Ovidio Guzmán López, alias "El Ratón", uno de los líderes de la facción de "Los Chapitos" del Cártel de Sinaloa, volverá a comparecer ante la Corte del Distrito Norte de Illinois en Chicago el 9 de enero de 2026, a las 11:00 de la mañana (hora local). Esta audiencia es crucial, ya que en ella se establecerá una fecha para su sentencia.
La razón principal del regreso de Ovidio Guzmán a la corte es la continuación de su proceso de colaboración con la justicia estadounidense, un acuerdo que busca evitar la cadena perpetua. Previamente, el 11 de julio, Guzmán López se declaró culpable de cuatro cargos relacionados con el narcotráfico y crimen organizado, incluyendo tráfico de múltiples drogas como el fentanilo.
Al declararse culpable, Ovidio admitió hechos que establecen su culpabilidad más allá de toda duda razonable y proporcionan una base para la confiscación de bienes. Además, como parte de este acuerdo, aceptó la imposición de una sentencia pecuniaria personal por 80 millones de dólares, que representa el producto de sus delitos.
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La valía como testigo cooperante: un reto de seis meses
El acuerdo de culpabilidad, que fue presentado en Chicago, estipula que Ovidio Guzmán se compromete a cooperar plena y sinceramente con representantes de la Fiscalía Federal para el Distrito Norte de Illinois, el Distrito Sur de California, el Distrito Sur de Nueva York, y la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Esta cooperación incluirá proporcionar información completa y veraz en cualquier investigación y preparación previa al juicio, así como prestar testimonio completo y veraz en cualquier procedimiento penal, civil o administrativo.
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Durante los próximos seis meses, hasta su audiencia de sentencia, Guzmán deberá demostrar su valía como "testigo cooperante". Esto implica que deberá proporcionar información sustancial sobre la operación interna del Cártel de Sinaloa, incluyendo:
- Rutas de trasiego de drogas.
- Socios clave del cártel.
- Funcionarios coludidos.
- Bienes ocultos y redes de lavado de dinero.
- Empresas fachada.
Según el periodista Oscar Balderas, la "gran paradoja" es que Ovidio, para salvarse, "tiene que matar al Cártel de Sinaloa, tiene que matar la creación del padre". La jueza Sharon Coleman estimará si sus declaraciones ayudarán a la desarticulación del cártel o si no tendrán relevancia, lo cual determinará la posibilidad de una reducción de su sentencia o, en su defecto, la imposición de cadena perpetua.
Evitando un juicio público
Una de las motivaciones para que Ovidio Guzmán se declarara culpable fue evitar un juicio público. Esto permite que EU obtenga toda la información relevante sobre el Cártel de Sinaloa sin necesidad de compartirla abiertamente. Como resultado, las autoridades mexicanas quedarían fuera de las investigaciones, y las declaraciones no serían de conocimiento público.
El periodista Oscar Balderas lamentó que "toda la información criminal sobre las redes de complicidad y redes financieras que pueda tener el capo con grupos empresariales o eclesiásticos se lo queda Estados Unidos y no lo compartirá con México".
Contexto: Ovidio Guzmán, también conocido como "El Ratón", se convirtió en figura pública tras el fallido operativo del 17 de octubre de 2019 en Culiacán, Sinaloa, conocido como el "Culiacanazo". Fue detenido nuevamente a principios de 2023 y extraditado a Estados Unidos en septiembre de 2023.
Tras su declaración de culpabilidad el 12 de julio, fue reingresado brevemente a la prisión metropolitana de Chicago antes de ser trasladado a una ubicación no revelada como parte de un programa de protección de testigos potenciales. Permanecerá bajo custodia federal hasta su sentencia en enero de 2026.
Tras la detención y extradición de su padre, Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, en 2016 y 2017, respectivamente, Ovidio Guzmán y sus hermanos consolidaron un mayor control sobre el Cártel de Sinaloa, amenazando a Dámaso López Núñez y sus asociados.
Los "Chapitos" (Ovidio, Iván Archivaldo, Joaquín y Jesús Alfredo) se encargaron de reorganizar el cártel mediante la venta de fentanilo. Ovidio aceptó ante la jueza Sharon Coleman que era un líder del Cártel de Sinaloa y que había participado en el secuestro y muerte de tres personas, así como en el lavado de dinero.
Tensiones bilaterales por el acuerdo
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha cuestionado públicamente el acuerdo entre Ovidio Guzmán y las autoridades estadounidenses. Sheinbaum expresó su intención de solicitar información sobre el caso y preguntó al gobierno de EU cómo nombra a las organizaciones del crimen organizado en México y qué acciones toma al respecto.
La mandataria señaló la aparente contradicción de que EU negocie con miembros de un cártel que previamente designó como "terrorista". El abogado de Ovidio Guzmán, Jeffrey Lichtman, calificó de "absurda" la idea de que México debiera participar en el acuerdo de culpabilidad. En respuesta a las declaraciones de Lichtman, la administración de Sheinbaum anunció que presentará una demanda por difamación en México.
El próximo 9 de enero de 2026 marcará un momento decisivo en el proceso legal de Ovidio Guzmán, ya que se espera que se determine el camino hacia su sentencia, la cual estará intrínsecamente ligada a la sustancia de su cooperación con las autoridades estadounidenses.
¿Por qué es relevante el tema?
La próxima audiencia de Ovidio Guzmán López, alias "El Ratón", es relevante porque podría definir el destino judicial de uno de los líderes más visibles del Cártel de Sinaloa.
Tras declararse culpable de cargos por narcotráfico, Guzmán busca evitar la cadena perpetua mediante un acuerdo de colaboración con autoridades de Estados Unidos. Su testimonio podría exponer redes de complicidad, rutas de trasiego, estructuras de lavado de dinero y vínculos políticos, lo que representa una oportunidad única para debilitar al cártel desde dentro.
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Sin embargo, este proceso también plantea tensiones diplomáticas. Al evitar un juicio público, Estados Unidos concentra la información sensible sin compartirla con México, lo que limita la capacidad del gobierno mexicano para investigar a funcionarios o empresarios vinculados. Además, el acuerdo genera controversia sobre la legitimidad de negociar con criminales designados previamente como “terroristas”.
La audiencia del 9 de enero de 2026 no solo marcará un hito legal, sino que también pondrá a prueba la eficacia de la cooperación internacional contra el crimen organizado, en un contexto de creciente violencia por el tráfico de fentanilo. El caso Ovidio es símbolo del poder de "Los Chapitos", pero también de las grietas que podrían fragmentar al Cártel de Sinaloa.
VGB