CIENCIA

Muere Julieta Fierro, la astrónoma que nos acercó al Cosmos

Julieta Fierro fue una figura central e indispensable en la ciencia mexicana, reconocida por su triple faceta como astrónoma, física y, sobre todo, como una excepcional divulgadora científica

Julieta Fierro Créditos: Cuartoscuro
Julieta Fierro Créditos: Cuartoscuro
Julieta Fierro Créditos: Cuartoscuro
Julieta Fierro Créditos: Cuartoscuro
Julieta Fierro Créditos: Cuartoscuro
Julieta Fierro Créditos: Cuartoscuro
Julieta Fierro Créditos: Cuartoscuro
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La científica mexicana, Julieta Fierro Gossman, docente de la Facultad de Ciencias Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) falleció este viernes.

Fierro estudió Física y Astrofísica en la Facultad de Ciencias de la UNAM, la científica se especializo en el estudio del medio interestelar (materia entre las estrellas), así como en diversos proyectos relacionados con el Sistema Solar.

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Julieta Fierro, nacida en 1948, fue una figura central e indispensable en la ciencia mexicana, reconocida por su triple faceta como astrónoma, física y, sobre todo, como una excepcional divulgadora científica. Su trabajo la consolidó como una figura clave en la difusión del conocimiento en México, con un compromiso inquebrantable que busca desmitificar temas complejos y fomentar la curiosidad del público.

Trayectoria académica y liderazgo

Fierro forjó su sólida formación académica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se graduó en Física y obtuvo posteriormente una maestría en Astrofísica en la Facultad de Ciencias. Su relación con la UNAM fue profunda: es investigadora del Instituto de Astronomía y profesora titular en la Facultad de Ciencias. Demostrando su compromiso institucional, también ocupó el cargo de directora general de Divulgación Científica de la UNAM, labor que desempeñó de 2000 a 2004.

Más allá de su rol en la ciencia dura, incursionó en el ámbito de las humanidades al ser elegida miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua en 2003, ocupando la Silla XXV. Además, su influencia se extiende internacionalmente, ya que es miembro correspondiente de la Real Academia Española y ha ocupado cargos en instituciones de prestigio como la Unión Astronómica Internacional y la Academia Americana de Artes y Ciencias.

Logros en la divulgación

El mayor logro de Julieta Fierro fue su habilidad para traducir la complejidad del universo a un lenguaje accesible para todos. Fue sido sumamente prolífica, pues escribió más de 40 libros, la mayoría enfocados en la divulgación científica, con el objetivo de acercar la astronomía tanto a niños como a adultos.

Su visión para la difusión de la ciencia no se limitó a la escritura. Participó activamente en la creación de espacios fundamentales de aprendizaje interactivo, colaborando en la creación de la sala de astronomía del Museo Universum y del Museo Descubre de Aguascalientes. Adicionalmente, llevó su voz y conocimientos a audiencias masivas mediante su colaboración en programas de radio y televisión.

Su destacada labor fue reconocida con numerosos galardones, incluyendo el prestigioso Premio Kalinga de la UNESCO y la Medalla al Mérito en Ciencias Ingeniero Mario Molina. Su influencia es tan vasta que su labor ha servido de inspiración para generaciones de científicos y estudiantes, y varias instalaciones científicas en México llevan su nombre en honor a su invaluable legado

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Sobre el discurso de Julieta Fierro en la Ceremonia de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua

Julieta Fierro inició su discurso imaginando un caracol de jardín, trazando la espiral de su concha y comparando su gusto por la humedad con el disfrute humano del mar. Señala que tanto humanos como caracoles tenemos ancestros que surgieron del mar y compartimos adaptaciones lentas, como los pulmones (que evolucionaron de las vejigas natatorias de peces).

El caracol simboliza el éxito evolutivo (los gasterópodos son los moluscos más exitosos, con 35,000 especies vivientes y 15,000 fósiles documentados). Este éxito biológico se compara con la evolución lingüística, donde las "palabras fósiles" documentadas son solo una pequeña muestra de la transformación del lenguaje. La oradora contrasta la breve memoria del caracol (cuatro meses) con la memoria humana, que es fundamental para la inteligencia y para integrar voces a la memoria colectiva.

Fierro se adentró en el tema del cosmos, sugiriendo que la historia del universo se encierra dentro de un caracol y el ser amado. Recorre la evolución cósmica, desde la liberación de energía que dio inicio a la historia (hace 14,000 millones de años), la formación de elementos ligeros, la fusión nuclear en estrellas que produce elementos indispensables como el carbono y el oxígeno, y la necesidad de explosiones de estrellas masivas para integrar elementos pesados como el magnesio y el hierro, esenciales para planetas rocosos.

La ciencia y las matemáticas son fundamentales para comprender estas estructuras. Se destaca que galaxias, girasoles, gasterópodos y mentes arquitectónicas comparten formas espirales, las cuales pueden ser descritas con precisión y elegancia por el lenguaje de las matemáticas. Sin embargo, la expansión acelerada del universo impone límites, como los horizontes de eventos, lo que significa que nunca lo conoceremos todo.

Advirtió sobre el doble filo del lenguaje: las palabras pueden ser un agobio o amplificar necedades. Critica que los humanos, a pesar de usar palabras, devastamos el entorno, matamos a los de nuestra propia especie por avaricia u odio y causamos serios problemas a los descendientes. Expresa su deseo de que se usen más las palabras para proponer soluciones y lograr una vida plena.

Finalmente, Fierro enlazó la biología (la cóclea, que es un caracol interno, donde recibimos sonidos) con la mente, describiéndola como la casa que el humano lleva a cuestas, "poblada de palabras". Esta casa puede ser un refugio luminoso o un tormento lleno de enojo, envidia, celos e ira. Concluye aceptando con honor la responsabilidad de formar parte de la AML, valorando su diversidad (que no distingue género, a diferencia de otras épocas) y la importancia de cultivar las redes de voces y la reflexión