La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, enfrenta a un escándalo de corrupción que pone a prueba su liderazgo en un momento clave, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensifica sus críticas al gobierno mexicano, alegando que los cárteles de la droga ejercen control sobre las instituciones del país. En el centro de este caso aparece el senador Adán Augusto López Hernández, exsecretario de Gobernación, exgobernador de Tabasco y colaborador cercano del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Y este tema, de acuerdo con The New York Times, podría marcar un quiebre entre Sheinbaum y AMLO.
Dos exfuncionarios nombrados por López Hernández durante su mandato en Tabasco, el entonces secretario de Seguridad y el jefe de la policía estatal permanecen prófugos. Las autoridades mexicanas, en coordinación con Interpol, los buscan por presuntamente liderar una red criminal relacionada con el narcotráfico.
Te podría interesar
Aunque Adán Augusto López no enfrenta cargos formales, la presidenta Sheinbaum y su partido, Morena, manifiestan apoyo público a su figura. Dirigentes del partido cierran filas para contener el impacto político del caso.
Morena protege a López Hernández
El miércoles 30 de julio, la mayoría de Morena en la Comisión Permanente del Congreso se rehusó por segunda vez a discutir la vinculación entre Adán Augusto López y Hernán Bermúdez. La presidenta de la mesa directiva, Imelda Castro, interrumpió a los oradores que hacían mención al tema bajo el argumento de que en la reunión previa no se había alcanzado el acuerdo.
Te podría interesar
Gerardo Fernández, presidente de la mesa, quien no acudió a la sesión, dijo al día siguiente que la oposición no había planteado la propuesta de discutir el caso de López Hernández, sin embargo, el coordinador del PRI en el Senado, Manuel Añorve, difundió un video en el que se ve a la priista Carolina Viggiano hacer la propuesta, que fue desechada por las morenistas Castro y Dolores Padierna, y el petista Ricardo Mejía.
Una acusación que coincide con críticas de Trump
El escándalo se relaciona con uno de los señalamientos más persistentes del presidente Trump: que la clase política mexicana evita combatir la corrupción que protege a los cárteles de la droga. El gobierno de México rechaza estas acusaciones.
Funcionarios en Washington, según reporta The New York Times, comienzan a exigir mayor acción frente a la colusión entre políticos, empresarios y organizaciones criminales, alejándose del respaldo tácito que mantuvieron en años anteriores.
Informe vincula a altos funcionarios con grupo criminal
Contexto: una investigación realizada en 2019 señala que, durante su gestión como gobernador de Tabasco, López Hernández colocó a personas con presuntos vínculos con el grupo criminal La Barredora en posiciones clave de seguridad.
El secretario de Seguridad de Tabasco en ese entonces, Hernán Bermúdez Requena, figura en el informe. Permaneció en el cargo hasta el año pasado y actualmente se encuentra entre los prófugos.
Impacto en la imagen de Morena y de Sheinbaum
Pese a avances en seguridad durante la administración de Sheinbaum, como una baja en los homicidios y una disminución en las incautaciones de fentanilo en la frontera, el caso de Tabasco plantea dudas sobre su compromiso con el combate a la corrupción en los niveles más altos del poder.
Morena, partido fundado por López Obrador, ha construido su identidad política alrededor del rechazo a la impunidad. Sin embargo, voces críticas como la del columnista de Bloomberg, Juan Pablo Spinetto, indican que el caso López pone en entredicho esa narrativa.
TAMBIÉN LEE: "México ganó": Sheinbaum tras acuerdo arancelario con Trump
División interna en Morena y evasivas de la presidenta
Hasta ahora, Sheinbaum evita responder preguntas sobre lo que López Hernández pudo conocer sobre las actividades de sus excolaboradores. La situación también evidencia una división interna dentro de Morena, donde algunos líderes exigen rendición de cuentas.
¿Por qué es relevante el tema?
El escándalo que involucra a exfuncionarios cercanos al senador Adán Augusto López Hernández es relevante porque ocurre durante el inicio del mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum y en un contexto de presión internacional encabezada por el expresidente Donald Trump.
La relación entre actores políticos y presuntas redes criminales pone bajo escrutinio las políticas de seguridad y combate a la corrupción del nuevo gobierno. Además, este caso coincide con un cambio en la postura de Washington, que ahora exige acciones más contundentes contra la colusión entre autoridades mexicanas y organizaciones delictivas.
La atención mediática y diplomática al caso refleja su impacto en la percepción institucional del Estado mexicano y en la relación bilateral con Estados Unidos. El hecho de que los implicados hayan ocupado cargos estratégicos en materia de seguridad profundiza la preocupación sobre la infiltración criminal en estructuras de gobierno.
VGB