La Embajada de Rusia en México confirmó este sábado de que el gobierno ruso está “listo” para suministrar gas natural licuado (GNL) al país, así como compartir tecnologías energéticas clave a lo largo de toda la cadena de producción, desde la extracción hasta la distribución.
La propuesta fue comunicada por el ministro de Energía ruso, Serguéi Tsiviliov, a través de una publicación en la red social X (antes Twitter) de la representación diplomática en México.
“Ya estamos trabajando con México. Contamos con excelentes tecnologías en el ámbito del gas natural licuado. Estamos dispuestos a compartir estas tecnologías y también a suministrar GNL a México”, expresó Tsiviliov.
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Además, el funcionario señaló que Rusia está dispuesta a colaborar con tecnologías de extracción de petróleo en condiciones geológicas complejas, así como con soluciones para mejorar la eficiencia en el procesamiento del crudo.
El titular del Ministerio de Energía también extendió una invitación a las empresas mexicanas para establecer vínculos con compañías rusas, particularmente en el ámbito de la generación y transporte de energía eléctrica. “Podemos colaborar para llevar energía a cada localidad, vivienda y empresa”, afirmó.
México, dependiente del gas de EU
La oferta rusa llega en un contexto de creciente dependencia de México del gas natural proveniente de Estados Unidos. De acuerdo con un informe reciente de la agencia Fitch Ratings, el 70 % de las importaciones mexicanas de gas natural proviene del país vecino, una situación que se ha profundizado ante la expansión de infraestructura de gasoductos y la limitada producción nacional.
El análisis también advierte que las tensiones geopolíticas y comerciales —como las iniciadas durante la administración de Donald Trump— podrían hacer más vulnerable a México frente a posibles interrupciones en el suministro energético.
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La propuesta de Rusia podría abrir la puerta a una diversificación en el mapa energético de México, aunque también plantea interrogantes sobre su viabilidad técnica, geopolítica y comercial, especialmente en un entorno marcado por las sanciones internacionales hacia el gobierno ruso tras su conflicto con Ucrania.