PASTA DE CONCHOS-19 AÑOS

“Me siento en paz de que rescataron el cuerpo de mi papá”

Martha Iglesias recuerda a su padre, Guillermo, minero atrapado en la mina Pasta de Conchos el 19 de febrero de 2006; ampáyer y bailarín y días antes él mismo había dicho “a lo mejor un día quedo ahí”

“Rescataron el cuerpo de mi papá 19 años después; yo, feliz”
“Rescataron el cuerpo de mi papá 19 años después; yo, feliz”Créditos: Especial
Escrito en NACIÓN el

Martha Iglesias por fin tuvo con ella los restos de su padre, Guillermo Iglesias, después de 18 años con 11 meses de espera. Su padre fue uno de los 65 mineros que el 19 de febrero de 2006 quedaron atrapados debido a una explosión en la mina 8 de Pasta de Conchos. El 4 de diciembre de 2024 sus restos fueron sacados, el 19 de enero se le identificó y el 7 de febrero fue sepultado.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO

SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS

“Cuando nos dijeron que recuperaron el cuerpo de papá, yo estaba feliz”, dice Martha en entrevista con La Silla Rota.

Desde que ocurrió la tragedia, Martha atestiguó como tres presidentes, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto rechazaron rescatar los cuerpos de los 65 trabajadores, pese a que la organización Familia Pasta de Conchos insistía en que era viable hacerlo.

Martha comparte que luego de estos casi 19 años, ella por fin se siente en paz. Pero la pregunta que ella y familiares de los demás mineros se hicieron los meses y años posteriores a la tragedia, continúa.

“¿Por qué no fueron rescatados? Es mi pregunta. Estamos viendo ahorita que sí se pudo haber dado el rescate. ¿Por qué no lo hicieron? Yo quisiera saber por qué. Porque si hay galerías que no estaban caídas, por qué no hicieron el rescate, no entiendo esa parte y es la que quiero saber”.

Miles de mineros han muerto

Lo ocurrido en la mina 8 en Pasta de Conchos no es una tragedia aislada en la región carbonífera de Coahuila, el principal estado productor de carbón que se utiliza para la hidroeléctrica José López Portillo de la CFE o para la industria metalúrgica.

En la región carbonífera son visibles desde la carretera que va de Piedras negras a Sabinas, minas propiedades de grandes empresas, pero también se observan los llamadas pocitos, donde sólo cabe una persona en la entrada, explotadas en predios en los que antes hubo alguna mina grande, pero que ante la reducción de producción, son abandonadas y comienzan a ser explotadas por un pequeño productor, sin la inspección o incluso ante la vista gorda de la Secretaría del Trabajo.

En los negocios de la minería participan lo mismo políticos, uno de ellos senador, ya fallecido, Armando Guadiana, que grandes empresas.

De acuerdo con el informe Carbón rojo, elaborado por la Fundación Heinrich Böll y la organización Familia Pasta de Conchos, desde 1883 hasta 2019 se habían registrado 310 eventos mortales relacionados con la explotación de carbón a través de la minería

El total de muertes documentadas sumaba 3 mil 103, de los cuales 721 mineros fallecieron en minas con la presencia legal del sindicato.

Esa realidad es en la que don Guillermo Iglesias trabajaba el 19 de febrero de 2006.

Papá salió, no en las condiciones que hubiéramos querido

A partir de que comenzaron los trabajos de recuperación, cada vez que se hallaban los restos de un minero, Martha decía esperanzada ‘ahí viene papá. Puede ser el primero o el último, pero ahí va a salir mi papá’.

El cuerpo de su padre fue recuperado el 4 de diciembre del año pasado, pero en ese momento ella no lo sabía. Fue más de un mes después, el 19 de enero, 30 días antes de cumplir la tragedia 19 años. Don Guillermo Iglesias fue identificado por el ADN.

Era minero, ampayer y bailarín

En Nueva Rosita, un poblado plagado de historias de mineros descansa el padre de Martha, quien lo recuerda como un hombre bonachón, alegre, generoso con su familia, con un gusto especial por el beisbol y por escuchar y bailar la música de Los Alegres de Terán o Los Cadetes de Linares.

Pero sobre todo fue minero de la región carbonífera de Coahuila. Y como muchos de ellos que tienen condiciones laborales desventajosas, que trabajan sin seguridad social, solo por temporadas o sin el equipo de seguridad adecuada, en el caso de Don Guillermo, su salario era bajo.

Martha no olvida que días antes de la tragedia, su padre, que estaba a dos años de jubilarse, y quien en esos momentos era jefe de una cuadrilla de mineros, ya tenía un mal presentimiento a partir de lo que había observado en el interior de la mina.

Una semana antes le dijo a su esposa: “a lo mejor un día quedo ahí’. Había olido mucho gas en lo más profundo del interior de la mina y había zonas sin ventilación, por lo que los trabajadores se sofocaban de calor y debían trabajar en ropa interior. Eso lo sabía el sindicato, pero no hizo nada.

Por eso es por lo que Martha no está de acuerdo que año con año el sindicato esté presente en la ceremonia de aniversario de la tragedia e incluso envíe arreglos florales. No descarta que si alguna vez se topa con Napoleón Gómez Urrutia le reclame.

Nunca dejaron de alzar la voz

Los 19 años que han pasado desde aquel 19 de febrero de 2006 no pueden soslayarse en la conversación con Martha. El 3 de abril de 2007 cuando se anunció la suspensión de los trabajos de rescate y el cierre de la mina, se generó una angustia entre los familiares y comenzó la etapa de lucha.

Para ella fueron días muy desgastantes, de visitas a la mina con su mamá y luego viajar a la Ciudad de México, sin tiempo para el duelo.

“Realmente pues esas emociones a lo mejor la gente no las entiende, ¿no?”.

Nunca dejaron de alzar la voz para exigir la recuperación y fue hasta que López Obrador en su campaña ofreció llevarla a cabo.

Cuando comenzaron los trabajos en septiembre pasado, confirmaron sus temores y el coraje se recrudeció: había indicios de que los cuerpos sí pudieron ser recuperados antes.

“Es injusto. Yo siempre he querido saber por qué por qué no hicieron la recuperación, o sea, eso es lo que quisiera saber con más claridad”.