Mientras el Gobierno de México impulsa el fortalecimiento de la industria farmacéutica nacional a través del Plan México, los laboratorios mexicanos enfrentan una paradoja alarmante: millonarios adeudos que el propio Estado arrastra desde hace más de dos años.
Así lo denunció Juan de Villafranca, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (AMELAF), en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula. Aunque celebró la incorporación de los 47 laboratorios nacionales al ambicioso plan gubernamental, advirtió que el retraso en los pagos, especialmente hacia empresas mexicanas, compromete seriamente la viabilidad de nuevas inversiones.
“Han pagado, pero básicamente le pagaron primero a las empresas extranjeras. Aquí los que más padecemos son las empresas mexicanas”, afirmó Villafranca. “Hay laboratorios pequeños que dependen totalmente de esos pagos para seguir operando”.
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Uno de los pilares del Plan México es el “requisito de planta”, una condición que obligaría a las empresas que venden medicamentos al sector público a tener instalaciones de producción en territorio nacional. La medida, eliminada en 1998, busca ahora ser reinstaurada como un mecanismo para fomentar empleo, atraer inversión y garantizar el abasto de medicamentos.
Villafranca apoya esta medida, pero con matices: propone que se aplique exclusivamente a medicamentos genéricos y biosimilares, no a los de patente —que muchas veces son fabricados en plantas globales únicas—, y únicamente en compras públicas, no en registros sanitarios ni ventas al sector privado.
“Lo que buscamos es contenido nacional del 65%, no solo en el producto final, sino también en la sustancia activa”, explicó.
Producción local: músculo disponible, pero con incertidumbre
La AMELAF asegura que los laboratorios nacionales ya tienen la capacidad para cubrir hasta el 80% de los medicamentos adquiridos por el sector público, especialmente en el rubro de genéricos y biosimilares. Es decir, la estructura está lista, pero sin certeza presupuestal, el impulso puede quedarse en el papel.
En el discurso oficial, el Plan México busca reposicionar a la industria farmacéutica como un sector estratégico nacional. La participación de la AMELAF fue aprobada por unanimidad en su última asamblea de socios, y ya tienen listo un plan técnico para presentar al Ejecutivo Federal.
Sin embargo, la falta de pagos, las licitaciones anuladas y la incertidumbre regulatoria contrastan con la narrativa optimista del gobierno, concluyó Villafranca.
Farmacéuticas que participan en la licitación anulada por la Secretaría de Buen Gobierno y Anticorrupción se encuentran en situación complicada porque el gobierno aún les adeuda dinero y están obligados a producir insumos para cumplir con los contratos que se les asignaron.
“Ese atraso sigue pendiente, es un pasivo que sigue ahí, que se tiene que resolver. El tema es que ahora, con las órdenes de reposición (por los insumos correspondientes a la licitación anulada), evidentemente en este momento no hay cobranza, además ni les termina de pagar. Hay un tema delicado financieramente”, dijo Enrique Martínez, director del Instituto Farmacéutico de México a La Silla Rota, el pasado 10 de abril.
Contexto: En julio de 2020, al alistar la compra de medicamentos para 2021 con apoyo de la Organización Mundial de la Salud, el gobierno mexicano a través de Jorge Alcocer, secretario de Salud del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y Zoé Robledo, aún director general del Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS, se indicó que el cambio se debió a presuntas mafias que existían dentro de la industria farmacéutica mexicana.
López Obrador dijo que cuando se regeneren las farmacéuticas que vendían medicamentos a gobiernos anteriores, cuando entiendan que ya se acabó la corrupción, entonces se podrán comprar estos insumos a empresas nacionales.
El ahora expresidente señaló que se tomó la decisión de comprar medicamentos en el extranjero con supervisión de la ONU para resolver en definitiva el problema del abasto, por lo que sostuvo una reunión con el entonces representante de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente y actual titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Canifarma, AMIIF, AMELAF y ANAFAM alegaron en carta dirigida a López Obrador que comprar medicamentos en el extranjero no va a solucionar el problema de desabasto en México, porque éste se debe a la falta de planeación y de transparencia en el proceso de adquisición.
El 3 de abril del 2025, Claudia Sheinbaum Pardo presentó 18 programas y acciones del Plan México, entre los que se incluye el “aumentar la producción nacional de la industria farmacéutica y de equipos médicos a través de la simplificación administrativa de Cofepris y la compra pública con requerimiento de planta en territorio nacional, que será incluido en la siguiente compra de medicamentos en 2026”, de acuerdo con el gobierno federal. Los decretos se publicarán el 28 de abril.
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