La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) realizó una operación de refinanciamiento de deuda por 154 mil millones de pesos.
La directora de análisis económico de Grupo Financiero BASE, Gabriela Siller, dijo que el refinanciamiento es positivo porque aplaza los vencimientos de la deuda y eleva la liquidez en el corto plazo.
Hacienda informó que es la cuarta operación de refinanciamiento local que realiza a lo largo de este año.
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La recompra de 154 mil millones de pesos en instrumentos fue de la siguiente forma: 94 mil 80 millones de pesos de Bonos M de 1 a 10 años; 41 mil 16 millones de pesos en Certificados para la Tesorería y 18 mil 76 millones de pesos en Udibonos de 1 a 10 años.
Agregó que respecto al monto total de la recompra, 46 mil millones de pesos correspondieron a vencimiento programado para 2025; 60 mil millones de pesos fueron de 2026 y 48 mil millones de pesos para 2027 y años posteriores.
A cambio de ello, se emitieron nuevos instrumentos con vencimientos entre 2027 y 2054, privilegiando emisiones a tasa fija y de largo plazo.
“Con estas acciones, la Secretaría de Hacienda reafirma su estrategia de manejo prudente de pasivos, fortaleciendo la confianza de los inversionistas en la solidez macroeconómica del país, el compromiso con una trayectoria fiscal sostenible y el estricto cumplimiento de los lineamientos de deuda autorizados por el Honorable Congreso de la Unión para el ejercicio fiscal 2025”, agregó la dependencia.
En siete años, la deuda creció en 6.7 billones de pesos
Durante los últimos siete años, el saldo de la deuda de los mexicanos se ha incrementado en 6 billones 791 mil 929 millones 500 mil pesos.
Según información de la Secretaría de Hacienda, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) pasó de 10 billones 870 mil 37 millones de pesos en que se encontraba en el primer trimestre de 2019, a 17 billones 661 mil 957 millones 500 mil pesos, entre enero y marzo de 2025.
Ricardo Cantú Calderón, investigador asociado de Ingresos y Deuda del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. (CIEP), sostuvo que la deuda pasó de un nivel de 43% y 44% del PIB que se encontraba entre 2018 y 2019 a un nivel de 51.4% del PIB en 2025, por lo que se debería de poner una banderita amarilla.
“Hay un aumento importante (de la deuda) no solamente en términos nominales, sino relativos. Estamos viendo que los incrementos fueron de siete puntos porcentuales del PIB lo que se ha aumentado desde 2018 a 2024”, dijo.
Aseguró que un problema a considerar es el costo financiero de la deuda, donde las tasas de interés se ubican entre 7 y 8%, lo cual genera presión a las finanzas públicas.
“Eso nos presiona en las finanzas públicas, no es tanto si son 17 billones o 10 billones, sino cuánto nos está costando mantener el saldo y lo que representa ahora, el costo financiero de la deuda, estamos pagando más por costo financiero que lo que pagamos por toda la educación, en todo un año, en todos los niveles, en todo el país”, expresó el especialista del CIEP.
Inclusive, sostuvo, en 2025, el gobierno federal tendría que pagar un billón 250 mil millones de pesos, equivalente a 3.5% del PIB, por el costo financiero de los pasivos, lo cual “es un montón”.
2023 y 2024
Cantú Calderón expuso que especial relevancia fue el endeudamiento de 2023 y particularmente en 2024, cuando no hubo una crisis económica.
“Lo que vimos en el 2024 fue un endeudamiento mayúsculo, grandísimo, no habíamos tenido un endeudamiento tan grande, en los últimos años, inclusive desde los noventas, de 5.7% del PIB en 2024, pero no solamente eso es lo preocupante, sino nos endeudamos en un año cuando la tasa de interés era de 10%, entonces, endeudarnos cuando hay un costo financiero tan alto, eso hace una bola de nieve”, sostuvo.
Añadió que esa situación presionará las finanzas públicas, en el corto y mediano plazo, lo cual lleva más deuda, un ajuste al gasto presupuestario o en los ingresos.
Diego Díaz, coordinador de desarrollo económico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), hizo hincapié en que el crecimiento exponencial de la deuda se registró en 2024, año en que hubo un desequilibrio de las finanzas públicas, caracterizado por el año electoral.
“Sí crecen los ingresos en 2024, pero el gasto aumenta de manera desproporcionada, lo que lleva a que el gobierno tenga que endeudarse para cubrir esa brecha entre ingresos y gasto o ese déficit. Ese año, los ingresos crecieron1.7% en términos reales, en comparación con 2023, pero el gasto se elevó 7.7%”, expuso.
Manifestó que, en 12 meses, el saldo de la deuda total creció en poco más de tres billones de pesos, en un año donde no hubo crisis.
El problema es que no fue a inversión
Para Diego Díaz, coordinador de desarrollo económico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el mayor problema del endeudamiento es que no fue en inversión, sino a programas sociales.
“Eso nos preocupa en el IMCO, cómo no se endeuda para invertir, sino que es más un endeudamiento para gasto corriente…es preocupante, ¿para qué nos estamos endeudando? Una cosa es endeudarse como lo dice la Constitución, para inversión pública para puentes, carreteras, transmisión eléctrica, central de generación y otras es para financiar programas sociales, salarios de servidores públicos o materiales y suministros u otros conceptos de gastos corrientes. No inviertes para producir bienes”, expuso Díaz.
Agregó que es importante ver la tendencia de la administración federal actual, en un contexto de desaceleración de la economía.
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