Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos del Senado de la República aprobaron este miércoles un dictamen que reforma la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual les otorga la facultad de ratificar los nombramientos de grados superiores de la Guardia Nacional hechos por la Presidencia.
El documento obtuvo 26 votos a favor y ocho en contra. Con esta decisión, los artículos 76 y 78 constitucionales incorporan un mecanismo de control legislativo sobre la designación de altos mandos, similar al que ya existe en las Fuerzas Armadas.
Argumentos a favor
Los grupos parlamentarios que respaldaron la iniciativa coincidieron en que la reforma fortalece el papel del Senado como órgano de control y amplía la legitimidad de la Guardia Nacional.
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Para Morena, la medida refuerza la transparencia y la rendición de cuentas al exigir la ratificación parlamentaria de los mandos. El PVEM subrayó que el cambio dará certeza jurídica a la institución, mientras que el PT lo interpretó como un paso para consolidar los contrapesos constitucionales.
Movimiento Ciudadano destacó que el nuevo esquema busca equilibrar el carácter militar de la corporación con su función de cercanía con la ciudadanía, al someter a los mandos más altos a la supervisión del Poder Legislativo.
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Argumentos en contra
En contraste, legisladores del PAN y del PRI cuestionaron que la medida normalice la militarización de la Guardia Nacional. El PAN advirtió que la reforma solo “parcha” la Constitución y que el cuerpo de seguridad debería mantener un carácter estrictamente civil.
El PRI señaló que otorgar al Senado la ratificación de los mandos equivale a aceptar una estructura que debería corregirse de raíz con policías civiles profesionales.
El coordinador panista Ricardo Anaya agregó que la facultad ya se encontraba en la Constitución desde septiembre de 2024, pero se eliminó en diciembre de ese mismo año por un error legislativo. En su opinión, la nueva reforma únicamente repone esa disposición y confirma la tendencia a reforzar la presencia militar en tareas de seguridad pública.
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Contraste de posiciones
En suma, mientras Morena, PVEM, PT y Movimiento Ciudadano ven en la reforma un mecanismo de control parlamentario y un refuerzo a la legitimidad de la Guardia Nacional, PAN y PRI sostienen que se trata de una medida insuficiente que profundiza el carácter militar de la corporación y posterga la construcción de un modelo de seguridad con base civil.
VGB
