Un fiasco. Así califica el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Jesús Garza Onofre el proceso de aprobación de la reforma judicial y su posterior implementación con la inscripción, evaluación y selección de los candidatos a jueces, magistrados y ministros que participarán en la elección del 1 de junio próximo.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA DE GOOGLE NEWS
Te podría interesar
“Lo que menos hay es certidumbre en las reglas, cuando Morena ha dicho que debían seguirse al pie de la letra”, critica el doctor en Filosofía del Derecho.
Recordó que las reglas se han ido cambiando por criterios improvisados o interpretación a conveniencia, los candidatos se seleccionaron por tómbolas y en las listas ha habido nombres que se han repetido, el Comité de Evaluación del Poder Judicial renunció, entre otras cosas.
“No tengo duda de que lo que mal empieza, mal acaba. En el proceso que hemos visto no hay un solo registro que se haya hecho con apego a la legalidad y a la certidumbre”, juzga Garza Onofre y pronostica que es una muestra de cómo va a ser la elección y el Poder Judicial que se avecina.
Desaseo: López Montiel
Algo similar observa el profesor de Ciencia Política del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey, Gustavo López Montiel, quien calificó al proceso de desaseado. Todo empezó con la premura con que se hicieron los cambios constitucionales. Pero además el proceso de evaluación y selección de los candidatos carece de mecanismos de control interno, dice.
“No es como un proceso electoral en forma donde hay etapas que dan certeza, aquí más bien se plantearon los supuestos y los comités de selección de cada uno de los poderes y luego el INE ha establecido la especificidad del proceso. Los criterios son distintos, el del Tribunal Electoral que dice es una elección y que tiene jurisdicción y los juzgados de amparo coinciden que es elección pero que implican derechos, entonces las disputas internas forman parte de los descuidos”, explica a La Silla Rota.
Después está el tema de las listas entregadas por el Senado donde se llegó al grado de incorporar a personas que no querían participar o excluir a quienes sí querían hacerlo, añadió López Montiel.
“No sólo no genera certeza sobre las personas representadas, sino también por el cumplimiento de requisitos y la elección en términos del proceso, si bien se han cumplido los plazos”.
Ministras son rescatadas por el INE
Como la cereza del pastel de un proceso que ha estado marcado por los tropiezos, las tres ministras cercanas al gobierno, Loretta Ortiz, Yasmín Esquivel y Lenia Batres, sí estarán en las listas para la elección por de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pese a que el Senado no incluyó sus nombres en la lista que entregó al Instituto Nacional Electoral el 12 de febrero, cuando venció el plazo legal para hacerlo.
Precisamente fue el INE el que solventó la situación este 20 de febrero, cuando el Consejo General del instituto aprobó por unanimidad la publicación y difusión del listado de las personas candidatas a ministros y magistrados con los nombres de las ministras y ordenó la impresión de las boletas electorales, que comenzará este 21 de febrero en los Talleres Gráficos de México a las 11am.
Adiós a sobrenombres
Con esta decisión, se cierra la etapa de selección y evaluación de los candidatos a ministros, magistrados y jueces que resultó un espectáculo, primero con la conformación de las listas de cada poder, donde había nombres repetidos o espacios en blanco. Luego vino la evaluación de los candidatos, donde el Comité de Evaluación del Poder Legislativo, ante la cantidad de participantes decidió rasurar a la mitad de un plumazo.
Luego vino la suspensión del proceso de evaluación y selección, ordenada por dos jueces de amparo a los comités de los tres poderes, que sólo acató el del Poder Judicial Federal. Ante ello, y pese a tratarse de una resolución en materia de amparo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó al Comité del PJF reanudar el proceso. Ante ello, el comité pidió a la SCJN decidir a quién le hacía caso.
Eso desató la reacción encendida del TEPJF, que ordenó al Senado hacerse cargo del proceso de selección de los candidatos del PJF, mediante tómbola. Además, la presidenta del tribunal Mónica Soto y sus colegas Felipe de la Mata Pizaña y Felipe Fuentes Barrera, explicaron que al tribunal le tocaba decidir todo lo que tuviera que ver con lo electoral y no se esperaron a que la Suprema Corte resolviera, ya que los tiempos del tribunal no son los mismos de la SCJN, adujeron.
Luego, pasadas las tómbolas de los tres poderes, el Senado entregó al INE el 12 de febrero, fecha que vencía el plazo legal, la lista que incluía la de todos los candidatos. Se esperaba que el instituto rindiera un informe tres días después, pero se pospuso, ante las fallas detectadas en los había personas incluidas que habían declinado participar, candidatos que no iban acompañados de datos de contacto o CURP, o un mismo nombre para distintos cargos, lo que estaba prohibido expresamente por la ley.
Pero lo más notorio fue que dentro de la lista no estaban incluidos los nombres de las tres ministras, afines al proyecto 4T. El Senado debió volver a enviar el documento. Quien las salvó en realidad fue el INE. Pero ahí no acababa la cosa.
El instituto debió discutir si aprobaba la inclusión de sobrenombres en las boletas de candidatos a ministros y magistrados, como ministra del pueblo. Los consejeros consideraron que los sobrenombres eran propagandísticos y quien debió enviarlos era el Senado. No fueron aprobados.
El INE ha salido afectado
El Instituto Nacional Electoral ha visto su funcionamiento trastocado. Para organizar las elecciones pidió más dinero al gobierno federal, pero no sólo le fue negado, sino que le recortaron presupuesto, por lo que el día de la jornada electoral instalará menos casillas que en 2024.
La consejera Claudia Zavala, en la sesión de este 20 de febrero, dejó claro que el proceso debió ser organizado por el INE desde el principio.
“Si fuéramos fieles al Sistema Electoral en el que existe una autoridad que debe hacerse cargo del completo, no puede ser parte del proceso electoral quien va a ser parte de las contiendas, esa es una regla clara de nuestro sistema democrático y en particular, de nuestro sistema electoral”.
Proceso deslegitimado
Después de todos estos incidentes, La Silla Rota les preguntó a ambos expertos que se puede esperar para la elección.
Jesús Garza Onofre considera que con las fallas que ha registrado el proceso, se ha convertido en un fruto envenenado y no hay que esperar mucho para ver cómo se decanta. Por lo visto a la fecha, la única manera de tener certeza y confianza es estar cerca del poder, o estar en un comité de evaluación, como el expresidente de la SCJN, Arturo Zaldívar.
“La legitimidad se va a los suelos, va a ser legítimo para personas cercanas a Morena, para las personas independientes que no tengan carrera judicial y no tengan idea de conocer a alguien dentro del partido, la legitimidad está por los suelos”.
Recuerda que la reforma fue aprobada con la traición al Partido Acción Nacional del senador Miguel Ángel Yunes, luego la extraña desaparición del senador Daniel Barreda, de Movimiento Ciudadano, las protestas de los trabajadores del Poder Judicial que fueron ignorados en los foros Diálogos de la reforma judicial.
“Es un buen ejemplo de cómo el proceso jurídico está enturbiado por la política partidista que no tiene la intencionalidad de hacerlo de buena manera”, dice el egresado en Derecho por la UNAM.
Para López Montiel la elección no ha captado el interés de la gente, según estudios demoscópicos que prevén una participación de 10%; también se observa que una parte de la población no está informada y a ello se suma la complejidad del proceso y el conteo que no se hará en las casillas.
“No hay claridad de cómo se va a hacer al final de cuentas, a diferencia de lo que se hace en los otros dos poderes aquí la ley no es explícita y eso puede complicar el proceso”, advierte López Montiel.
Aunque cree que la elección va a salir, ya carga el problema de la legitimidad y la certeza.
Garza Onofre ve que una pregunta flota, la cual es sobre si valdrá la pena salir a votar o no el próximo 1 de junio. “Hay muchas razones para no hacerlo, una es darle legitimidad a un fiasco, más que votar o no votar el tema es lo que se viene y cómo están actuando el tribunal o las ministras como Lenia Batres y Yasmín Esquivel. Ese va a ser el perfil que vamos a tener, entonces que se hagan cargo y lleguen a donde tengan que llegar. Es un error histórico y una oportunidad desaprovechada para construir un mejor poder judicial y una procuración e impartición de justicia”, concluye.