El huachicol es una dura problemática para la economía mexicana, a tal grado que se estima que entre el 30 y el 40 por ciento del diésel y la gasolina que se comercializaban en México provenían del contrabando, así lo consideró Carlos García, director general de AmCham México.
“Afortunadamente la problemática del huachicol ha logrado ser combatida de forma efectiva y esto promueve la tranquilidad en las inversiones del sector energético. Eso es impresionante, por eso celebro los esfuerzos decididos que el gobierno mexicano está tomando, en colaboración con Estados Unidos, para combatir esta práctica. De hecho, ya se están viendo impactos positivos en el mercado, lo cual es una muy buena señal”, declaró el empresario durante su participación en el evento de “México: Impulsando la Competitividad de América del Norte”.
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El especialista en materia energética indicó que “cerrar el el paso al contrabando de combustibles no solo mejora el orden en el mercado, sino que también incrementa la recaudación fiscal”, un factor que beneficiaría ampliamente al desarrollo económico de México dado que se obtendrían los recursos suficientes para poder financiar una transición energética robusta.
Acerca de los recursos necesarios para impulsar la infraestructura energética, señaló que será necesario promover la inversión privada o de lo contrario no se alcanzarán las metas hacia largo plazo.
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“Respecto a los recursos para la infraestructura energética, el gobierno afirma tener los fondos necesarios, pero es evidente que sin la inversión privada, no se podrán alcanzar las metas que el país se ha trazado. Esta colaboración público-privada será crucial”, mencionó en el mismo discurso.
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Integración energética de América del Norte
Por su parte, Gregory Romero, Vicepresidente Senior de Gasoductos Naturales, indicó que el sector energético sí enfrentaría algunos desafíos, por lo que es esencial promover la integración energética de América del Norte en favor de la economía.
“Cuando hablamos de integración energética, no lo hacemos desde la teoría, sino desde la operación diaria de redes de ductos y cables que ya interconectan a los tres países. Como se ha mencionado antes, Canadá exporta gas natural y electricidad; Estados Unidos también exporta energía, y México se beneficia de estas conexiones”, explicó el especialista durante su participación en dicho panel.
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“Aunque hay desafíos a corto plazo, como tarifas o temas regulatorios, la infraestructura ya existe y la integración energética es una realidad que seguirá fortaleciéndose. Esta colaboración regional nos hace más fuertes que si actuáramos de forma aislada. Norteamérica necesita competir con otras regiones del mundo, como Asia o Europa, y la integración energética es una gran ventaja estratégica”, agregó.
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Sin embargo, es importante considerar que cada país en América del Norte tiene una matriz energética distinta, por lo que se deberían de aprovechar sus fortalezas al máximo, señaló Katya Somohano, directora general de Iberdrola México. Es decir que “la integración energética no contradice la necesidad de fortalecer la producción nacional”, sino todo lo contrario. Debido a que ambas estrategias deben avanzar de forma paralela, incluyendo a las energías limpias.
Por otro lado, Abraham Zamora, presidente para México de Sempra Infraestructura, consideró que las economías de América del Norte cuentan con un gran potencial en materia energética y esto les permitiría expandirse hacia mercados globales.
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“México y Canadá pueden ser aliados estratégicos de Estados Unidos en su objetivo de dominancia energética. Un área con gran potencial es el desarrollo de plataformas de exportación de gas natural licuado (GNL) en el Pacífico mexicano, que permitiría a la región aprovechar los recursos energéticos estadounidenses para exportar a mercados globales”, explicó el especialista.
“Esta estrategia conjunta puede alinear la independencia energética con una integración regional profunda, fortaleciendo así la competitividad de América del Norte en el contexto global”, finalizó.