El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impulsó el retorno de una medalla militar creada en 1918 para reconocer a quienes participan en operaciones en la frontera con México. El Departamento de Defensa anunció la instauración de la Medalla de Defensa de la Frontera Mexicana (MBDM), dirigida a los miembros de las Fuerzas Armadas que apoyan misiones en la zona.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, formalizó la medida mediante un memorando emitido el 13 de agosto. El documento establece que la medalla entrará en vigor de manera inmediata. Hegseth presentó el reconocimiento como una reedición de la Medalla al Servicio Fronterizo Mexicano de 1918, al mantener su diseño, nombre y objetivo original.
El subsecretario de Defensa para Personal y Preparación, Anthony J. Tata, también respaldó la creación del galardón. Ambos funcionarios compartieron el anuncio en redes sociales. Según el Departamento de Defensa, la condecoración refleja la prioridad que el gobierno asigna a la vigilancia y control de la frontera sur.
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Criterios, vigencia y alcance territorial
El nuevo reconocimiento se entregará a militares asignados o desplegados en operaciones designadas por el Departamento de Defensa en apoyo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Para ser elegibles, los elementos deben registrar al menos 30 días de servicio consecutivo o no consecutivo en las misiones autorizadas.
El periodo de elegibilidad comenzó el 20 de enero, fecha que coincide con la segunda toma de posesión presidencial de Donald Trump, y se extenderá hasta un momento aún no definido. El área considerada incluye zonas dentro de 100 millas náuticas (180 km) de la frontera con México, así como aguas territoriales hasta 24 millas náuticas.
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Los estados involucrados son Texas, Nuevo México, Arizona y California. La medalla sustituirá a la Medalla de Servicio de las Fuerzas Armadas (AFSM), que anteriormente reconocía este tipo de despliegues. Los elementos que ya recibieron la AFSM podrán solicitar la nueva condecoración, pero no conservarán ambas por el mismo periodo de servicio.
Diseño basado en símbolo histórico
La medalla será una pieza de bronce con el mismo diseño que la versión original de 1918. En el anverso presenta una espada romana envainada, suspendida sobre una tableta con la leyenda “Por el servicio en la frontera con México”. La imagen representa la función militar dentro del territorio nacional.
El reverso incluye el Escudo de Armas de Estados Unidos sobre un pergamino, enmarcado por una corona que incorpora rifles cruzados, sables y cañones, como símbolos de la infantería, caballería y artillería. El listón que acompaña la medalla combina colores verde y dorado, que representan libertad y virtud cívica, respectivamente.
El Instituto de Heráldica del Ejército de Estados Unidos será responsable de producir la medalla, mientras que la Agencia de Logística de Defensa organizará su adquisición y distribución para personal activo y veteranos que cumplan con los requisitos establecidos.
Antecedentes de la medalla de 1918
La medalla original conmemoró las operaciones militares desplegadas entre 1916 y 1917 en la región fronteriza de Texas y Nuevo México, así como en el estado de Chihuahua, México. Durante ese periodo, las fuerzas estadounidenses enfrentaron incursiones lideradas por el revolucionario mexicano Francisco “Pancho” Villa.
El gobierno estadounidense empleó entonces unidades de infantería y caballería para reforzar el control del territorio fronterizo. Las acciones se desarrollaron dentro de los límites estadounidenses, aunque en estrecha relación con los conflictos en el norte de México.
Con la reedición de esta medalla, la administración encabezada por Trump integró un elemento histórico en su estrategia de seguridad fronteriza, destacando a quienes participen en las operaciones militares activas en la zona.
EU refuerza frontera con México
Contexto: durante 2025, la administración de Donald Trump implementó una serie de acciones orientadas al reforzamiento de la seguridad en la frontera con México.
Estas medidas respondieron a la política federal de control migratorio y protección del territorio, señalada como prioridad en comunicados oficiales del Departamento de Defensa y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
En los primeros meses del año, el gobierno amplió el despliegue de personal militar en zonas fronterizas de Texas, Nuevo México, Arizona y California.
Según datos del Pentágono, estas unidades brindaron apoyo logístico, vigilancia aérea y tareas de patrullaje en colaboración con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). El despliegue incluyó drones, sensores móviles y torres de vigilancia.
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En marzo, el Congreso aprobó un paquete presupuestal que destinó recursos adicionales a infraestructura de barreras físicas, tecnología de monitoreo y contratación de agentes federales.
El gobierno también impulsó la reactivación de acuerdos de cooperación con autoridades locales para tareas de detención y entrega de personas migrantes.
Y ahora con la reactivación de la medalla de 1918, el presidente busca distinguir a quienes participan en operaciones de resguardo territorial en el límite sur del país.
La administración informó que mantendrá estas acciones como parte de su estrategia de seguridad nacional, mientras continúa con operativos conjuntos entre agencias federales y cuerpos militares en la región fronteriza.
VGB