También ampliará la capacidad de Eli Lilly para fabricar conjugados anticuerpo-fármaco, un tipo de tratamiento específico contra el cáncer.
Con una proyección de finalización en cinco años, la instalación será una de las mayores del mundo en la producción de bioconjugados y se espera que impulse la competitividad estadounidense en el sector farmacéutico.
El presidente ejecutivo de Eli Lilly, David Ricks, destacó la importancia estratégica de la inversión: “esta planta reforzará la capacidad de Estados Unidos para fabricar sus propios medicamentos, reducir la dependencia de proveedores extranjeros y garantizar un suministro seguro para los pacientes".
Además de su impacto en la industria, el proyecto tendrá un efecto en el empleo pues se espera que el proyecto cree más de 650 puestos de trabajo permanentes para científicos, ingenieros y otros trabajadores cualificados, y 1,800 puestos en la construcción de la planta.
Las acciones de la compañía subieron 1.8% hasta los 761.43 dólares tras el anuncio.
Industria farmacéutica bajo presión de Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en agosto pasado, aumentó la presión sobre las principales farmacéuticas para que igualen sus precios en el país, con los más bajos que se ofrecen a los pacientes en otros países.
Trump envió cartas a los CEO de 17 grandes compañías farmacéuticas con una lista de exigencias, incluyendo que los fabricantes extiendan el llamado precio de “Nación Más Favorecida” —el precio más bajo pagado por un medicamento en un país comparable— a todos los medicamentos proporcionados a los afiliados de Medicaid. Además, las compañías deben garantizar que Medicaid, Medicare y los aseguradores del mercado comercial paguen esos precios por todos los nuevos medicamentos.
Lo anterior se dio en el contexto de un decreto que el presidente Trump firmó en mayo pasado, cuando exigió a las farmacéuticas que comenzaran a ofrecer precios más bajos a los pacientes estadounidenses o podrían enfrentar consecuencias. Según el Gobierno, los precios de algunos medicamentos de marca en Estados Unidos, son más de tres veces mayores que los de otras naciones desarrolladas.
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