Cada dos meses, millones de hogares mexicanos reciben su recibo de luz emitido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde se refleja el monto a pagar por el consumo de energía eléctrica. Sin embargo, muchas personas desconocen cómo se calcula este cobro y cómo pequeños cambios en el uso cotidiano de la electricidad pueden traducirse en ahorros significativos.
En ese contexto, la tarifa doméstica, que es la más común, tiene tres niveles de cobro: básico, intermedio y excedente. A mayor consumo, mayor el costo por cada kWh adicional, lo cual hace que los usuarios que superan ciertos rangos de consumo paguen considerablemente más.
Es importante destacar que el cobro del servicio eléctrico se basa en el número de kilowatts-hora (kWh) que un hogar consume durante el periodo de facturación. Este consumo se mide a través del medidor instalado por CFE en cada domicilio.
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La importancia del ahorro de energía
Contexto: El ahorro de electricidad no solo tiene beneficios económicos, sino también ambientales. Disminuir el consumo energético reduce la carga sobre las plantas generadoras de electricidad, muchas de las cuales aún operan con combustibles fósiles.
Acciones simples como desconectar aparatos eléctricos que no se usan, utilizar focos LED, aprovechar la luz natural o instalar electrodomésticos eficientes pueden generar un impacto positivo en el monto final del recibo.
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Este es el “truco de noche” para ahorrar hasta 2000 pesos de luz en tu recibo de la CFE
Aunque parezca inofensivo, dejar la televisión conectada durante la noche, aun cuando no está en uso, puede estar aumentando de forma considerable tu recibo de luz. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha advertido sobre un fenómeno conocido como “consumo silencioso” o energía fantasma, una carga eléctrica generada por aparatos que permanecen enchufados sin estar funcionando activamente.
De acuerdo con datos de la CFE, una televisión conectada a la corriente eléctrica las 24 horas del día, incluso cuando está apagada, puede consumir hasta 8.76 kilovatios-hora al año. Esta energía es generada mientras el aparato está en modo de espera, manteniendo funciones mínimas activas, como el encendido remoto o la conexión a internet.
Este gasto, aparentemente menor, se acumula en el tiempo. Según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, este tipo de dispositivos pueden representar un consumo promedio de 1.6 kilovatios por hogar, lo que puede traducirse en más de 2 mil pesos al año solo por mantener conectados equipos que no se están usando.
AJA
