SENADO

Tras pleito Noroña-Alito, Sheinbaum llama a tranquilizar los ánimos

La jefa del Ejecutivo comentó que lo sucedido en la casona de Xicoténcatl fue una muestra de autoritarismo por parte del dirigente nacional del PRI

Claudia Sheinbaum.Créditos: Captura de pantalla
Escrito en NACIÓN el

Luego del pleito a golpes en el Congreso, la presidenta Claudia Sheinbaum señaló que sí hay condiciones para que se siga sesionando en el Congreso y para asistir a entregar el Informe de Gobierno, además hizo un llamado a que se tranquilicen los ánimos.

La mandataria expresó su opinión sobre lo registrado el miércoles en la Comisión Permanente en la casona de Xicoténcatl es muestra de lo que es el PRIAN, dijo Sheinbaum sobre la pelea entre Gerardo Fernández Noroña y el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno.

La jefa del Ejecutivo comentó que hay una contradicción porque ellos dicen que somos un gobierno autoritario, pero su actitud es eso, lo que pasó muestra lo que son, un autoritarismo enorme y la resolución a golpes de lo que podría haberse dialogado o debatido, es muy lamentable.

Segob hace llamado serenar ánimos

La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez se pronunció sobre lo sucedido en el Senado, en un mensaje ante reporteros pidió a que serenen los ánimos y que no vuelvan a ocurrir estos hechos, la funcionaria dejó claro no buscará un encuentro ni con Gerardo Fernández Noroña ni Alejandro Moreno.

"Es inaceptable la violencia en cualquier termino, somos un gobierno que esta por la paz y por la tranquilidad del país, esos ejemplos como el de ayer no son lo que quiere la sociedad mexicana", dijo la titular de Segob. 

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La pelea de “Alito” y Noroña

¿Por qué es importante este tema? La última sesión del periodo de receso de la Comisión Permanente comenzó ayer miércoles con una andanada de críticas a Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, por la compra de una casa de 12 millones de pesos, y terminó con el morenista envuelto en una trifulca con el priista Alejandro Moreno en plena tribuna del Congreso.

El Salón de Sesiones de la vieja sede del Senado en Xicoténcatl fue escenario de un episodio en que los golpes sustituyeron al debate.

La sesión de la Comisión Permanente ya venía caldeada. Desde temprano, los legisladores agitaron el avispero. Mientras unos defendían la soberanía mexicana luego de las declaraciones de la senadora Lilly Téllez (PAN) para la intervención de Estados Unidos en México para combatir el narcotráfico, otros gritaban desde su curul a Morena para reclamar las investigaciones que los ligan al crimen organizado.

Alejandro “Alito” Moreno, líder del PRI, pidió el uso de la palabra para responder en defensa de Téllez y acusar a Morena por el narcotráfico y la intervención de Estados Unidos. Pero no habría tercera intervención. El telón casí caía con el Himno Nacional. Para “Alito”, aquello fue un silencio impuesto, un agravio personal.

Moreno subió a la tribuna y se plantó detrás de Noroña. Aún sonaban las últimas notas musicales cuando reclamó: “¡Te estoy pidiendo la palabra!”. Noroña intentaba explicar algo, pero Moreno gritó más fuerte y vinieron los empujones y manotazos.

“¡No me toques!”, respondió Noroña, intentando bajar los brazos del priista. Dolores Padierna, vicepresidenta de la Mesa, lo sujetó del brazo para alejarlo y terminó envuelta en el zafarrancho. “¡Te parto tu madre, cabrón!”, se escuchó en plena tribuna. Legisladoras priistas coreaban “¡puto, puto!” desde sus escaños. Noroña reculaba, esquivaba e intentaba salir.

En medio del caos, apareció el más inesperado protagonista Emiliano González, colaborador de Gerardo Fernández Noroña, encargado del streaming para redes sociales, quien subió a la tribuna y se paró frente a Alito cuando embestía a su rival.

“Alito” lo empujó brutalmente. Emiliano cayó al suelo, y ahí recibió golpes y patadas mientras intentaba cubrirse.

Horas después, Emiliano se presentó ante la prensa con collarín, el brazo derecho vendado e inmovilizado. Su imagen, vendado y en cabestrillo, dio rostro al saldo físico del bochornoso episodio en la casona de Xicoténcatl.