APELLIDOS

Estos son los apellidos de origen japones en México; podrías tener antepasados samurái

Si tu apellido es “Hasekura” o “Nonaka”, y tienes raíces en regiones como Guerrero, Morelos o la Ciudad de México, podrías estar vinculado a este inesperado capítulo de la historia binacional

Esto es lo que debes saber en dado caso de que tengas uno de estos apellidos.Créditos: LSR / ISTOCK
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Los apellidos son más que simples etiquetas familiares: son testigos silenciosos de historia, linaje, migraciones y raíces culturales. En México, estos nombres de familia no solo reflejan la influencia de la colonización y el mestizaje, sino también el carácter profundamente humanitario del país, que durante siglos ha abierto sus puertas a refugiados de distintas latitudes.

Históricamente, los apellidos surgieron como una forma de identificación adicional al nombre de pila, particularmente útil en sociedades en expansión. En Europa, comenzaron a popularizarse entre los siglos XI y XV, con funciones que variaban: algunos indicaban el lugar de origen (como “Navarro” o “Toledo”), otros profesiones (como “Herrera” o “Molina”), rasgos físicos (“Delgado” o “Moreno”), o filiación (“Hernández”, que significa “hijo de Hernán”).

Durante la colonización de América en el siglo XVI, estos apellidos llegaron a México con los conquistadores, misioneros y colonos españoles. A medida que se establecía la administración virreinal, también se institucionalizó el uso de apellidos para efectos legales y religiosos. Con el mestizaje, los pueblos originarios comenzaron a adoptar apellidos hispanos, muchas veces impuestos o asignados por autoridades eclesiásticas.

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México, tierra de refugio

Contexto: A lo largo de su historia moderna, México también se ha destacado por su política de puertas abiertas a quienes huyen de conflictos, persecuciones o crisis humanitarias. Esta tradición humanitaria ha enriquecido aún más el mosaico de apellidos y culturas en el país.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), México, bajo el liderazgo del presidente Lázaro Cárdenas, ofreció asilo a miles de exiliados republicanos. Décadas después, brindó protección a refugiados sudamericanos durante las dictaduras militares de los años 70 y 80, y más recientemente, a personas que escapan de la violencia en Centroamérica o crisis como la venezolana y la haitiana.

Estos flujos migratorios no solo trajeron nuevas lenguas y costumbres, sino también nuevos apellidos, como “Pujol”, “Crespo”, “Rossi”, “Cohen” o “Borges”, que hoy forman parte del tejido social mexicano.

Estos son los apellidos de origen japonés en México

Cuando se habla de la historia de México, los nombres de Hernán Cortés, los virreyes españoles o incluso Maximiliano de Habsburgo dominan el relato. Sin embargo, existe un capítulo poco conocido pero profundamente fascinante que une al país con una nación aparentemente distante: Japón. En el corazón de este relato está la Misión Hasekura, un episodio que marcó el primer encuentro diplomático y migratorio entre japoneses y mexicanos... hace más de 400 años.

En octubre de 1613, bajo las órdenes del daimyo Masamune Date, un grupo de alrededor de 180 japoneses zarpó desde el puerto de Ishinomaki, Japón, a bordo del galeón San Juan Bautista. La misión tenía un propósito ambicioso: establecer rutas comerciales y alianzas diplomáticas con la Nueva España y Europa. Lideraba la delegación el samurái Hasekura Tsunenaga, convertido en embajador del shogunato.

Tras más de tres meses cruzando el Pacífico, la expedición llegó al puerto de Acapulco en enero de 1614. Lo que siguió fue un recorrido diplomático e intercultural único: la delegación fue recibida por representantes del Virrey, visitó Cuernavaca y llegó hasta la Ciudad de México, donde fue recibida por autoridades virreinales y eclesiásticas.

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Aunque la misión fue oficialmente temporal, no todos los japoneses regresaron a su país natal. Algunos miembros de la tripulación se quedaron en territorio novohispano, casándose y estableciéndose. Estos hombres se convirtieron en los primeros inmigrantes japoneses en México, mucho antes de las oleadas migratorias que llegarían en el siglo XIX.

Hoy en día, los apellidos japoneses, aunque no ampliamente comunes, sí tienen presencia en México, especialmente en descendientes de migrantes de los siglos XIX y XX. Según datos del INEGI (2020), hay 5,539 personas nacidas en Japón residiendo en México, y muchas más con ancestros japoneses. Algunos de los apellidos japoneses más comunes en el país son:

  • Abe
  • Enomoto
  • Honda
  • Kawaguchi
  • Kobayashi
  • Komukai
  • Matsumoto
  • Mitsui
  • Nakazawa
  • Nakamura
  • Nishisawa
  • Ota
  • Sasaki
  • Sato
  • Yamada

Si tu apellido coincide con alguno de estos, o con “Hasekura” o “Nonaka”, y tienes raíces en regiones como Guerrero, Morelos o la Ciudad de México, podrías estar vinculado a este inesperado capítulo de la historia binacional.

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