MIGRANTES

Décadas de espera por una visa: adultos mayores luchan por abrazar a sus hijos en EU

La Silla Rota constató cómo adultos mayores, que por décadas han estado separados de sus hijos que emigraron a Estados Unidos, buscan una visa para poder abrazar a su familia; encuentran esperanza en programas a través de los cuales se les apoya para hacer el trámite

Créditos: Fabián Evaristo | LSR
Tras 27 años de espera, doña Rosa recibió la visa para reencontrarse con su hijo Mauro gracias al programa 'Reencontrando Corazones'. Créditos: Fabián Evaristo | LSR
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Para millones de familias mexicanas, la frontera con Estados Unidos no solo representa una división geográfica, sino una barrera de décadas que ha impedido el contacto físico con sus seres queridos.

En el corazón de esta realidad, un grupo de adultos mayores se aferra a la esperanza de un reencuentro, buscando con urgencia una visa que les permita abrazar a sus hijos, a quienes no han visto en gran parte de sus vidas. Sus historias, cargadas de nostalgia y anhelo, son un crudo recordatorio del costo humano de la migración.

El desafío de la Visa Estadounidense: un camino lleno de obstáculos

Obtener una visa para ingresar a Estados Unidos es un proceso notoriamente complejo y riguroso, especialmente para los adultos mayores. Las autoridades consulares estadounidenses evalúan meticulosamente cada solicitud para determinar si el solicitante tiene la intención de regresar a su país de origen. Para los adultos mayores, esto implica demostrar fuertes lazos con México –familiares, económicos, laborales o de propiedad– que garanticen su retorno y disipen cualquier sospecha de una posible intención de quedarse a vivir en EU.

El proceso incluye la recopilación de numerosos documentos, el pago de tarifas consulares y, crucialmente, una entrevista personal en la embajada o consulado de Estados Unidos.

En esta entrevista, los solicitantes deben convencer al oficial consular de su elegibilidad y de sus intenciones de no inmigrar. Para muchos, este paso se convierte en una barrera infranqueable, ya sea por la dificultad de la entrevista, la falta de documentación o la percepción de riesgo de inmigración por parte de las autoridades.

Las largas esperas para citas y la alta tasa de rechazo para quienes no cumplen con los estrictos criterios son una realidad constante.

Foto: Fabián Evaristo | LSR

Lágrimas de 27 años: la señora Rosa

Han pasado 27 años desde que la señora Rosa despidió a su hijo Mauro, quien partió hacia Estados Unidos antes de cumplir los 15. "Lloramos los dos, él lloró y yo seguí llorando por años", relata la madre, cuya vida ha estado marcada por la ausencia de su primogénito.

Este fin de semana, sin embargo, la señora Rosa experimentó un rayo de esperanza: gracias al programa "Reencontrando Corazones" del gobierno de Aguascalientes, obtuvo la visa para viajar y finalmente abrazará a Mauro en Texas.

Foto: Fabián Evaristo | LSR

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La señora María del Rosario también conoce el dolor de la separación. Tras la partida de su hija Martha a Estados Unidos hace 2 décadas, su vida se llenó de tristeza y "hasta con depresión de ganas de verlos, porque nada más está uno pensando en cómo estarán".

Después de un intento fallido por obtener la visa, y 20 años de no ver a su hija, logró conseguir el anhelado documento migratorio. En California, no solo la espera su hija, sino también unos nietos a quienes nunca ha podido conocer. A la salida de la embajada, las lágrimas de María del Rosario eran de pura felicidad: "Muy feliz, ni me la creo".

"Quiero verlos y abrazarlos”: María Belén

La salud no espera, y para la señora María Belén, la urgencia de ver a sus hijos se ha vuelto una carrera contra el tiempo.

"Quería tramitar la visa, porque he estado muy enferma a veces de gravedad y les digo, yo quiero verlos, abrazarlos y ya entonces lo que Dios quiera", confiesa desde su silla de ruedas, a las afueras de la embajada.

Sus dos hijos migraron al norte hace 30 años, y ella no tuvo la oportunidad de despedirse. Ahora, con su salud en declive, su único deseo es volar para ese reencuentro tan esperado.

Foto: Fabián Evaristo | LSR

"Reencontrando corazones": puente de esperanza

El programa "Reencontrando corazones", implementado por el gobierno de Aguascalientes se ha convertido en un vital salvavidas para estas familias.

Natzielli Rodríguez Calzada, titular del programa, explica que brindan asesoría especializada para la entrevista consular, acompañamiento al consulado (siempre con personal médico), y cubren el vuelo de Aguascalientes a Estados Unidos una vez que la visa es aprobada.

El éxito del programa es notable, con una tasa de aprobación de visas del 80%, un porcentaje elevado dada la dificultad del trámite. A la fecha, "Reencontrando corazones" ha logrado reunir a mil 372 familias, invirtiendo en promedio 13 mil pesos por persona en los vuelos.

"Ese momento en el que les dicen que su visa ha sido aprobada es muy particular, pero no tiene nada de comparación al momento que se dan el abrazo de corazón a corazón", afirma Rodríguez.

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Contexto: estas historias son solo un puñado de las casi 38 millones de personas de origen mexicano que, según datos del INEGI de 2021, residen en Estados Unidos. Más allá de las cifras y las categorías migratorias, cada caso representa una familia fragmentada por la distancia, que busca en programas como "Reencontrando corazones" la oportunidad de sanar heridas y, finalmente, volver a unirse en un abrazo.