El Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico (PLADESE) para 2025-2039, busca alcanzar una capacidad instalada de generación acumulada de 162.3 mil MW, pero los especialistas aseguran que las metas planteadas sólo se alcanzarán si se garantiza la participación de los privados.
“Las metas del plan sólo serán alcanzables si se abre completamente a la inversión privada, y el desafío será acelerar la estructuración de nuevos proyectos en conjunto con empresas nacionales y extranjeras”, aseguró Oscar Ocampo, director de desarrollo Económico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La Secretaría de Energía (Sener) presentó la primera edición de este plan, el cual es un documento que define la estrategia para expandir y modernizar la red eléctrica nacional, además de una mayor participación de energías renovables en la matriz energética.
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Oscar Ocampo reconoció que esté presente la figura de asociación con empresas privadas, sin embargo, dijo que sigue presente el riesgo de la centralización en la toma de decisiones por parte de la Sener y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Lo que vemos es una intención de seguir centralizando la generación y los sistemas eléctricos. No implica que no haya inversión, pero restringe el crecimiento de un sector que debería compensar el déficit de los últimos seis años”, subrayó Ocampo.
Por su parte, César Rivera, investigador en Transición Energética y Medio Ambiente del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), reconoció que el presupuesto está alineado a los objetivos del plan, pero insistió en que el reto con los privados sigue siendo el área de generación eléctrica.
“Hay que ver de dónde van a sacar los recursos para algunos proyectos como los paneles solares para las viviendas, que tienen que ver con la transición energética justa. (…) A la CFE, sin los subsidios del gobierno, le cuesta trabajo sostener su balance en materia de transición”, explicó César Rivera.
Contexto: El pasado viernes, la Secretaría de Energía publicó el Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico en el Diario Oficial de la Federación, esto forma parte de la nueva estrategia energética del gobierno de Claudia Sheinbaum, que busca ordenar la expansión del sistema eléctrico y fortalecer el papel del Estado sin excluir la inversión privada.
El plan establece criterios de sustentabilidad y prioriza proyectos que aporten confiabilidad, continuidad y calidad al sistema nacional, con el objetivo de alcanzar al menos 38% de generación eléctrica limpia para 2030.
Advierten centralización
Oscar Ocampo identificó elementos positivos en el Plan, entre ellos destaca la preservación del orden de despacho basado en costos, lo que prioriza la inyección a la red de la energía más barata.
También destacó la creación de figuras de asociación con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como un incentivo para atraer inversión privada en nuevos proyectos.
“Hay dos elementos importantes que son positivos: el primero es que se preserva el orden de despacho, y el segundo, que se crean figuras de asociación con la CFE, eso es positivo”, señaló el IMCO.
Sin embargo, el instituto advirtió que el concepto de “planeación vinculante”, incluido en el plan, podría derivar en una mayor centralización del sistema eléctrico.
Apuestan por energía limpia junto con privados
El plan entregado por la dependencia a cargo de Luz Elena González, prevé añadir 28,004 MW de capacidad entre 2025 y 2030, con una participación mayormente del Estado y una contribución del sector privado, enfocándose en que 77% de las nuevas plantas sean de energías limpias.
Además, contempla la incorporación de sistemas de almacenamiento con baterías y el uso de hidrógeno verde a partir de 2036 para reducir el consumo de gas natural. Con esto, se busca que la participación de energías limpias en la capacidad total pase de 39% en 2024 a casi 59% en 2039.
Finalmente, esperan que la capacidad eléctrica crezca en promedio 4.2% por año.
“Esto es algo positivo para la economía mexicana, pues podría darle impulso al crecimiento por la mayor inversión fija. Además, la falta de energía eléctrica es un factor que frenó la llegada de nueva inversión extranjera directa en la primera ola del nearshoring”, indicó Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.