DÍA DE LAS MADRES

Pese a recibir amenazas, madre busca a su hijo desaparecido

Los problemas de salud y movilidad que padece Laura Sánchez no han sido obstáculo para que desista de encontrar a Miguel, el menor de sus hijos, quien fue secuestrado hace seis años en Tamaulipas

Laura Sánchez durante la manifestación en el Zócalo con la que buscaba ser recibida por Andrés Manuel López Obrador.Créditos: Especial
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Laura Sánchez lleva seis años buscando a su hijo, Miguel Ángel Hernández Sánchez, quien era enfermero y desapareció el 25 de agosto de 2019 en Reynosa, Tamaulipas, un municipio que sin importar los cambios de administración, lleva años sumergido en una crisis por desaparición de personas.

Laura, pese a ser diabética y tener un problema en su columna que la hace desplazarse apoyada en una andadera o en silla de ruedas, ha recurrido a distintas formas de manifestación para que las autoridades volteen a ver su caso. Una fue colocar casas de campaña alrededor del asta bandera en el Zócalo, frente a Palacio Nacional para buscar una entrevista con el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.

Familiares de desaparecidos se instalaron unos días en casas que el calor convertía en sauna y se mojaban completamente cuando llovía. Pero luego de que ella y familiares de otros desaparecidos se retiraron sin obtener los resultados deseados, a Laura le ocurrió algo que nunca le había pasado: ella y su esposo fueron amenazados.

Primero fueron contra su marido

El primero en recibir las agresiones fue su esposo, quien es albañil y como ella, tiene algunos problemas físicos. En septiembre pasado, su esposo fue víctima de un secuestro exprés y luego de una golpiza en Reynosa. No sólo lo dejaron maltrecho, sino que le gritaron que eso era una advertencia sólo contra él, pero si su esposa seguía manifestándose y acusando a las autoridades de no atenderlos, irían contra toda la familia.

Ahí no quedaron las amenazas. Laura relató que recibió mensajes de advertencia vía telefónica. Previo a eso ella solía contestar cualquier llamada, con la esperanza de recibir un mensaje sobre su hijo. Pero luego de eso dejó de hacerlo, por miedo.

"Me exigieron que ya no nos manifestáramos, que no apoyáramos a la gente, que nos quedemos así, que si queremos seguir con vida ya no hablemos, que nos callemos”, dijo a La Silla Rota.

Ella y su esposo presentaron una denuncia por las amenazas, pero ante la desconfianza que sienten por las autoridades de Reynosa, lo hicieron en Ciudad Victoria. De parte de la fiscalía estatal les ofrecieron protección pero en Ciudad Victoria, lo que no aceptaron, pues ellos viven en Reynosa y por su salud apenas pueden desplazarse.

El mayor miedo que tiene ella y su esposo es que le hagan daño a su nieta, hija de Miguel Ángel, de 8 años de edad.

“Nos hacemos cargo de ella y no tenemos otra ayuda más que la de Dios padre y la de otro de mis hijos que nos apoya, porque de hecho mi esposo no puede caminar ni trabajar al 100% y tampoco me puede dejar sola. Además, por las amenazas no puede salir. Como él es maestro albañil, agarra trabajitos cerca y así es como la sobrellevamos”, describió su apretada situación Laura.

El temor la ha invadido tanto a Laura, que hasta siente desconfianza por sus vecinos, pues no sabe si debe cuidarse de ellos.

Su hijo estudió enfermería para cuidarla a ella

Como diferentes madres cuyos hijos están desaparecidos, sobre la marcha Laura ha debido aprender a lidiar con las autoridades, a conocer de leyes y a recorrer distintos sitios con el objetivo de tener acceso a penales o servicios médicos forenses para encontrar señales o pistas sobre el paradero de su hijo, que sospecha pudo haber estado en 2020 por error o a la fuerza en un Centro Federal de Reclusión Social, en Michoacán.

Cuando iba a visitar el lugar, se atravesó la pandemia de Covid 19 y el trámite se estancó.

“Yo no busco culpables, lo único que quiero es que me regresen a mi hijo y saber de él, porque es lo único que a mí me importa y también los hijos de las demás compañeras porque es muy feo que lo tengan a uno del cuello, oiga”.

Con la voz quebrada, extraña más a Miguel Ángel en estas fechas, cuando se acerca el 10 de mayo, Día de las Madres.

“Tengo tres hijos y Miguel Ángel es el más chiquito. Hasta sus 25 años siempre fue el más pegado conmigo. De hecho, por eso estudió medicina, así, si yo enfermaba, él iba a ser mi enfermero particular. Me lo quitaron feamente porque mi niño es un niño bueno. No es porque sea su mamá, pero es muy estudioso. Hoy día va para sus 31 años porque van a ser 6 años de que desapareció”.  

El caso pareció dar un giro cuando el 17 de enero de 2020. Ese día la fiscalía estatal le informó que Miguel Ángel se encontraba en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Michoacán, lo que le extrañó a Laura porque él no era parte de algún grupo delincuencial.

“La fiscal especializada en delitos de Desaparición Forzada de Tamaulipas, Elizabeth Almanza, me informó que fue localizado en enero de 2020. Me pidió que fuera con mi ministerio público, que entonces era la licenciada Telma Polanco, para que me diera la notificación con un documento y ver qué se tenía que hacer”, recordó.

“Desgraciadamente entró la pandemia, todo se quedó estancado y de ahí sigo buscando y buscando y pidiendo la información que esperaba de Michoacán. Saber por qué lo tenían ahí, de qué se le acusa. También propuse trasladarme a Michoacán pero ya no tuve respuesta de la autoridad”, añadió.

Eso no impidió que avanzaran los trámites para ir al Cefereso. Pero mencionó que hay testigos de personas que dijeron haber visto a alguien con tatuajes como los de su hijo Miguel Ángel y que luego lo trasladaron a otras partes. Pero puntualizaron que cuando lo vieron, tenía otro nombre.

Esa situación hizo que Laura acusara a las autoridades del Cefereso de tenerlo secuestrado, pues no le han dado información sobre Miguel Ángel.

“Estos cinco años he sabido que la misma autoridad tiene secuestrado a mi hijo. No sé cuál sea el motivo. Se que mi hijo está vivo pero no he tenido contacto con él”, explicó con la voz quebrada.

Dijo que buscó ayuda de parte de la Comisión de Búsqueda estatal pero no encontró respuesta. Entonces pidió un amparo para que el caso se convirtiera en federal y se lo concedieron.

Contexto: Miguel Ángel desapareció el 25 de agosto de 2019. “Fue cuando se empezaron a llevar a muchos doctores y enfermeros en Reynosa”, recordó Laura con la mirada triste y la voz quebrada.

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas, hasta el 9 de mayo sumaban 128 mil 295 personas desaparecidas en el país. Jalisco es la entidad con más personas desaparecidas, con 15 mil 246, después está el estado de México, con 13 mil 960 y detrás está Tamaulipas, con 13 mil 465.

Según el colectivo Amor por los desaparecidos, en Reynosa suman hasta la primera quincena de abril, 8 mil personas desaparecidas.

Algunas madres buscadoras han sido asesinadas en la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos. La más reciente fue María del Carmen Morales que formaba parte del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco. Buscaba a su hijo Ernesto Ramírez. Fue atacada junto con otro de sus hijos, el 24 de abril de este año en Tlajomulco de Zúñiga.