El éxito del nuevo plan estratégico de Petróleos Mexicanos (Pemex) dependerá de la participación de empresas privadas, la reducción de costos y la capacidad de la petrolera para generar proyectos financieramente rentables, advirtió UBS.
De acuerdo con un análisis realizado por UBS refiere que aunque el gobierno federal sostiene que Pemex no necesitará apoyo del Tesoro a partir de 2027, en la práctica la empresa seguirá representando un riesgo fiscal considerable. “Pemex seguirá siendo el mayor pasivo a corto plazo en el futuro previsible”, refiere el documento.
La firma de servicios financieros destacó que el plan estratégico de Pemex mantiene la lógica de integración vertical que ha seguido la empresa desde 2018, con el objetivo de asegurar la independencia energética. Sin embargo, UBS advierte que persisten dudas sobre si la refinación puede generar ganancias y si la incursión en energías renovables será eficiente, dado que Pemex carece de la experiencia necesaria.
Inversión y metas ambiciosas
Pemex contempla una inversión de 250,000 millones de pesos en 2025, financiada en parte por Banobras y prestamistas privados. Con ello busca aumentar la producción de crudo a 1.8 millones de barriles diarios y la capacidad de refinación a 1.3 millones de barriles diarios.
No obstante, UBS advierte que si la producción no mejora, México podría verse obligado a importar crudo para mantener en operación las refinerías.
Uno de los puntos más críticos es la deuda con proveedores, que ascendía a 430,000 millones de pesos al cierre de junio. Además, el plan estratégico carece de una ruta definida para atender este problema.
Participación privada y reforma energética
La invitación a la iniciativa privada es vista con cautela. UBS señala que los contratos de servicios, clave para explotar yacimientos en aguas profundas, podrían no ser lo suficientemente atractivos. A ello se suma la incertidumbre generada por los cambios en el marco energético mexicano, que en una década ha pasado de apertura total a cierre y ahora a una reapertura limitada.
Finalmente, UBS advierte que la condición de empresa pública refuerza que Pemex no está obligada a generar utilidades, pero sí debe evitar prácticas monopólicas. Esto podría ser un punto de fricción en la renegociación del T-MEC, ya que Estados Unidos y Canadá han cuestionado las políticas energéticas mexicanas.