Para 2026, la deuda pública del Estado alcanzará 20.3 billones de pesos, equivalente al 52.3% del Producto Interno Bruto (PIB), un nivel sin precedentes en al menos 35 años. Este monto generará una deuda de 151 mil pesos por cada ciudadano mexicano. Entre 2024 y 2026, la deuda por habitante aumentará 5.1% en términos reales, sumando 7 mil pesos adicionales, de acuerdo con el análisis de México Evalúa.
El ritmo de endeudamiento se acelerará en 2026, con el Gobierno contratando deuda por 4,349 millones de pesos cada día, cifra superior a los 4,274 millones diarios previstos para 2025. Este incremento responde a un cambio en la estrategia de manejo de las finanzas públicas, que pasa de buscar reducción de deuda al inicio de la administración a priorizar un mayor gasto y un déficit más amplio.
Costo de intereses y desplazamiento de recursos
El principal reto para las finanzas públicas será el pago de intereses y servicio de la deuda, que alcanzará 1.57 billones de pesos, equivalente a 4.1% del PIB, el nivel más alto desde 1991. México Evalúa indica que casi una quinta parte de cada peso que ingrese al Gobierno —18 centavos— se destinará únicamente a cubrir estos compromisos, la proporción más alta desde 1996.
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El gasto en intereses tendrá un impacto directo en recursos disponibles para servicios esenciales. En 2026, el monto destinado a cubrir intereses será suficiente para casi duplicar el presupuesto destinado a educación (2.9% del PIB) o salud (2.5% del PIB). México Evalúa ejemplifica que con los recursos de un solo día de pago de intereses se podría financiar el tratamiento anual de 16 mil 571 pacientes con cáncer de mama.
Endeudamiento sin inversión productiva
El aumento de la deuda no se traducirá en inversión productiva proporcional. Por cada peso de deuda contratada en 2026, 61 centavos se destinarán a inversión, mientras que 39 centavos se usarán en gasto corriente, incluido el pago de intereses. Esta proporción de inversión es una de las más bajas desde 2009, según el análisis de México Evalúa.
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El Paquete Económico 2026 introduce un “nuevo concepto de inversión” denominado inversión en desarrollo de capital humano, que incluye gastos en educación, salud pública preventiva y formación de competencias. Este concepto permite mostrar un equilibrio presupuestario sin inversión, aunque en realidad el déficit y la deuda continúen aumentando. México Evalúa señala que, sin este concepto, el balance sin inversión presentaría un déficit real.
Riesgo de círculo vicioso y reglas fiscales obsoletas
El mecanismo de cálculo de la deuda vincula el presupuesto del año siguiente al nivel de endeudamiento proyectado al cierre del año en curso. Esta práctica puede generar un círculo vicioso de endeudamiento: si la proyección de deuda aumenta cada año, el límite para el siguiente también sube.
En este sentido, México Evalúa considera que las reglas de responsabilidad fiscal y la condición de equilibrio presupuestario han quedado obsoletas. Los criterios actuales no aseguran la estabilidad de la deuda ni permiten evaluar el impacto real de los programas clasificados como inversión en capital humano.
La organización recomienda transparentar los procesos de selección y evaluación de los programas de inversión, así como replantear los principios fiscales para vincular la inversión con productividad y crecimiento económico.
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Implicaciones para 2026
La estrategia de endeudamiento ha evolucionado de un intento inicial de consolidación fiscal hacia un aumento sostenido de deuda. Para 2026, esto implicará:
- Deuda histórica por ciudadano
- Aumento en los costos de intereses
- Desplazamiento de recursos de servicios esenciales
- Distorsión de las reglas fiscales para mostrar un equilibrio presupuestario virtual.
México Evalúa concluye que, en la práctica, el paquete económico de 2026 no será fiscalmente responsable.
La carga de deuda para cada mexicano se incrementará, mientras el país continúa pagando deuda con nueva deuda, generando presiones sobre los recursos públicos y limitando la capacidad de inversión en proyectos productivos. La organización advierte que, sin ajustes a las reglas de responsabilidad fiscal, el endeudamiento seguirá creciendo, aunque el presupuesto aparente equilibrio en el papel.
VGB