Durante su educación, jóvenes investigadores tienen la oportunidad de desarrollar ideas prometedoras con el financiamiento de instituciones; sin embargo, con el tiempo escasea el dinero, por lo que muchas ideas se quedan sin llegar al usuario final y terminan en el valle de la muerte, explica el docente e investigador de la Universidad Autónoma de México (UAM), Dr. Leonardo David Herrera Zuñiga.
“Todo camina muy bien; llegas a tener resultados, por ejemplo, un prototipado o un biosensor, un nuevo diseño de un nuevo fármaco, y todo lo que obtuviste pueden ser artículos y dinero financiado”, señala el docente en entrevista con La Silla Rota.
Cuando el dinero empieza a escasear, “empiezas en un valle a bajar, a bajar, a bajar y no encuentras cómo financiar este proyecto, que muchos de ellos son ideas súper valiosas”.
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Esto provoca que los prototipos, los artículos realizados o ideas prometedoras se queden en el valle de la muerte y no alcancen a ver la implementación en los usuarios finales.
La química, Valeria Alexandra Durán Mora, comparte que esto es algo común y, continuamente, lo observa en sus compañeros.
En particular, expresa “tengo un compañero que es muy bueno… Tiene una maestría, está a punto de hacer el doctorado y se le complica muchísimo conseguir un empleo”.
Una startup con la intención de brincar el valle
Mexia, una startup de Inteligencia Artificial (IA) enfocada en el sector farmacéutico, es dirigida por el docente e investigador, y diversos expertos en la materia.
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La herramienta tiene el propósito de ser un puente para llevar a jóvenes a tener un primer contacto con la industria privada.
Herrera Zúñiga explica que este es un proyecto respaldado por HS Estudios Farmacoeconómicos, con la intención de darle una herramienta a médicos.
“A un médico que le llegue un paciente y, por reconocimiento de voz, podría decir: 'Ah, está enfermo'. El médico, cansado, puede ser que no reconozca eso y tenga que llevarlo a hacer estudios clínicos exhaustivos”, explica.
Más allá de este avance, Valeria Alexandra Durán Mora, química, comparte que este proyecto representa una oportunidad para ejercer, ya que “desafortunadamente, es complicado, porque en lo académico no tenemos mucho contacto con la industria”.
Vínculo universidad-industria privada
Sobre la relación entre las universidades y la industria privada, ambos coinciden que la relación está muy lejana de ser la esperada.
“Son muy pocas empresas las que confían en la universidad, cuando realmente en otros países el ID (Investigación y desarrollo) está totalmente ligado a la industria y a la universidad”, comenta Herrera Zuñiga.
Por su parte, al ser una joven que comienza a abrirse las puertas a la industria, Durán Mora, indica que “conseguir, por ejemplo, un empleo bien pagado es muy complicado… porque, justamente, esta relación entre academia e industria es muy estrecha, de hoy día casi nula”.
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Sin embargo, para el proyecto del que ambos forman parte reconocen que los empresarios son un punto clave ya que, en muchas ocasiones, son ellos quienes reconocen a la universidad como “el mejor semillero de ideas”.
Los cambios deben ser en todos los ángulos
Ante la pregunta sobre qué se necesita cambiar en este panorama, el investigador y docente señala que lo primero es comprender los cambios a los que nos enfrentamos con la implementación de la IA.
“El mundo, con la inteligencia artificial ha tenido una aceleración brutal… En los últimos 2 años se han producido más datos que los últimos 5000. Entonces, el manejo de datos es sumamente importante”, sostiene.
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Agrega que el científico universitario debe tener apertura a buscar nuevas formas de financiamiento y, la industria necesita poner atención a retomar estas ideas, pero sobre todo tener la confianza en estos nuevos investigadores para realizar avances en la industria que, finalmente, llegarán a un usuario que lo necesita.
esr