En el panorama educativo de México, dos instituciones se han consolidado como referentes: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Ambas casas de estudio representan motores de desarrollo científico, tecnológico y cultural del país.
Fundada en 1910, la UNAM es hoy la universidad más grande de América Latina. Con una matrícula que supera los 370 mil estudiantes, la institución ofrece una amplia gama de programas académicos que abarcan desde las ciencias exactas y naturales hasta las humanidades y las artes.
Por otro lado, se encuentra el Instituto Politécnico Nacional, fundado en 1936, nació con una vocación clara: impulsar el desarrollo tecnológico y productivo del país. Actualmente, el IPN atiende a más de 200 mil estudiantes en niveles medio superior, superior y posgrado, y mantiene una fuerte presencia en áreas estratégicas como la ingeniería, ciencias aplicadas, salud, robótica, energía y aeronáutica.
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Las mujeres en las aulas de la educación superior
Contexto: La presencia de las mujeres en la educación superior en México ha crecido de forma constante durante las últimas décadas, marcando un cambio significativo en la historia educativa del país. Hoy, ellas no solo ocupan más espacios en universidades públicas y privadas, sino que también lideran en campos antes dominados por hombres, como la ingeniería, las ciencias y las tecnologías.
El crecimiento no se limita a las aulas: cada vez más mujeres ocupan posiciones de liderazgo dentro del ámbito académico. Investigadoras, rectoras, directoras de facultades y científicas mexicanas no solo están liderando proyectos en el país, sino también siendo reconocidas a nivel internacional.
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En instituciones como la UNAM, el IPN, la UAM y universidades estatales, las mujeres destacan en áreas de investigación, innovación y docencia, y están rompiendo techos de cristal que por décadas limitaron su acceso a posiciones de alto nivel.
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Estas son las carreras con más beneficios para las mujeres
En plena era digital, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) no solo son fundamentales para el crecimiento económico global, sino que también representan una de las industrias con mayor proyección en el futuro laboral. Sin embargo, en México, este prometedor sector arrastra una asignatura pendiente: la baja participación de mujeres.
Actualmente, en México hay más de 900 mil personas empleadas en el sector TIC, un crecimiento del 33% en una década. Sin embargo, menos del 20% son mujeres, y esta proporción apenas ha cambiado en los últimos años. La brecha comienza desde la elección de carrera: por cada mujer egresada en áreas TIC, hay casi dos hombres. Pero el contraste se profundiza en el mercado laboral, donde por cada mujer empleada, hay casi seis hombres en el sector.
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Además de cerrar una brecha histórica de género, incorporar más mujeres en las TIC mejoraría sus condiciones laborales y fortalecería la economía nacional. Según el IMCO:
- El 71% de las mujeres en las TIC tienen empleos formales, frente al 44% del promedio femenino en el mercado laboral.
- Sus ingresos son 56% mayores que los de otras trabajadoras.
- El 65% accede a prestaciones como seguro de salud, vacaciones pagadas o aguinaldo, comparado con solo el 38% en otros sectores.
Para lograrlo, el IMCO propone una serie de acciones clave:
- Reconocer microcredenciales obtenidas mediante cursos digitales como válidas para el empleo, actualizando el Registro Nacional de Estándares de Competencia de la SEP.
- Fomentar vocaciones tecnológicas entre niñas y jóvenes desde la educación básica, con contenidos prácticos y orientados a la resolución de problemas.
- Aprovechar la infraestructura pública (como los centros PILARES en CDMX o DIF Pilares en Jalisco) para capacitar a mujeres en habilidades como automatización, ciberseguridad y análisis de datos.
- Fortalecer el aprendizaje del inglés como habilidad clave en el ámbito tecnológico, mediante evaluaciones nacionales y mejoras al currículo escolar.
AJA