Como parte de su Primer Informe de Gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió a las críticas en torno al desabasto de medicamentos en el país.
Desde Palacio Nacional, la mandataria mexicana aseguró que, “a pesar de las mentiras y calumnias”, su gobierno trabaja todos los días para garantizar el suministro de medicamentos, y destacó que en todos los centros de salud el abasto ya se encuentra por encima del 90%.
La presidenta reconoció el esfuerzo de la Secretaría de Salud y reiteró que el acceso a la salud no es una mercancía ni un privilegio, sino un derecho del pueblo de México.
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Al respecto, especialistas en salud coinciden en que aún persisten problemas estructurales en el sistema: desabasto de medicamentos, falta de vacunas y un aumento en el gasto de las familias para atender enfermedades.
Reconocen avances en el diseño de programas y en la construcción de un nuevo modelo, pero subrayan que la universalidad de la salud, anunciada como logro del gobierno, aún no se refleja en la realidad cotidiana.
“Estamos estancados”, afirman.
El discurso oficial
El informe que la Presidencia entregará al Congreso afirma que México ya cuenta con un “sistema de salud humanista”, integrado por IMSS, ISSSTE e IMSS Bienestar, para atender a 129 millones de personas.
Entre los principales logros, el documento destaca:
- Inauguración de 31 hospitales y 12 clínicas
- Compra consolidada de medicamentos por 284 mil millones de pesos para 2025-2026
- Creación de las Rutas de la Salud, para distribuir insumos médicos a hospitales y centros del IMSS Bienestar
- Programa Salud Casa por Casa, con 2.2 millones de hogares visitados por brigadas médicas
- Medicamentos y análisis gratuitos en clínicas públicas
El mensaje oficial es de cobertura universal, inversión histórica y fortalecimiento de la infraestructura sanitaria.
“Hay una privatización de facto”
Sin embargo, para Rogelio Gómez Hermosillo, presidente de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, el panorama es menos optimista. Según explica, los hogares mexicanos gastan hoy 40% más en salud que hace seis años, en términos reales.
“En un país con cobertura universal ese gasto sería mínimo, pero aquí el 64% de los hogares tiene que pagar algo de su bolsillo”, advierte. El promedio es de 535 pesos al mes, que se eleva a 836 pesos si se consideran solo las familias que efectivamente gastan. En el caso de los más pobres, el desembolso ronda los 383 pesos, lo que representa un golpe considerable a sus ingresos.
Para Gómez Hermosillo, esto configura una “privatización en la práctica”. En lugar de un sistema público sólido, las familias pagan consultas, medicinas o estudios cada vez que lo necesitan.
“Aunque la Constitución dice que la salud es universal, la realidad es lo contrario, hay desabasto de medicamentos y la gente termina pagando de su bolsillo”, afirma.
“No podemos avalar los mensajes triunfalistas”
El diagnóstico es aún más duro en voz de Alejandro Barbosa, presidente de la organización Nariz Roja, dedicada a pacientes con cáncer.
“No podemos avalar estos mensajes triunfalistas”, sostiene. “Solo en Jalisco faltan 32 claves oncológicas. El IMSS Bienestar está en pañales, no tenemos medicamentos suficientes y lo que la presidenta dice no corresponde a la realidad de los pacientes”.
Contrario a lo que señala el gobierno, Barbosa asegura que la salud en México no es universal, gratuita ni de calidad. “Tengo recetas en mano de medicamentos no surtidos. En muchos hospitales todavía se cobra a los pacientes. Y en prevención, hay brotes históricos de sarampión por falta de vacunas”.
También cuestiona la inauguración de hospitales sin plena capacidad: “La clínica de Tlajomulco opera solo al 10%. No necesitamos edificios a medias, sino medicamentos en las gavetas”.
Avances con matices: prevención y nuevos programas
En contraste, la activista Frida Romay reconoce que, frente al sexenio anterior, sí hay progresos.
“Hoy existen programas con presupuesto, responsables y visión preventiva”, asegura. Cita el plan ‘Vive saludable, vive feliz’, el programa “Salud Casa por Casa” y la nueva estrategia de Rutas por la Salud, que busca garantizar abasto en hospitales y clínicas.
No obstante, la ex vocera de la organización Cero Desabasto admite que sigue habiendo desabasto de medicamentos, pero considera que el modelo de atención primaria y la consolidación del IMSS Bienestar pueden convertirse en bases sólidas si se sostienen en el tiempo. “En comparación con la administración anterior, sí hay mejoras sustanciales”, apunta.
Entre la promesa y la realidad
¿Por qué es importante este tema? El balance de especialistas es unánime. Los avances existen, pero no alcanzan para sostener el discurso de universalidad.
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El gobierno presume hospitales, programas y compras de medicamentos, mientras que las organizaciones civiles reportan recetas no surtidas, familias que gastan de su bolsillo y brotes prevenibles.
lrc